Tijuana, Baja California, a 20 de abril de 2021.- Previo al inicio de la segunda fase de vacunación en adultos mayores en la ciudad, la Dirección Municipal de Salud (DMS) recomienda continuar con actividades físicas fáciles de realizar en casa para mantener una vida saludable.
No existe pretexto alguno para ejercitarse y cuidar la alimentación en casa. Desde el inicio de la pandemia por Covid-19 y en su transcurso ha habido cambio de hábitos para toda la familia, por ello es importante seguir las recomendaciones del sector salud para evitar enfermedades no transmisibles generadas en su mayoría, por el sedentarismo.
Aun cuando el uso de los aparatos electrónicos repuntó por las clases virtuales y los trabajos realizados desde casa, la dependencia recomienda la reducción del tiempo que se utiliza para ver la televisión o para el uso de dispositivos electrónicos.
Si las personas no pueden salir de casa ante las nuevas restricciones aplicadas a partir del primer minuto de este 19 de abril por el aumento de casos a causa del virus, existen muchas formas para ejercitarse como saltar la cuerda, realizar ejercicios en línea, bailar y hasta aprovechar los juegos activos.
Entre las actividades en espacios abiertos con poca afluencia, se recomienda pasear a la mascota alrededor de la cuadra, interactuando únicamente con la familia y mantener la sana distancia.
Entre las medidas preventivas, la DMS solicita elegir alimentos saludables que ayuden a mantener una buena nutrición y mejorar la calidad de vida, que al mismo tiempo evitan enfermedades.
El Ayuntamiento de Tijuana resalta la importancia de consumir frutas, verduras, cereales, tubérculos, leche y sus derivados y alimentos de origen animal, así como la disminución del consumo de refrescos, jugos, comida chatarra, dulces, tabaco, alcohol y sustancias tóxicas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue tres grupos: de 5 a 17, de 18 a 64 y de 65 años de edad, para realizar las recomendaciones de los ejercicios, luego de comprobar que la falta de actividad física es un factor de riesgo considerable para las enfermedades no transmisibles (ENT), como accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer.