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  • Más recomendable la ingesta de productos frescos.
  • Evitar su consumo si hay antecedentes de alergia.
  • Ideal para niños y personas de la tercera edad.

 

En esta temporada aumenta el consumo de pescado, por lo que es necesario considerar algunas medidas preventivas en su compra para evitar infecciones gastrointestinales.

En nuestra región se ofrece una amplia variedad de pescados como róbalo, huachinango, cazón, mero, bagre, lisa, sierra, mojarra, atún y salmón, entre otros. Para comprarlo debe reunir las siguientes características: ojos brillantes, que no estén opacos, turbios ni hundidos; branquias coloradas y sin manchas, piel muy brillante y firme; carne dura; escamas bien adheridas al cuerpo, sin mal olor y que no se desbaraten o se desprendan fácilmente al momento de manipularlo.

La licenciada Rocío Romero Valdovinos, nutrióloga del Hospital General Regional (HGR) # 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que por su alto contenido en sodio, el consumo de este alimento debe restringirse en el caso de personas que padecen hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica o cirrosis; quienes  deben limitarse a las indicaciones de su nutriólogo o médico tratante.

Por ser importante fuente de proteínas de alto valor biológico, dijo, el consumo de pescado es importante en todas las etapas de la vida a partir del segundo año, con excepción de niños con antecedentes familiares de alergia a este alimento. Se recomienda sobre todo a las mujeres embarazadas y en período de lactancia, ya que el hierro que contiene es útil en la prevención y tratamiento de anemia.

Este alimento también es necesario para los adolescentes, los adultos mayores y sobre todo para pacientes que requieren regeneración tisular o presenten procesos infecciosos como úlceras de presión, cirugía general, quemaduras y neoplasias.

Romero Valdovinos explicó que por su textura y consistencia, el pescado es útil en las personas con problemas bucodentomaxilares y de la deglución. Es también recomendable en personas con fisura u obstrucción intestinal, con diverticulitis y fibrosis quística.

Por último, la especialista del IMSS dijo que las personas sensibles o con antecedentes familiares de alergia a pescados, pueden presentar desde urticaria, angioderma, dermatitis, rinoconjuntivitis, edema laríngeo, asma, náusea, vómito, diarrea, cólico abdominal, migraña, hasta shock anafiláctico, por lo que en esos casos se recomienda evitar su consumo

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