Por Gerardo Díaz Valles
GOBERNADOR
PLAYAS DE ROSARITO B.C.-“A toda acción, una reacción”, y si el Gobernador del Estado Francisco Arturo Vega de Lamadrid no entiende y menos escucha que “los pleitos no son buenos, aún ganados”, hoy más que nunca debe considerar continuar o remover a sus flamantes asesores de Comunicación Social e Imagen, para darles las gracias y refrescar a su gabinete, o bien sujetarse a las funestas competencias que implica aferrarse a una decisión mal tomada. Y es que si algún político, dentro y fuera de una campaña, sabe de la importancia, de lo fundamental que es el tener como aliados a los Medios de Comunicación, ha sido precisamente él, pues a su paso por la política, el otrora famoso y carismático “Kiko”, logró remontar en buena medida ese lastre de imagen que se cargaba como un excéntrico e intolerante millonario que llegó a ser Presidente Municipal de Tijuana. Propietario de sospechosas casas de empeño que lucran con la usura, promotor de “jugosas” auto compras, especulador del metal para impulsar horrendas y bromosas obras monumentales, medrar con un sinnúmero de auto compras con la ayuda de sus amigos. O bien como insípido diputado turista que fue y donde su principal logro que ostenta fue el haberse paseado de lo lindo por el mundo para presumir la calidad de los vinos de Baja California. Y ahora como Gobernador de los Bajacalifornianos, confrontado con los medios informativos, no queremos creer que se aventurará a continuar por esa ruta suicida. Insistimos mal-aconsejado por una cauda de aduladores y sanguijuelas. Los mismos que presumen que “para salir avante en la política”: vale más tomarse sus pastillas de “Vale-Madrina” y embadurnarse el cuerpo con aceite de Cahuama del Golfo, “para que todo se le resbale”, criticas, reclamos y demandas incluidas. Oh bien, Vamos Viejo!, rinde culto a sus mentores en la política encabezados por Don Hector Terán (El Caballero de la Política). Hoy le decimos con todo el respeto que me merece su alta investidura: Señor Gobernador: que son tiempos de empezar a escuchar, de recapacitar, es de nobles y grandes hombres reconocer las fallas y de sabios el aceptar las equivocaciones para empezar a recomponer el escenario político que se presenta, nada halagüeño por cierto. Los niños, los jornaleros agrícolas, los maestros, jubilados, las amas de casa, la gente trabajadora de manos callosas que como buen Sonorense, usted debe de conocer muy bien. No le dé la razón a sus detractores gratuitos, de esos que aseveran que “a Kiko ya lo perdimos, irremediablemente”. Como ese otro de sus funcionarios de la SIDUE cuando justifica la tala indiscriminada de árboles, para dar paso a una ostentosa obra: “es que estaban enfermos”, a quien le reviramos por este medio, que enfermos sí, pero de poder, de avaricia y de soberbia, están algunos de nuestros gobernantes. Pendientes.
