** Con el acento rosarino que le distingue Páez hizo homenaje al yucateco Armando Manzanero con Esta tarde vi llover, los arreglos de la canción revitalizaron el tema. El romance seguiría con 11 y 6, “No me digás te amo con ese acento de varón” reviró Páez a un emocionado grito surgido de entre las butacas.
TIJUANA, B.C.- Sensible, intenso y muy cercano al público resultó el primer concierto que Fito Páez ofreció en esta frontera desde la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana, como parte de su gira Solo Piano, un recital que emocionó desde el inicio a los presentes; “Tijuana Dale alegría a mi corazón” cantó el autor de Cable a tierra.
Piluso y El amor fueron los temas entre los que intercaló algunos mensajes para sus seguidores. “Estoy feliz de estar por primera vez en Tijuana, quiero hacer un homenaje a un argentino que vivió en los días de la dictadura militar” en Argentina, dijo, al tiempo que interpretaba los acordes deDesarma y sangra de su coterráneo el rockero Charlie García, estableciendo un contacto sólido con los asistentes, que no dejaron de corear y aplaudir cada canción.
Luego de La rueda mágica y Giros y con el acento rosarino que le distingue Páez hizo homenaje al yucateco Armando Manzanero con Esta tarde vi llover, los arreglos de la canción revitalizaron el tema. El romance seguiría con 11 y 6, “No me digás te amo con ese acento de varón” reviró Páez a un emocionado grito surgido de entre las butacas.
Los guiños de Fito Páez a la Latinoamérica rebelde y contestataria de los setenta fueron muy claros; Los ejes de mi carreta, de Atahualpa Yupanqui y Gracias a la vida, de Violeta Parra, hicieron homenaje al origen folclorista de Páez, así como sus propios temas Nocturno en sol yWalts for Marguie dieron cuenta de refinado estilo al piano que el artista ha conseguido.
Cuando sonó Brillante sobre el mic, el cantante y su público habían llevado la conexión a una nueva escala, dispositivos electrónicos y celulares iluminaron la sala, grabando fotografiando y acompañando al solitario pianista que con Mariposa technicolor, hacia juegos de palabras, “Tijuana, me suena a iguana y a marihuana, a despertar un poco muchachos”.
Dar es dar sirvió de despedida, el público fronterizo con aplausos y gritos hizo volver al escenario a Fito quien cantó a capella y en la orilla misma del escenario el casi místico tema Yo vengo a ofrecer mi corazón y regaló finalmente A rodar, afirmando por enésima vez “gracias Tijuana les prometo que volveré”.
La cercanía que Fito Páez buscó establecer con el público de esta ciudad quedó de manifiesto días antes del concierto cuando convocó desde sus redes sociales a fotógrafos que desearan hacer registro de su presentación, de los cientos de candidatos su equipo seleccionó a Gonzalo González quien reveló en entrevista que “es una responsabilidad de hacer un buen trabajo, es halagador que me lo permitan aún sin conocerme, tengo este reto de sacar un buen producto al final, que el público pueda apreciar el concierto desde las imágenes que yo pueda hacer”.