**Los bajacalifornianos regresarán a casa con tres medallas aportadas a la delegación mexicana, todos ellos producto del programa de talentos.
NANJING, China.- Hace cuatro años, Baja California envió sólo dos atletas a la delegación mexicana que asistió a los I Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010 que sin lugar a dudas fueron los pioneros en esta aventura.
En aquella ocasión la taekwondoina Andrea Chávez y el halterista Moisés Sotelo, fueron los primeros bajacalifornianos en integrar una selección olímpica juvenil, en lo que significaba una nueva etapa para el deporte universal.
Promover los lazos de amistad entre los pueblos, reforzar los valores del olimpismo como el juego limpio, el respeto y el honor hacia el rival, la fraternidad, la solidaridad y la sana competencia, son los pilares de un proyecto que busca asentarse aún más entre los atletas desde una temprana edad.
Ya no se trata de esperar por una ilusión, sino de ser parte de una realidad. Es por eso que el Comité Olímpico Internacional, al mando ahora del alemán Thomas Bach, y previamente del belga Jacques Rogge, quiere que estos juegos lleguen para quedarse.
En Nanjing 2014, el número de deportistas peninsulares aumentó a siete con Julieta Toledo, en Esgrima; Luis Ángel Tapia, en el Tiro con Arco; Stephanie Hernández, en la Gimnasia Artística; Alejandro Castillo Córdova y Fernanda Orozco, en Atletismo; Ana Lilia Durán, en Halterofilia, y Victoria Morales, en Canotaje.
Protagonistas en China
De los siete peninsulares, todos superaron al menos la primera ronda de participación en al menos una de sus pruebas, o bien se ubicaron dentro del Top Ten, como en el caso de Alejandro Castillo, quien cerró en la novena posición en el lanzamiento de bala varonil, al ser el mejor de la final B.
En el de Toledo, la sablista llegó hasta los cuartos de final y cerró octava en un certamen sumamente peleado, donde a pesar de haberse quedado a un paso de las semifinales, demostró que México es protagonista en un deporte dominado por tradición por los países europeos.
Luis Ángel Tapia, se clasificó entre los cinco mejores dentro de la ronda inicial en el tiro con arco, alcanzando la segunda fase (de dieciseisavos de final) y llegó hasta los octavos, donde se topó con el turco Mete Gazoz, quien a la postre quedaría entre los cuatro mejores del certamen.
La diferencia en los diversos puestos del ranking final fue siempre de una o dos flechas, lo que marcó la cerrada disputa entre un país y otro en un deporte cuya popularidad ha ido “in crescendo”, gracias a las nuevas estrategias promovidas por la Federación Internacional de Tiro con Arco o ahora conocida como “World Archery”.
Stephanie Hernández, quien poco a poco fue ganándose su lugar en las selecciones nacionales tras el selectivo nacional de San Luis Potosí, se quedó a la postre con el boleto que la trajo a Nanjing. La joven gimnasta tijuanense clasificó a tres finales, tras ubicarse en el lugar ocho en el concurso inicial: All Around, Barras Asimétricas y Viga de Equilibrio.
En la final de All Around, cerró en el lugar 15. En las Barras Asimétricas terminó octava, y en la Viga de Equilibrio, mejoró su actuación hasta quedar en el puesto número 7, enfrentándose en su mayoría a europeas y asiáticas.
Ella fue una de las dos latinoamericanas que avanzaron a más de una final en la gimnasia, la otra fue la brasileña Flavia Lópes Saraiva, quien obtuvo una plata en el ejercicio de viga.
Las medallistas
A este gran esfuerzo, se sumaron los de las medallistas Fernanda Orozco, Ana Lilia Durán Ayón y Victoria Morales Cazarez. La primera se llevó la medalla de plata en la prueba de impulso de bala en el atletismo femenil, haciendo frente a dos grandes potencias europeas: Rusia y Alemania.
Orozco fue la mejor representante de Latinoamérica y de todo el continente americano, al contar con la segunda mejor marca de los Juegos Olímpicos de la Juventud.
La halterista Ana Lilia Durán también se ubicó como una gran representante de las Américas al pelear el podio contra naciones como Ucrania, Egipto, Mongolia y Rumania, por ejemplo. Durán se quedó con el subcampeonato en Levantamiento de Pesas con una marca total de 210 kilogramos, producto de 90 en arranque y 120 en envión, sin cometer un solo error.
Victoria Morales fue una muy grata sorpresa. La canoísta que había sostenido su proceso clasificatorio y de toma de tiempos, mediante sprints en distancias rectas, tuvo un nuevo reto: competir en canoa canadiense, consistente en un recorrido de un circuito de ocho boyas.
Sus tiempos le bastaron para meterse a los cuartos de final de manera directa y, poco después, aspirar por las medallas en una cerrada lucha ante las representantes de Bielorrusia, Ucrania y Canadá.
Morales ganó la Final B ante la canadiense Anne Lavoie-Parent, para quedarse con un lugar en el podio, superando inclusive, su marca de semifinales.