TIJUANA, B.C., a 25 de septiembre de 2018.- Con el objetivo de la ciudadanía conozca la tercera etapa de transformación del Sistema Penitenciario de Baja California, el Subsecretario David Limón Grijalva, se reunió con el Grupo Minarete conformado por políticos, empresarios, académicos y activistas de la ciudad de Tijuana, donde expuso los planes a mediano y corto plazo en beneficio de los privados de la libertad.
Limón Grijalva explicó ante el grupo que preside Humberto Inzunza, que la primer etapa del sistema penitenciario fue la del autogobierno, donde en el año 2002 la sobrepoblación era superior al 150% por lo cual las autoridades llevaron a cabo la destrucción de la cárcel de La Mesa llamada “El Pueblito”, convertida hoy en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tijuana.
Señaló que eso sin duda vino a dar inicio a la segunda etapa con un nuevo modelo penitenciario que a más de una década ha permitido contar con Ceresos de primer nivel, certificados por organismos internacionales que dan a los privados de la libertad un mejor espacio para su reclusión, así como efectivos programas de reinserción social, fomento al trabajo y autoempleo.
“Este trabajo ha sido excelente por la administración que encabeza el Gobernador Francisco Arturo Vega de Lamadrid, pero la instrucción del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gerardo Manuel Sosa Olachea, como parte de la “Cruzada por la Seguridad, Tarea de Todos” es ir más allá, dar un paso más para una completa reinserción de los privados de la libertad”, precisó el funcionario estatal.
Explicó que una de las propuestas es añadir un historial de estudios que se encuentre al reverso de la constancia de antecedentes penales, para que cuando la persona obtenga su libertad muestre que efectivamente estuvo preso por un delito y que pagó ese error que cometió pero que también se señale que se capacitó para el trabajo, concluyó sus estudios desde primaria a nivel bachillerato ó universidad y cumplió con la parte psicológica.
Asimismo se busca trabajar con los integrantes de la familia del privado de la libertad, que cuenten con servicios médicos, apoyos escolares para los hijos, brindarles terapias psicológicas y apoyos sociales, por lo que con esta acción se ampliaría el espectro de posibilidades ya que los privados de la libertad obtendrían mayores oportunidades de reincorporarse a la sociedad y ser ciudadanos de bien.