• Se han atendido 4 mil 453 casos durante el presente año.
  • Enfermedad provocada por más de  treinta diferentes agentes.
  • Menores de 23 meses y personas mayores de 60 los más susceptibles.

 

Tijuana, B.C., 03 de noviembre 2016.-  La neumonía es una infección de los pulmones que provoca que los sacos de aire se llenen de líquido o pus, lo que dificulta que llegue suficiente oxígeno; lo más relevante es que tiene su origen en  más de 30 causas diferentes, entre las que destacan tres: bacterias, virus y sustancias químicas.

 

El doctor Abraham Martínez, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que en función del agente causal, este padecimiento recibe diferentes nombres, el más común y típico es neumonía bacteriana, que afecta a cualquier persona, desde bebés hasta ancianos. Los alcohólicos, los fumadores, personas con debilidad  y  con enfermedades respiratorias, tienen más riesgo de contraerla.

 

Apuntó que la neumonía por estreptococos es la más frecuente y hay una vacuna disponible para prevenirla (Antineumoccocica) que se aplica principalmente a los menores de 23 meses y mayores de 60 años. El inicio de la  bacteriana puede variar de gradual a repentino y en los casos agudos, el paciente puede sufrir escalofríos agitantes, dolor agudo en el pecho y tos con esputo color herrumbre o verdoso.

 

Agregó que las posibilidades de recuperarse de una neumonía son mayores bajo ciertas condiciones: menor de 30 años, diagnóstico oportuno y un sistema inmunológico fuerte. La mayoría de las personas pueden ser tratadas en su casa.

 

Aparte de antibióticos, los pacientes deben contar con una buena alimentación y oxígeno -en casos necesarios-. El descanso es importante para asegurar el progreso hacia una recuperación completa y evitar las recaídas.

 

Abraham Martínez destacó que debido a que la enfermedad por lo regular es una complicación de la gripe, una buena manera de prevenirla es vacunarse contra la influenza, además de mantener buenos hábitos de salud, alimentación e higiene;  descanso y ejercicio físico, lo que aumenta la resistencia a todas las enfermedades de las vías respiratorias.

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