• Son el origen de las principales enfermedades crónicas degenerativas.
  • Se deben cambiar los hábitos alimenticios en casa.
  • No dar a los  niños después de la lactancia, educa el sentido del gusto.

salTijuana, B. C. 23 de diciembre 2014.-La sal y el azúcar son necesarios para el organismo ya que se requieren para generar la energía necesaria para su funcionamiento, sin embargo;  en exceso pueden ser perjudiciales y causar daños en la salud por lo que es importante estar conscientes en qué cantidad consumirlos.

 

Rocío Romero Valdovinos, nutrióloga del Hospital General Regional número 1 (HGR 1) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana explicó que su abuso puede ocasionar daños severos; con el azúcar por ejemplo, si hay antecedentes de sobrepeso y diabetes mellitus se incrementan los niveles de glucosa de manera excesiva u ocasionar complicaciones que deriven en una amputación.

 

La nutrióloga afirmó que el consumo diario de azúcar debe oscilar entre cuatro cucharadas o 20 gramos, esto, sin incluir las frutas y demás alimentos que tienen de manera natural ya la tienen,  si hay antecedentes o padece diabetes,  las condiciones cambian.

 

Es importante tomar en cuenta, dijo, que aunque las frutas son recomendadas para el consumo diario, aquellas como el mango, plátano, papaya y sandia tienen un alto índice glucémico, por lo que hay que moderar su ingesta.

 

La sal por su parte, es un mineral que eleva la presión arterial, por lo que al tener sobre peso o riesgo de obesidad mórbida,  llega a ser un factor de riesgo para hipertensión y taquicardia, además de retención de líquidos o daño renal.

 

Romero Valdovinos indicó que con restringir el consumo de sal, se puede evitar la diálisis y hemodiálisis. Para todas aquellas personas que no tienen ningún padecimiento crónico,  se recomienda el consumo máximo de cuatro gramos de sal al día.

 

La educación en el consumo tanto de sal como azúcar,  inicia desde los primeros años de vida, por lo que es importante que los padres de familia consideren educar a sus hijos con buenos hábitos sobre todo, dejando que a través de las papilas gustativas aprendan a identificar los sabores. Cuando se suspende la lactancia materna, es importante empezar a dar a los niños alimentos sin agregar estos condimentos.

 

Para los adultos, finalizó la nutrióloga del IMSS en Tijuana, cambiar los malos hábitos en la alimentación es un paso importante y necesario para la salud, por lo que se recomienda se hagan paulatinamente, convirtiéndose en la primera opción retirar de la mesa el salero o el frasco de azúcar, así como reducir el consumo de frituras y productos industrializados.

 

—-000—-                                             Ensenada, B. C. 23 de diciembre 2014. 

 

verdurasHIGIENE ADECUADA PREVIENE INTOXICACIONES POR ALIMENTOS

 

  • Niños, embarazadas  y ancianos más vulnerables.
  • Indispensable acudir  al médico si hay diarrea y vómito.
  • Importante no automedicar a los niños.

 

Las intoxicaciones son provocadas comúnmente por la ingesta de alimentos contaminados, de ahí la importancia de adoptar medidas de higiene y autocuidado para evitar este tipo de afecciones que además de comunes, pueden ocasionar serios daños a la salud.

 

El doctor Alberto Ibarra Ramírez coordinador de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, advirtió que las infecciones se pueden presentar  por alimentos o agua contaminados que contienen bacterias comunes como (estafilococo o la Escherichia coli), parásitos o toxinas.

 

Explicó que las bacterias ingresan a los alimentos como resultado de la su inapropiada manipulación o preparación, así como por agua proveniente de pozo, arroyo o potable que no haya sido debidamente tratada.

 

Agregó que también ocurre por beber o comer  alimentos preparados por alguien que no use las técnicas apropiadas de lavado de manos, que los utensilios de cocina que no estén debidamente aseados, productos lácteos o alimentos que hayan permanecido fuera del refrigerador por mucho tiempo e hizo énfasis en los pescados y mariscos, como fuente común de la bacteria, así como  carnes y huevo mal cocidos.

 

 

En ese sentido, precisó  que los niños y ancianos están en mayor riesgo  sobre todo si padecen alguna infección o enfermedad crónica; también cuando su sistema inmunológico se encuentra  débil.

 

Asimismo, el doctor Ibarra Ramírez recomendó que las mujeres embarazadas extremen precauciones y pongan  especial atención con lactantes, ya que ambos grupos son proclives a adquirir todo tipo de infecciones.

 

En cuanto a los síntomas, señaló que los  más comunes comienzan  entre  2 y  6 horas posteriores a la ingesta del alimento, aunque podría ser mayor el período -dependiendo la causa-; en la mayoría de los casos apuntó, incluye cólicos abdominales, diarrea, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y debilidad.

 

Advirtió que podrían presentarse complicaciones como deshidratación, artritis, problemas hemorrágicos, daño al sistema nervioso, afectaciones renales e hinchazón o irritación del tejido alrededor del corazón; en estos casos, puntualizó, es vital acudir al médico, más aún si se presenta sangre o pus en las heces,  fiebre por arriba de 38 ° C y signos de deshidratación (sed, vértigo o mareo).

 

Finalmente, recomendó la ingesta suficiente de líquidos y  no administrar medicamentos a los niños sin prescripción médica. “Si presenta diarrea, vómitos y no puede conservar suficientes líquidos en el cuerpo,  debe acudir al médico para que se le administren por vía intravenosa, especialmente cuando se trata de  niños pequeños”, concluyó.