TIJUANA, Baja California (TorosDeTijuana.com-Armando Esquivel) 16 de julio 2020 – “No yo ya no; ya estuvo”, dijo Manny Barreda la tarde del domingo 16 de julio a su llegada al estadio Chevron, para prepararse y abrir el tercer duelo de la serie contra Olmecas de Tabasco.
Como todos los beisbolistas y sobre todo los lanzadores, el beisbol está envuelto por rutinas, cábalas o “muñecos” que son respetados y le dan un toque especial al “Rey de los Deportes”.
Por lo general, el día de juego, el pitcher abridor es quién arma su propia rutina y decide que música se escucha en el clubhouse las horas previas al juego, tiene una hora especial de llegada al estadio y elije la casaca que habrá de utilizarse ese día.
Ese domingo 16 de julio de hace tres años, Toros de Tijuana y Generales de Durango amanecieron como los únicos dos equipos sin un “Doble Cero” registrado a su favor en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), sin embargo al final de la noche, los “bureles” dejaron sola a la “Tropa” en esa estadística.
“Antes del juego siempre tengo una rutina, trato de hacer lo mismo; en esos días acostumbraba comer mi sushi antes de ir al estadio, llegué casi a la misma hora, casi “rayando”, entonces recuerdo que cuando llegué al estadio me dijeron que teníamos que utilizar cierta casaca para ese día y a mí ya me tenían como el elegido para usar casacas especiales, así que les dije que no”, recordó Manny Barreda en entrevista al podcast “Círculo de Espera” que se transmite de lunes a viernes a las 19:30 horas a través de la 1550AM.
La negativa de Barreda tuvo que ser comunicada al patrocinador de la casaca que se tenía agendada para utilizarse en ese día que se celebraba “El Día del Aficionado”, sin embargo, el problema no paso a mayores, ya que la jersey que quería utilizar Manny era del mismo socio comercial.
“Creo que la jersey que querían que usáramos ese día era negra con dorado y nuestra gorra era negra con rojo o sea que con tantos colores no combinaba por ningún lado; entonces hubo un problemita y tuvieron que hablar con el patrocinador, pero afortunadamente la casaca programada y la que yo quería era de la misma marca y además la que yo pedía era todavía menos utilizada”, explicó.
La casaca elegida por el diestro de Sahuarita, Arizona es la negra con letras rojas que dice Tijuana y tiene como particularidad que no tiene botones y es en cuello “V”.
La objeción del diestro de Sahuarita, Arizona era muy clara, ya que sentía que a él le cargaban la mano para obligarlo a cambiar seguido de casaca y afectarle su rutina.
“El martes anterior me había tocado lanzar y también me pusieron una casaca especial que tampoco combinaba con la gorra, entonces yo ya un poquito cansado de esta situación les dije que yo no quería lanzar con la casaca dorada y que yo quería otra, una negra con rojo”, agregó.
El episodio se mantuvo en su cabeza durante el calentamiento y hasta el inicio del juego en el que lo esperaba una cita con la gloria.
“Salí un poquito frustrado con esa situación y en el calentamiento me acuerdo hablar con Roberto Espinoza que era el coach de pitcheo y me desahogué con él; cada rato querían que yo utilizará casacas diferentes y él como pudo me calmó y ese coraje me lo llevé a la loma porque las primeras entradas hice demasiados lanzamientos y ya después me fui calmando”, indicó.
Al final de la noche, Manny Barreda lanzó sin hit ni carrera y sus compañeros le anotaron dos carreras en la tercera entrada y otro par en la cuarta a Ángel “Mamba” Araiza, para que Toros de Tijuana se impusiera 4-0 y completara la limpia en el estadio Chevron, en la que fue la séptima de las 16 victorias en fila que conseguirían los dirigidos por Pedro Meré en ese 2017.
El derecho enfrentó a 29 bateadores y aprovechó para sumar catorce ponches, regaló dos bases por bolas, ambas a Sandy Madera y su cuadro le cometió un error.
“Le saqué la vuelta a Madera porque era un bateador muy difícil así que le lancé difícil para que el mismo se embarcara y terminé dándole la base dos veces”, recordó.
En total fueron 135 lanzamientos de los cuales 85 fueron en la zona buena y así lo decretó el ampáyer principal Vicente Madero, quien estuvo detrás del receptor Gabriel Gutiérrez.
Esa joya ha sido la más reciente en la LMB y es la única desde el 2012 cuando Walter Silva hizo lo propio con Sultanes de Monterrey en un duelo contra Rieleros de Aguascalientes.
En cuanto al uniforme, ya nunca más se metieron en la rutina de Manny Barreda.
Les dije “No yo ya no, ya estuvo suave”, concluyó.
Horas después esa casaca quedó guardada para la historia de Toros de Tijuana.
*Entrevista completa en nuestras redes en el Podcast “Círculo de Espera”.