- El chef Carlos Ruíz inventó una máquina para preparar tortillas en unos cuantos segundos, incluso con mejor sabor y calidad que las de cualquier tortillería tradicional.
TIJUANA B.C.-La añoranza y necesidad que tiene un mexicano en el extranjero, de comer tortillas reales, como las de su casa en su país de origen, llevó al chef Carlos Ruíz a no solamente inventar una máquina para satisfacer su gusto, sino a crear un visionario negocio.
En el segmento dedicado a la Gastronomía dentro de la segunda jornada de Tijuana Innovadora 2014, “Diáspora Mexicana, el talento que voló al norte”, se presentó la conferencia “Best practices to make a vision reality: the Nespresso for tortillas story”, a cargo del tapatío radicado en Suiza, Carlos Ruíz.
La audiencia en la Sala de Espectáculos del CECUT escuchó muy atenta la historia de Ruíz quien recordó cómo cuando era estudiante en Canadá, al beber su café exprés todas las mañanas, se le ocurrió que debería existir una “maquinita” que preparara igual “tortillas exprés”.
Después de tomar un curso de emprendedores, terminó creando la máquina de tortillas “instantáneas” marca FLATEV, que vende como “una forma de tener tortillas frescas hechas en el hogar mediante una forma fácil y divertida”.
Con la preventa de FLATEV ya tiene 4 mil órdenes para Estados Unidos, Europa, Canadá e incluso México, lo que equivale a 1.6 millones de dólares que entrarán a su bolsa.
La máquina funciona a base de una capsula o cartucho que contiene en su interior el maíz o harina, se deposita entero dentro del aparato, y en cuestión de 30 segundos sale una tortilla que, presumió Carlos Ruíz, salen frescas y con todo el sabor que no le pide nada a las hechas a mano, incluso con más calidad, pues no pierde el sabor y consistencia.
Por lo pronto ya manejan siete sabores diferentes, así como varios grosores, harina o maíz, tortillas blancas, amarillas, verdes o azules, todo dependiendo del gusto del comensal. El precio estimado que tendrá en el marcado será de 190 a 290 dólares.
En conclusión, Carlos Ruíz detalló los tres valores por los que su máquina de hacer tortillas tiene garantizado el éxito, incluso en México donde se pueden encontrar tortillerías en cada esquina: ahorro de tiempo, variedad de colores y sabores y, sobre todo, la calidad. Incluso afirmó que recalentadas saben mejor.
Al margen de las tortillas, el chef Carlos Ruíz es un ejemplo de la necesidad que tienen los mexicanos en el extranjero de demostrar todo el potencial que tienen, de la capacidad de innovar que los mueve.