La icónica introducción de “We Will Rock You”, el coro in crescendo de “We Are the Champions”, los fascinantes cantos operísticos de “Bohemian Rhapsody” …
¿A quién no le dan ganas de cantar cuando escuchan estos himnos? ¿Quién puede evitar zapatear con ritmos tan estimulantes? ¿Quién puede olvidar aquel momento cuando el concierto de Live Aid de 1985 alcanzó su máximo ímpetu en un abrir y cerrar de ojos cuando Freddie Mercury subió al escenario contoneándose y puso frenética a la multitud al mismo tiempo que entonaban cantos comunales?
Ya han pasado más de 25 años desde la muerte del cantante principal y extravagante líder Freddie Mercury, pero su música todavía vive. Freddie redefinió y trascendió los estereotipos, así como la música de Queen, que se rehúsa a que la asignen a cualquier género tradicional. Quizás esa es la razón por la cual la banda es un fenómeno tan intergeneracional, multicultural y mundial.
Ahora, el ganador del Emmy® Rami Malek (Mr. Robot) viste la muy ceñida maya entera (catsuit) y toma parte del pedestal con el micrófono para asumir el papel del rey del rock pop en Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, una celebración trepidante de la música de Queen y de la extraordinaria vida del cantante principal Freddie Mercury.
Al lado de Malek, está Lucy Boynton (Murder on the Orient Express) como Mary Austin, Gwilym Lee (Jamestown) como el guitarrista Brian May; Ben Hardy (The Women in White) como el baterista Roger Taylor; Joe Mazzello (Jurassic Park) como el bajista John “Deacy” Deacon; Aidan Gillen (Game of Thrones) como John Reid, primer representante de Queen; Tom Hollander (The Night Manager) como Jim “Miami” Beach, abogado convertido en representante del grupo; Allen Leech (Downton Abbey) como Paul Prenter, quien comenzó como asistente de Reid y se convirtió en el manager personal de Freddie Mercury; Aaron McCusker (Shameless) como Jim Hutton, perdurable novio de Freddie; y Mike Myers (Austin Powers) como Ray Foster, ejecutivo de EMI Records.
Anthony McCarten (Darkest Hour, The Theory of Everything) escribió el guión, a partir de una historia suya, junto con Peter Morgan (The Crown, The Queen). El filme es producido por Graham King (The Departed, The Aviator) y Jim Beach (The Krays, The Hotel New Hampshire), y dirigido por Bryan Singer (X-Men, Superman Returns). Arnon Milchan (The Revenant, Gone Girl), Denis O’Sullivan (Tomb Raider, World War Z), Justin Haythe (Red Sparrow, Snitch), Dexter Fletcher (Eddie the Eagle, Wild Bill) y Jane Rosenthal (The Wizard of Lies, About a Boy) fungen como productores ejecutivos.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
El productor Graham King fue persuadido por el galardonado escritor Peter Morgan para que comprara los derechos de la historia de Freddie Mercury y la banda Queen. “Estaba en plena producción de la película Hugo y Peter me llamó para preguntarme si me gustaba la banda”, recuerda. “Le dije, ‘Sí, ¡adoro a Queen!’. De inmediato, me comentó que estaba escribiendo este guión por su cuenta y que nadie tenía los derechos de su historia, por lo que me instaba a pensar involucrarme en el proyecto”.
King sabía algo acerca de la vida de Freddie, toda vez que creció en Londres durante la década de los ’70 y ’80. Después de una prolongada conversación telefónica con Jim Beach, abogado de Queen, a King le presentaron a los miembros fundadores de Queen, el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor, y ahí se cerró el trato.
Como King esperaba, May y Taylor estaban nerviosos al principio con el proyecto, pero el historial de King como un hombre que ha producido premiadas películas acerca de figuras notables, tales como Howard Hughes en The Aviator y Muhammad Ali en Ali, así como la del ex agente de la CIA Tony Mendez en Argo, fue muy útil para apaciguar sus ansiedades. “Provengo de un entorno de grandes películas de Hollywood, y me parecía que la historia merecía ser contada a ese nivel”, comenta King. “El filme es un celebración de la música, además de perpetuar el legado de Queen y Freddie, con el que se pretende mostrar a una generación totalmente nueva quién fue Freddie —sus antecedentes en Zanzíbar, su llegada a Londres como inmigrante, el prejuicio con el que tuvo que lidiar mientras crecía, su timidez e inseguridades con respecto a su apariencia, cómo luchó contra muchos frentes distintos, su brillantez como compositor y músico, cómo encontró a otra familia en la banda, su reinvención como un intérprete fuera de lo común, sin dejar de ser alguien que todo mundo quería y que podía salirse con la suya con ciertos comportamientos muy extravagantes—, todo ello enmarcado con la creación de un sonido que era innovador y vanguardista para la época. El periodo de 1970 a 1985 se sintió como la parte más importante de la historia de la vida de Freddie y de la banda, y termina con el éxito en Live Aid”.
May y Taylor fueron parte del equipo a lo largo de todo el proceso creativo, justo como King quería, y su involucramiento aseguró que la película permaneciera fiel a la historia. “El filme está contando las historias de sus vidas, y nadie las conoce mejor que ellos”, comenta. “Puedes leer la cantidad que quieras de libros y artículos de revistas y ver tantos videos y entrevistas como puedas, pero cuando te puedes sentar con los tipos que te pueden llevar de la mano a través de la historia, que te pueden contar anécdotas acerca de Freddie que nunca te enterarías en la actualidad, eso significó el mundo para mí. Todos sentimos que no debíamos hacer la película a menos que todo fuera correcto —la historia, el reparto—, y que, por ende, todo lo demás se acomodara en su lugar. Para mí, a resumidas cuentas, es que todo aquel involucrado se sintiera orgulloso del relato, orgulloso de una película acerca de la historia de sus vidas, que va a ser exhibida por todo el mundo”.
El proyecto pasó por varias encarnaciones hasta que alcanzó finalmente la pantalla, y May y Taylor estaban impresionados por la tenacidad y compromiso de King. “Graham King es un productor sensacional, que ha estado con nosotros a lo largo de todo el camino”, comenta May. “Hubo momentos en los que Roger y yo pensamos que nunca iba a suceder. Así que, de hecho, que Graham lo haya logrado con un equipo y reparto tan espléndidos es muy emocionante”.
No es de sorprender que Freddie Mercury todavía tenga un lugar especial en el corazón de Brian May. “Tengo muchísimos recuerdos de él”, recuerda con cariño. “Recuerdo esa sonrisa pícara y ese brillo en su mirada. Y podía decir algo totalmente inapropiado y travieso. Pero era muy divertido y amable, y no había una pizca de maldad en él. Sin embargo, sí tenía mal genio, y reaccionaba ante ello, pero debajo de eso era muy tímido, y si había un enfrentamiento, lidiaba con él y después no quería saber nada. Recuerdo la gran calidez que Freddie tenía, y cómo no perdía tiempo alguno en cualquier cosa. Siempre estaba enfocado, siempre sabía qué quería para salirse de una situación que no fuera de su agrado. Y esa es una buena lección para aprender, en vez de intentar complacer a todos los demás en un momento dado”.
King también se siente orgulloso de que la película logre mostrar cómo conformaron su música. “¿Cómo crea su música una banda? Eso es algo muy difícil de mostrar en la pantalla”, comenta. “La audiencia va a disfrutar mucho ver esos procesos. No sólo es la historia de Freddie, es también la historia de cómo crearon el sonido. Cómo inventaron ‘Bohemian Rhapsody’, que fue destrozada por completo cuando la lanzaron”.
Una de las escenas que incluyeron con la que May estaba particularmente satisfecho fue la de la primera aparición de la banda en el legendario programa de televisión Top of the Pops, de la BBC, en 1974, donde tocaron “Killer Queen”. Esta presentación impulsó a la banda al estrellato internacional, a pesar de la interpretación extravagante y sugerente de Freddie y su muy ceñido atuendo aún más sugerente, o quizás debido a ello.
“Otra banda canceló de último momento, y de repente estábamos dentro”, comenta May. “Pero para nosotros fue muy extraño porque la política de la BBC en aquel entonces era que nadie tocara en directo, sino que hubiera una pista y el cantante hiciera playback. Fue algo que siempre nos incomodó porque éramos en gran medida una banda acostumbrada a tocar en directo. Pero eso nos llevó a tomar la decisión de hacer el video para ‘Bohemian Rhapsody’, porque sabíamos que nos íbamos a ver ridículos parados en ese escenario haciendo mímica. Gracias a que la canción alcanzó el primer lugar y permaneció ahí durante seis semanas, Top of the Pops reprodujo el video durante el mismo periodo. No caímos en cuenta que iba a dar la vuelta al mundo y tener el mismo efecto. En Australia, por ejemplo, donde no habíamos dejado una gran huella, fue un enorme éxito. Sin lugar a duda, ese video nos convirtió en estrellas”.
La película comienza y termina con la actuación icónica de Queen en Live Aid. Este concierto fue uno de los eventos culturales más importantes de la década de los ’80, toda vez que reunió a las superestrellas más grandes del mundo para hacer un concierto de beneficencia en dos recintos: el estado de Wembley en Londres y el estadio John F. Kennedy en Filadelfia, el 13 de julio de 1985. Organizado por Bob Geldof y Midge Ure para recabar fondos para aquellos afectados por la hambruna en Etiopía, el concierto fue una de las conexiones satelitales y transmisiones de televisión más grandes de todos los tiempos, al haber sido visto por una audiencia que alcanzó 1.9 billones de personas en 150 países de todo el mundo.
La presentación de Queen fue una inyección de energía para los organizadores de Live Aid. “La gente lo estaba viendo en el Reino Unido, pero no estaban llamando para donar dinero, que de eso se trataba todo el concierto”, comenta King. “Freddie subió al escenario e interpretó un set que la banda había ensayado durante tres semanas, así que fue un set perfecto de 20 minutos, que provocó una comunión generalizada. Los hizo darse cuenta de qué se trataba todo el evento”.
King cree que los antecedentes multiculturales de Freddie contribuyeron en la explicación del porqué sucedió esto. “Me parece que Freddie fue alguien que hacía que la gente se uniera sin importar su raza, sexualidad o nacionalidad; la gente se juntaba cuando Freddie subía al escenario. Fue un momento que te daba escalofríos. Cuando Freddie le dijo a la gente que llamara por teléfono, la gente escuchó y comenzó a hacerlo. La presentación de Queen fue la que tuvo la donación más grande, alrededor de un millón de libras esterlinas, ¡que en aquel entonces era inmensa!”.
Cada uno tiene sus propios recuerdos de ese día, pero tuvo un significado especial para aquellos que se presentaron ahí, en especial para Brian May. “Recuerdo la adrenalina; todo era vertiginoso y emocionante”, recuerda. “Porque era algo irrepetible y un poco aterrador, aunque de una manera muy agradable. Como con toda tocada, hubo ese gran alivio cuando nos bajamos del escenario. Estás contento de que no sucedió nada terrible, que no hubo situaciones caóticas, y como que has logrado absolverte de una manera correcta. Fue una gran sensación, y recuerdo que Bob Geldof estaban muy satisfecho. Es un gran recuerdo porque todos los que participaron hicieron sus egos a un lado, y se apoyaron y alentaron entre ellos”.
CONFORMANDO EL REPARTO DEL FILME
Encontrar los actores adecuados para interpretar los papeles fue una experiencia intimidante, particularmente cuando se trató del rol de Freddie Mercury. El papel es desafiante. El actor no sólo tenía que ser capaz de transmitir la complejidad emocional de Mercury, sino que también, dadas las múltiples recreaciones de las presentaciones en directo de Queen en la película, tenía que comprender el movimiento y el baile, que eran de suma importancia para la personalidad que Mercury reflejaba en escena.
Graham King describe el viaje emocional por el que Mercury pasó durante su vida: “Freddie fue un tipo que no representaba nada. Era un luchador. En aquella época no era fácil ser inmigrante en el Reino Unido. No alcanzó el éxito de la noche a la mañana, ni se volvió una estrella de inmediato. Se convirtió en una al no aceptar un ‘no’, al no ser negativo y siempre contraatacar los reveses con algo más grandioso y mejor. Eso fue lo que Queen logró hacer muy bien con su música. Cada vez que pensabas que habías escuchado lo mejor de Queen, una canción nueva salía y te maravillaba”.
Rami Malek, la estrella nacida en Los Ángeles, ganadora del Emmy® y protagonista de la serie de televisión Mr. Robot, fue el actor que King y los realizadores eligieron para ocupar los zapatos de Mercury. Malek amaba la música y estaba fascinado con respecto a la oportunidad de saber más acerca de este icono musical. “Sabía que Queen era un gigante y que Freddie Mercury era un icono y un héroe para muchos”, comenta Malek. “Pero creo que no comprendía completamente cuán importante es para tanta gente alrededor del mundo. La fanaticada de Queen es inmensa. Siempre fui aficionado de Queen y Freddie Mercury, pero fue sólo cuando comencé a investigar a la banda que me di cuenta que comenzaron en la década de los ’70, cuando todos tenían el cabello largo, las uñas pintadas de negro y usaban atuendos extravagantes. Creo que la mayoría de la gente identifica a Freddie como este hombre musculoso, con el cabello a rape y bigote, camiseta sin mangas, que tenía una tonelada de bravuconería y machismo. También fue asombroso haber podido llegar a conocer las múltiples versiones de él y también su lado muy dulce”.
La inquietud inicial de Malek con respecto a abordar un papel tan icónico se apaciguó poco tiempo después.
“Cuando te das a la tarea de interpretar a Freddie Mercury, piensas, ¿cómo diablos voy a poder llenar esos zapatos?”, comenta. “Lo abordé como si lo hiciera con cualquier otro papel. Así que lo despojé de sus logros en cuanto a sus interpretaciones —su habilidad para comandar el escenario, su canto, su manera de tocar el piano— y encontré en su esencia a un hombre muy complejo, que estaba intentando descubrir su identidad. Eso fue algo que sabía cómo abordar. Si podía partir de ahí, iba a ser capaz de tener los cimientos iniciales que te dan la confianza para hacer el resto de las cosas.
“Una cosa acerca de Freddie Mercury que es innegable es su magnetismo”, continúa Malek. “Cuando estaba en el escenario, sosteniendo esa mitad de micrófono, o sentado en el piano, se sentía capaz de hacer cualquier cosa. Lo que era mágico acerca de él fue el intercambio que tenía con todos en la audiencia, donde se les permitía sentir la misma cosa —podía llegar a ti, como si hubieras sido la única persona en la habitación— y es ese intercambio lo que lo hace uno de los artistas más únicos, notables y revolucionarios de nuestra época o de cualquiera”.
Graham King concuerda: “Nadie podía comandar una audiencia como Freddie lo hacía. Sabía cómo comportarse para llamar la atención del tipo que se encontraba al fondo del estadio. Pensaba en los marginados. Y todo lo que transmitió lo obtuvo de sus raíces. Me parece que jamás perdió sus orígenes y lo que éstos significaban para él. Y creo que las canciones que compuso fueron parte de la personalidad de Freddie, que decía, ‘sí, podré ser el cantante, pero todos podemos cantar juntos. Todos podemos amarnos. Todos podemos intentar encontrar un lugar en este mundo donde nos podamos llevar’. Y me parece que eso significaba mucho para él”.
Para Malek, uno de los temas más importantes del filme es el sentido de la familia y de cómo ésta protege y abriga. Cuando Paul Prenter es contratado como asistente de John Reid, representante de la banda, el grupo, la familia de facto de Mercury, es hecha pedazos. Prenter engatusa a Mercury para ganarse su confianza y lo alienta a que satisfaga su hedonismo. También convence a Mercury de que deje la banda y que vuele con sus propias alas en Alemania. “La banda ve a Paul como alguien astuto y mañoso”, comenta Malek. “Guio a Freddie por un camino que se volvió muy turbio —las fiestas, los centros nocturnos, las drogas, el alcohol. Basta una visita de Mary Austin, la persona más cercana a él, para que se dé cuenta que las personas que conoce en Múnich no son una familia y que no están tomando en consideración sus intereses. Ahí es cuando Freddie se da cuenta que ha perdido una parte de sí mismo y que ha perdido a la banda, lo que finalmente lo lleva a ajustar cuentas. Se percata de lo mucho que depende de estos otros tipos en su banda y de ella [Mary]”.
Malek estaba muy agradecido de que Brian May y Roger Taylor estuvieran muy involucrados en el filme. “El haber tenido a Brian y Roger en el proceso fue crucial”, comenta. “Nadie domina su historia y a esta banda mejor que ellos, así que su conocimiento fue invaluable. El que hayan estado ahí, animándonos, también fue un estímulo tremendo para nuestra confianza. Saber que estaban ahí, viendo, elevó nuestro juego. Es muy difícil poner la historia de tu vida en manos de extraños, pero sí los llegamos a conocer, y esto generó un nivel de confianza tal, que no queríamos decepcionarlos”.
Cuando se trató de la preparación para las escenas de los conciertos en directo, Malek implementó un método inusual. “Sabía que iba a tener que cantar, de hacer un acento británico, de moverme por todo el escenario, por lo que era evidente que iba a necesitar a un entrenador de movimiento”, comenta. “Me reuní con Polly Bennett y de inmediato nos llevamos bien”.
Como entrenadora de movimiento, Bennet ayudó al actor a identificar e interpretar cómo se movía Freddie Mercury. “El movimiento no sólo es la interpretación”, explica Bennett. “Es todo lo que el personaje es y siempre ha sido”.
Bennett comenzó viendo la herencia de Freddie Mercury, específicamente lo que ella apoda su herencia de movimiento, en la que todo recuerdo de cómo una canción fue interpretada influiría en la forma en la que Malek lo iba a hacer.
“Rami y yo pasamos por ese proceso con todas las canciones, en el que nos detuvimos a pensar qué fue lo que le sucedió a Freddie antes de un momento en particular, lo que nos iba a indicar el estado de su cualidad física. Rastreamos todos los eventos que le sucedieron desde la década de los ’50 hasta 1985, que es cuando la película termina, para ver cómo iban a impactar ese carácter físico”.
Bennett menciona que el hecho de que Freddie haya sido durante su infancia boxeador, golfista, corredor de larga distancia, afectó sus movimientos más tarde en la vida. “Puedes ver los golpes en sus presentaciones, puedes ver cómo alza sus rodillas cuando corre y cómo, en ocasiones, usa el micrófono como un palo de golf. Todo esto es evidencia de su memoria muscular física. Además, fue criado en Zanzíbar con una cultura específica, y eso se demuestra en su uso de ornamentos y colores en su ropa. También nos dimos cuenta de los pequeños trucos que hacía para cubrir sus dientes, especialmente durante los primeros años, y cómo pierde eso conforme envejece y adquiere una mayor confianza en sí mismo, al cantar con una boca mucho más amplia y sonriendo en escena”.
En su investigación también salió a relucir el amor de Freddie por Liza Minnelli y la película Cabaret, su interés en el trabajo del director/coreógrafo Bob Fosse y su admiración por la ópera y sus divas glamorosas, al igual que por sus coetáneos Mick Jagger y David Bowie. “Rami y yo trabajamos en darle a sus interpretaciones de principios de la década de los ’70 un poco de la silueta de Bowie aquí o el movimiento de la mano de Liza Minnelli allá, que después desaparecieron conforme comenzó a aceptar su homosexualidad. Tienes que recordar que la homosexualidad sólo fue despenalizada cuando él tenía veinte años, y hubiera tenido un gran efecto en su sentido del espacio y actitud con otras personas. Pero conforme compone más canciones y se vuelve famoso, se hace más audaz”.
Las escenas de Live Aid le presentaron sus propios retos a Bennett, especialmente porque se dieron justo al principio del rodaje. “Freddie se presentó frente a esa gran audiencia”, recuerda, “así que tuve que llevar a Rami a un lugar donde podía ser ligero y ágil, y vivir el momento. Comenzamos trabajando en ‘Radio Ga Ga’, y en aproximadamente tres horas ya se lo sabía de memoria —cada mirada, cada vuelta, cada movimiento rápido del micrófono. A partir de ahí, todo lo aprendió bastante rápido, y se volvió completamente fluido, orgánico y espontáneo, por lo que impregnó el estadio y se dirigió a todos los que estaban ahí. El verdadero reto para él fue encontrar el aguante para continuar”.
Una de las escenas más divertidas para Bennett fue la interpretación de “Killer Queen” en Top of the Pops. “Ahí, Freddie es muy llamativo”, comenta. “Sale con abrigos de piel, barniz de uñas, anillos, adornos y el cabello largo. Está muy delgado y se muestra taimado, así como un aplomo y postura que le aportan elegancia. Rami es completamente opuesto a eso, así que disfrutó mucho explorar ese campo. De igual manera, Freddie no tenía la presión de cantar en directo porque estaba haciendo playback, así que podía sobreactuar”.
La colaboración con Bennett probó se indispensable para Malek. Como el actor lo explica: “No queríamos una imitación de Freddie, sino entender por qué hizo lo que hizo. Así que, el haber visto a todos esos intérpretes, películas y coreógrafos que influyeron en él, fue tremendamente útil para llegar a la esencia de cómo se movía y se desempeñaba en las canciones”.
La culminación de su dedicación fueron las escenas de Live Aid. “Haber salido a ese escenario para las escenas de Live Aid fue el sentimiento más extraordinario”, dice Malek. “A pesar de que con contábamos con una audiencia, fue completamente estresante. Pero también muy estimulante. Digo, habían recreado el escenario al dedillo, así que te da la impresión de que todo es real”.
Graham King comenta: “No queríamos una imitación de Freddie. Queríamos que Rami le aportara al personaje algo suyo, pero también queríamos conservar los movimientos de Freddie que son muy icónicos. Polly hizo una gran mezcla de todo eso. Y lo hizo muy bien. Ella y Rami trabajaron de manera muy ardua para crear al personaje. Rami ha hecho un trabajo increíble. Ya había visto Mr. Robot, así que sabía que lo podía lograr, pero la presión de interpretar a una figura tan icónica no dejaba de ser muy grande. Estamos hablando de una banda que tiene millones de aficionados en la actualidad, que están a la espera de esta película. ¿Podemos complacer a los aficionados de Queen, a los aficionados a ultranza? Rami está increíble. Puedo decirte con orgullo que es una de las mejores actuaciones que he visto en muchísimo tiempo”.
Aidan Gillen, quien interpreta a John Reid, sólo tiene elogios para Rami Malek. “Lo que hizo Rami fue algo extraordinario”, comenta. “Es una actuación precisa, apasionada, arriesgada y sobrecogedora”.
“Rami está soberbio”, concuerda Gwilym Lee, quien interpreta a Brian May. “Está prácticamente en casi todas las escenas de la película, y trabajó muy duro. Freddie fue querido por millones, y hay una carga de responsabilidad que eso trae consigo. Rami personificó sin lugar a duda su pasión y energía, y encontró una ternura y humanidad genuinas en este personaje, que me parece que no mucha gente conoce. Para las secuencias de concierto, Rami se tuvo que aprender todo lo que hizo Freddie y después olvidarlo para hacer parecer que, no obstante, es espontáneo y al momento, y lo hizo de una manera brillante”.
La directora de casting Susie Figgis conjuntó al resto del reparto. Graham King opina: “No queríamos grandes nombres, queríamos grandes actores que pudieran transformarse. Si la audiencia no cree en los personajes en los primeros veinte minutos, los has perdido. Esa era el reto”, añade Jim Beach, “Susie hizo un trabajo increíble y fue lo mejor que nos pudo haber pasado, aunque fue triste para la industria, ya que decidió que Bohemian Rhapsody sería su última película”.
Lucy Boynton, quien apareció más recientemente en las películas Sing Street y Murder on the Orient Express, interpreta a Mary Austin, el amor en la vida de Freddie, quien siguió siendo una amiga leal incluso después de terminada su relación romántica.
“Creo que Mary ve de inmediato algo distinto en Freddie con respecto a todos los otros tipos que conoce”, comenta Boynton. “Hay una luz que emana de él, y hay un momento donde ella lo pilla viéndose al espejo. Es un momento muy bello, ya que estamos viendo a una persona que está intentando evaluarse, y lo intenta hacer con todos sus ‘yos’ distintos. Eso es lo que le llama la atención a Mary, y cuando juegan con el maquillaje y las bufandas ella reconoce cuán camaleónico es. Eso es lo más emocionante para ella”.
Para Malek, Mary fue “la persona más cercana en la vida de Freddie. Ella fue alguien en la que Freddie podía confiar y depender de manera implícita. Había un cariño y vínculo entre ellos que era inequívoco e innegable. Él se refería a ella como su esposa en realidad. Mary le reconoció esa confianza en sí mismo y el valor para ser exactamente quien él sabía que podía ser. Y eso es lo que hacen los verdaderos amigos. Me parece que te permiten sentirte cómodo en tu propia piel, encontrar esa confianza en ti mismo y compartirla con los demás”.
Fue el guión lo que llevó a Boynton a la película. “Me encantó, y me sorprendió porque era en gran medida una celebración de Queen y de todo lo que han creado, así como un festejo de Freddie”, comenta. “Puedes decir que fue escrito por gente que realmente lo quería. Fue una exploración muy bella de esta hermosa existencia”.
Boynton quedó seducida también por la relación entre Freddie y Mary. “La dinámica que tuvieron a lo largo de sus vidas fue sin lugar a duda inspiradora”, comenta. “Aunque comienza como una relación romántica, es algo muchísimo más profundo y de gran importancia para ambos. Ella fue su aliada más cercana y él de ella, hasta el último día de su vida. La cosa más importante para mí fue transmitir ese entendimiento mutuo —esa manera muy pura y clara en la que se veían, en especial en una época que era más crítica que ahora. Freddie se escapó de la caja en la que lo pusieron, y fue muy bello ver cómo se aceptaron mutuamente de la manera más inmaculada”.
Boynton también reaccionó ante el subtexto de la película. “Graham King quiere que sea una celebración de la banda y de la brillante obra que crearon, y no se trata de explotar la vida privada de alguien. Ser guiado por alguien con tales intenciones, pasión y entusiasmo es muy emocionante”.
Desde luego, al igual que con el resto del reparto, el reto más grande para Boynton tuvo que ver con darle vida a una persona real. “Es una presión enorme interpretar a alguien que todavía está vivo y tendrá una opinión de esta película y de la manera en la que la interpreto —en especial, las escenas entre Freddie y Mary en la película”, comenta Boynton. “La película se adentra en algunos de sus momentos más íntimos, así que mi primera reacción fue querer protegerla y no pretender saber cómo se sintió estar ahí, y, así, sólo brindar mi propia interpretación. De ninguna manera quiero hablar por ella. Si bien con Freddie están intentando replicar sus atuendos y apariencias, nosotros nos hemos apartado por completo de hacer una representación exacta de Mary, lo que le brinda una capa de protección a ella”.
Malek es generoso en sus elogios para Boynton. Acota, “Mary fue la persona en la que Freddie podía confiar totalmente, la persona que le transmitía tranquilidad y le daba los consejos y confianza que necesitaba, y que le permitía descubrir su sentido de identidad. Y ella decía lo que necesitaba decir en el momento preciso. En realidad, ella es el corazón de esta película, y ella es la que hace que todo se mantenga unido. No creo que la película haya podido prescindir de la seguridad de Lucy Boynton y su habilidad para interpretar el papel de Mary Austin”.
Los miembros de la banda —Brian May, Roger Taylor y John Deacon— son interpretados por Gwilym Lee, Ben Hardy y Joe Mazzello, respectivamente.
Para Lee, visto más recientemente en las series de televisión británicas Jamestown y Midsomer Murders, la parte del guitarrista de Queen, May, era imposible de rechazar. “Es un verdadero placer interpretar a un personaje tan icónico en una banda tan querida por tanta gente”, comenta Lee. “También me encantó que la película cuenta una historia muy humana, donde estos icónicos dioses del rock son interpretados como individuos de carne y hueso. Fueron personas muy trabajadoras, y batallaron mucho en el Reino Unido, donde no gozaban de ninguna popularidad. Salieron de gira a Japón y llegaron ahí para ser recibidos entre grandes tumultos. Había una idolatría absoluta, pero cuando regresaban a casa, no había nada.
“La banda era como una familia y todos se necesitaban entre ellos”, continúa Lee. “Brian tenía algunas dificultades con su padre. Brian era un académico muy exitoso, que estaba estudiando un doctorado en astrofísica y lo abandonó para estar en una banda, situación que su papá no aprobó en lo absoluto. Fue sólo hasta que se presentaron en el Madison Square Garden a mediados de la década de los ’70 que el papá de Brian, a quien Brian mandó traer en el Concorde y lo puso en un hotel de cinco estrellas, entendió finalmente”.
Lee estaba determinado a no reducir su actuación a una mera imitación. “Quería intentar encontrar qué es lo que motiva a Brian”, explica. “Uno de los problemas con los que me topé es que gran parte del material de Brian May y de la banda son entrevistas, y en éstas presentas un lado tuyo que quieres que el mundo vea y que no es totalmente auténtico. Así que estaba intentando ver más allá del material audiovisual para descifrar qué hace enojar o entristecer a Brian y cómo se comporta en esos momentos, porque es ahí cuando puedes apreciar a la persona real. Fui muy privilegiado en conocerlo desde el principio, mientras todavía estábamos ensayando. Vino directamente hacia mí y me dio un gran abrazo. Estaba muy emocionado, entusiasmado y me ofreció un gran apoyo, y a lo largo de todo el proceso sólo ha mostrado eso. Incluso el día que hicimos la escena donde grabé el solo para ‘Bohemian Rhapsody’, un momento que pudo haber sido aterrador, me hizo sentir seguro con su presencia”.
Lee utilizó los ensayos tanto para aprender cómo adentrarse en el personaje como para forjar una relación auténtica con sus coestrellas. “El reto musical es intentar aprenderte todas esas canciones, pero también debes intentar presentar una banda que ha estado junta por años, que se conocen entre ellos al derecho y al revés, que tienen un vínculo y una conexión. Ensayamos de manera meticulosa con la directora de movimiento Polly Bennett. El haber tenido esa coreografía fue una red de seguridad genuina, así que cuando llegamos a la primera escena que rodamos, el concierto de Live Aid —que fue una experiencia increíble e intensa—, se volvió un momento electrizante genuino. Fue una manera muy emocionante de hacer algo nuevo y difícil a fondo y generar ese vínculo”.
Ben Hardy (las series de televisión The Woman in White, Only the Brave, para la BBC) interpreta al baterista Roger Taylor, quien fungió como asesor de la película junto con Brian May. Hardy recuerda cómo obtuvo el papel: “Fue una labor intimidante interpretar a Roger Taylor, ya que es un baterista fantástico, y yo no he tocado la batería un solo día de mi vida. ¡Algo con lo que no fui completamente honesto cuando hice la audición para el papel! Les dije que sabía tocar la batería, y el director respondió, ‘Okey, maravilloso, ¿podías mandarnos un video con esta canción?’. Respondí: ‘Sí, claro, por supuesto, por qué no’. Me fui a casa, compré la batería más barata que encontré y me puse a tomar clases diarias durante dos semanas. Armé un video para mostrárselo a la gente de casting. Y afortunadamente dio la talla. Después, el trabajo verdadero comenzó —10 horas de clases intensivas diarias con el profesor Brett Morgan. Fue un curso intensivo de batería”.
Hardy se concentró mayormente en lidiar con el estilo potente de Taylor para tocar la batería. “Roger tiene unos cuantos trucos que le dan a su técnica una espectacularidad auténtica”, explica el actor. “Le gusta hacer girar su baqueta; sólo lo hace una vez. Y siempre hace un rimshot en la tarola para crear un sonido muy intenso. Es muy teatral en su manera de tocar, incluso el rimshot tiene un movimiento de azote. Y también le pone énfasis al ritmo de fondo al tocar el contratiempo. También vierte cerveza sobre su tom de piso, para que, al momento de pegarle, la cerveza salga volando muy alto. Intenté usar todo eso y me ayudó mucho para construir mi interpretación de Roger. Después de numerosas tomas quedé cubierto en cerveza, pero todo fue muy divertido”.
Uno de los retos más grandes para Hardy fue interpretar a una persona real que aún vive, algo que nunca había hecho. Admite que le llevó un buen tiempo darse cuenta que no le pedían que imitara a Taylor, sino, en vez, “brindar la esencia de Roger, y la esencia más intensa que pudiera, sin dejar de serle fiel al texto y servir los propósitos de esta película. Una vez que comprendí eso, me sentí más cómodo.
“Estaba muy nervioso ante la idea de conocer a Roger”, continúa Hardy. “Había visto material en video de él durante semanas y semanas, ¡y parecía casi como si lo estuviera acosando! En nuestra primera reunión estaba preocupado acerca de cómo se iba a sentir que yo lo interpretara, pero me brindó un gran apoyo y recibió con los brazos abiertos la situación, porque entiende que debe de haber una licencia artística cuando se hace una película basada en hechos reales. Incluso me dio una mini clase de batería, que fue donde mi nerviosismo alcanzó su punto máximo. Cuando dijo, ‘Anda. Siéntate y muéstrame qué puedes hacer’, ¡estaba aterrado! Pero me ayudó mucho y me enseñó cualquier cantidad de cosas”.
El cuarto miembro de la banda, el bajista John “Deacy” Deacon, es interpretado por Joe Mazzello, actor estadounidense mejor conocido por Jurassic Park y la serie The Pacific, para HBO.
“Yo describo a John como una estrella de rock por accidente”, comenta Mazzello. “A él esto se le presentó en el camino, mientras que me parece que los otros crecieron queriendo ser músicos famosos. John era muy feliz trabajando en electrónica y arreglando televisores. Le encantaba tocar música y tenía facilidad para ello, pero lo hacía por diversión. También se le facilitaba la composición, pero nunca creyó que podía ser algo que podría hacer por el resto de su vida. Pero todo aumentó de manera progresiva, y antes de que se diera cuenta ya estaba de gira por los Estados Unidos y Japón. Él era también el más joven y el último en unirse a la banda, así que me parece que le llevó un poco más de tiempo encontrarse a sí mismo. Él es más introvertido, pero también es un poco bobalicón. A final de cuentas, conforme la banda se volvió más exitosa, y comenzó a componer muchos de sus grandes éxitos, se convirtió en una parte muy integral del grupo”.
Lo que a Mazzello le pareció absorbente fue el drama emocional del guión. “Me pareció una historia bella y muy conmovedora acerca del viaje por el que pasaron los cuatro miembros de Queen”, comenta. “John Deacon es una persona muy interesante. Es hasta cierto punto un enigma. Interpreta el papel del árbitro cuando los otros tres se ponen a discutir y pone orden con una palabra vivaz. Es el rey de los comentarios ingeniosos. Interpretar su personaje, aprender a tocar un instrumento, aprender el acento de la región central de Inglaterra, que nunca antes había escuchado, fue un reto muy divertido, y sin lugar a duda quería ser parte de él”.
En su preparación para el papel, Mazzello exploró el internet para buscar videos de la banda. “Encontré toda entrevista que John hizo en su vida, cualquier metraje audiovisual de él tocando y material de archivo detrás de cámaras, así como todos los documentales”, comenta. “Los vi todos para darme una idea de quién era, cómo embonaba en el grupo, cómo se sentía acerca de sí mismo dentro del contexto de la banda y cómo cambió con el paso del tiempo. A eso yo lo denomino los macro elementos. Y es importante mantenerte fiel a ellos. Pero estábamos haciendo una película, y hay un 99% de probabilidades que los diálogos que estamos diciendo no sean fieles a la realidad. Sin embargo, siempre y cuando puedas hacer que las palabras que digas y las escenas que interpretes —a los que denomino micro elementos— embonen con esos macro elementos, esa es la forma en la que debes interpretar a un personaje que está vivo y es famoso, y del que la gente va a tener opiniones muy firmes”.
A Mazzello le divirtió repasar sus habilidades para la guitarra para la película. Había aprendido a tocar la guitarra hace como diez años, pero ahora tenía que familiarizarse con el bajo. “La mano derecha fue más difícil porque tiene que hacer mucho fingerpicking”, explica. “Sostienes el bajo de manera distinta, y por lo general no tienes una uña. El bajo es el puente entre las percusiones y las guitarras, así que con frecuencia tocas las armonías en vez de la melodía principal y tienes que entrar en puntos peculiares. Así que tienes que pensar en la música de manera distinta. Tuve seis semanas para ensayar y pasé ese tiempo aprendiendo cómo tocar las más o menos 25 canciones, a pesar de que en realidad no sé leer música”.
Mazzello estaba decidido a que le saliera exactamente igual, consciente de la cantidad de escrutinio a la que iba a ser objeto su actuación por parte de la audiencia. “Sabemos que mucha de la gente que va a ver esto es fanática de Queen”, comenta. “No te puedo decir la cantidad de bajistas que se me han acercado y preguntado si estoy tocando las canciones. Sabía que no podía fingirlo. Como actor, quieres estar ahí arriba en el escenario sintiendo que estás tocando esas canciones. Eso fue también lo que lo hizo un reto que disfruté”.
Rami Malek cree que la presencia de Brian May y Roger Taylor ayudó de manera tremenda a sus coestrellas. “El haber tenido a Brian y Roger alrededor permitió que todos los entendieran. Y Gwilym y Ben también hicieron un gran trabajo para capturar su esencia”.
Sin lugar a duda, el reparto dejó una huella indeleble en Brian May. “Cuando entré por primera vez al set y vi a Gwilym Lee en su atuendo y peluca, ¡fue casi como si me hubiera visto en el espejo!”, dice el músico. “¡Hizo un gran trabajo en ser yo! Y Rami Malek es muy convincente como Freddie, hasta su lenguaje corporal. Y Joe Mazzello como Deacy está sorprendente. John no tenía una personalidad muy extrovertida, pero tenía una forma muy distintiva de tocar, y Joe la aprehendió, así como Ben Hardy absorbió por completo en su actuación el espíritu de Roger Taylor”.
El actor irlandés Aidan Gillen, mejor conocido por su papel como “Petyr ‘Littlefinger’ Baelish”, en Game of Thrones, interpretó a John Reid, el primer representante de Queen. Para Gillen, Queen y Freddie Mercury tienen un lugar único e importante en la historia cultural.
“Freddie no se veía como tu estrella de pop tradicional”, comenta. “Y, no obstante, se convirtió en un gran intérprete y un gran símbolo sexual. Era un inadaptado que encontró una manera de convertirse en una superestrella mundial. Confundió a la gente. Las mujeres pensaban que era hermoso y sexy; los hombres pensaban que era cool. Queen es muy popular, pero nunca fueron un grupo de moda. Siempre estuvieron un poco al margen de época y de la moda, razón por la cual no han dejado de ser tan populares. Por eso y porque las canciones son fantásticas y muy vanguardistas, en las que usaron múltiples sonidos sobrepuestos en las voces y progresiones de cuerdas complejas e inesperadas, que eran inusuales para la época”.
Allen Leach, querido por los aficionados de Downton Abbey por su interpretación de ‘Tom Branson’, interpreta al representante personal de Freddie Mercury, Paul Prenter, quien se metió de manera sigilosa en el cariño de Freddie y después lo traicionó de la manera más atroz.
Al saber poco acerca de Paul Prenter, Leech se sumergió en la investigación del personaje.
“Paul Prenter fue una fuerza bastante malévola en la vida de Freddie”, dice Leach. “Entré más investigaba, más me daba cuenta que hubo razones muy legítimas para que el resto de la banda tuviera problemas con él. Sin embargo, siempre debes ser cuidadoso porque estás interpretando a una persona real y asegurar que las sutilezas no sean incautadas durante el proceso de realización porque no quieres que tu personaje sea bidimensional. Hay razones por las que Paul es la persona que fue. Intentas encontrar un balance entre respetar la historia y respetar a la persona.
“Paul fue contratado porque la banda quería un asistente personal, y entabló una relación con Freddie principalmente porque los dos eran gais”, continúa Leech. “En su momento, Freddie todavía no reconocía su sexualidad, y Paul le dio la habilidad para ver cómo era el mundo allá afuera, cómo era el panorama homosexual. Era su confidente y después pasó de ser el asistente de la banda al representante personal de Freddie. Su relación se volvió tóxica cuando Paul se llevó a Freddie de la banda, una vez que le sugirió emprender una carrera como solista, y después se deshizo de John Reid de una manera muy ladina”.
Para Leech, dos escenas son cruciales en la relación de Freddie y Paul. La primera en los Rockfield Farm Studios, cuando la banda está grabando el álbum de “Bohemian Rhapsody” y Paul besa Freddie, y se dan cuenta que hay una relación entre ellos. La segunda es en Múnich, cuando Freddie ve la verdad, y, manejando bajo la lluvia, aparta a Paul de su vida. “Freddie se da cuenta que Paul nunca estuvo ahí para él, que Paul estaba ahí para sí mismo. Cuando Freddie le dice, ‘estás fuera, lárgate’, se siente como una escena de rompimiento en vez de alguien que está siendo despedido. Fue encantador haber hecho eso”.
El reparto lo redondean el ganador del premio BAFTA® Tom Hollander (The Night Manager) como Jim “Miami” Beach, quien comenzó siendo el abogado de la banda y a la postre se convirtió en su representante; y Aaron McCusker (Shameless) en el papel de Jim Hutton, novio de Freddie durante los últimos siete años de su vida.
Graham King estaba impresionado con el calibre del reparto secundario: “Gwilym Lee pronunció sus primeras palabras en la audición como Brian May y nos conquistó. Ben Hardy tiene una personalidad que es muy similar a la de Roger de muchas maneras. Joe Mazzello es de Nueva York, pero tiene mucho de John Deacon en él. Tom Hollander en el papel de Jim Beach está fenomenal. Roger Taylor, Brian May y Jim Beach estaban impactados por cuán convincente Allen Leech se ve como Paul Prenter. Él es el personaje que va a ser abucheado por la audiencia, pero Allen logra aportarle una sensibilidad al papel que hace que su comportamiento sea entendible. Y Lucy Boynton están perfecta como Mary: puedes sentir la química entre ella y Rami”.
King había estado platicando del proyecto durante un buen tiempo con su amigo Mike Myers, quien es un gran aficionado de Queen, y estaba fascinado cuando se sumó al proyecto para interpretar a Ray Foster, presidente de la disquera EMI. “Gracias a Wayne’s World, fue perfecto que haya terminado siendo aquel que no queda nada impresionado cuando Freddie le presenta ‘Bohemian Rhapsody’ y le dice que la canción nunca va a ser una a la que ‘los adolescentes le puedan subir el volumen y se pongan a agitar sus cabezas’. Y fue Mike quien decidió interpretarlo como una persona del norte de Londres. ¡Estuvo fantástico!”.
EL DISEÑO VISUAL Y LAS LOCACIONES
Dado el tema, la banda y el líder para quien el estilo era una parte esencial, quizás y no sea sorpresa alguna que el diseño, guardarropa y locaciones de la película representaron ser un elemento clave. Boas de plumas, capas de armiños y terciopelo, baños de mármol, leones con chapa de oro —lo que se te ocurra, la película lo tiene.
El diseñador de producción Aaron Haye fue el encargado de crear la apariencia del filme. Su ojo experto se encargó de dar con las locaciones, que incluyeron el aeródromo de Bovingdon en Hertfordshire, la gloriosa obra de art deco Hornsey Town Hall al norte de Londres, los estudios LH2 al oeste de Londres, el reconocido centro nocturno Heaven, también en Londres, y el esplendor eduardiano del Bromley Town Hall al sudeste de Londres.
La producción utilizó el edificio Gillette al sudoeste de Londres para albergar la mayoría de los sets de la película. Estos incluyeron Zanzíbar en la década de los ’50, donde vemos a Freddie en sus días de infancia; el escenario de Top of the Pops, que le dio su gran oportunidad a la banda; Capitol Radio; el hogar de la familia Bulsara; el Garden Lodge; el hotel de Río de Janeiro y la granja donde Freddie compuso “Bohemian Rhapsody”, así como tres estudios de grabación.
Haye comenzó investigando imágenes de Queen y Mercury. Después de haber revisado de manera concienzuda miles de fotografías, muchas sin fechar, pero guiadas por los peinados de Freddie, que cada vez se volvieron más cortos, fueron capaces de poner una cronología en la pared, que iba de 1970 a 1986.
Haye y el equipo fueron ayudados en gran manera por el acceso que Brian May les dio a sus archivos y por el asesor histórico Peter Freestone, quien los dejó revisar sus fotografías personales. “En cuanto a nuestra investigación, esas cosas representaron grandes saltos con respecto a donde hubiéramos estado si los hubiéramos recolectado del dominio público y de libros”, comenta Haye. “Haber podido ir a la casa de Brian y revisar sus archivos personales, que son vastos, fue espectacular. Conserva cada talón de boleto y cada poster, cada álbum que jamás hayan producido. Hasta algo de su guardarropa, que nuestros actores usaron en esta película”.
Haye continúa: “Una vez que teníamos la cronología, la abordé un poco como si fuera una paleta, y le aposté a los colores de 1970, 1975, 1978, 1982, etc. Hicimos una cronología un poco más larga que tenía ciertos estándares a lo largo del camino, e intentamos apegarnos a esas paletas en medio de la construcción, la pintura, el decorado de sets, el guardarropa y todo lo demás. Una vez que los ’60 se convirtieron en los ’70, hay tonos cálidos maravillosos que son verde aguacate, naranja y café —colores cálidos y terrosos. De mediados de los ’70 a finales, comienza una paleta casi disco —los colores principales comienzan a aparecer un poco más hasta que llegamos a principios de los ’80, y se presenta una paleta neón y de colores más brillosos. Estas épocas tienen apariencias muy distintas, y es un periodo fantástico para trabajar. Durante esos quince años, de 1970 a 1985, sucedieron muchas cosas, y hay mucho con que jugar desde un punto de vista visual”.
Uno de los primeros sets clave es el hogar de la familia de Freddie en Feltham, Middlesex. Haye y su equipo tuvieron suerte de que les hayan permitido entrar al hogar real de los Bulsara, ahora ocupado por otra familia. “Estar parados en lo que era la recámara de Freddie nos dio un sentido del espacio”, comenta. “Tomamos la casa y sus vecinos y los hicimos más grandes por razones de la puesta en escena, y le agregamos nuestro propio toque a ellos. A estas alturas de la película, Freddie es un joven estudiante de arte, así que Haye creó una recámara llena de cuadernos de dibujos y bosquejos. Hicimos un gran intento desde un punto de vista arquitectónico de contar la historia de la zona y las circunstancias económicas bajo las cuales creció, así que incluimos influencias visuales de la India y Zanzíbar”.
Desde luego, Haye colaboró con sus colegas jefes de departamentos a lo largo de todo el proceso de creación para contar la historia de la película desde una perspectiva visual. “Los jefes de departamento tienen que cooperar para hacer el producto final y sabíamos que lo que estábamos intentando hacer era crear una imagen que fuera fiel a la realidad, pero que también hiciera alusión a la historia que estamos intentando narrar”, explica. “Esas primeras conversaciones con el cinefotógrafo Tom Sigel ayudaron a definir las paletas de color mencionadas. Eso también aplica a la iluminación del foro, porque ésta fue clave para todas las tocadas en directo. Queríamos asegurarnos que cada uno de estos conceptos cayeran a lo largo del camino dentro de cierta apariencia. Esperamos dar esa impresión. Tom es un director de fotografía asombroso y tan sólo su atención al detalle es espectacular. Es el mismo caso con el diseñador de vestuario Julian Day. Por ejemplo, en el hogar de Freddie, Garden Lodge, la paleta de color de las elecciones de guardarropa de Julian se complementaban con el decorado de sets de manera perfecta”.
Haye también pudo preguntarle al asesor musical Pete Malandrone para asegurarse que el equipo musical en la película fuera auténtico. Allá por los ’70, muchos de los instrumentos eran de segunda mano, así que fue muy difícil encontrar copias para la película. Pero Malandrone, quien trabaja como encargado de las guitarras de Brian May cuando sale de gira, fue capaz de prestarles los instrumentos del departamento de utilería de la colección de May, incluyendo la guitarra blanca que toca Gwilym Lee en las escenas del estudio Rockfield. También asesoró en el diseño y las pinturas de las guitarras que tuvieron que ser fabricadas para la película. “Por ejemplo, la primera guitarra de Brian, la Red Special, que todavía toca, fue construida por el padre de Brian de lo que sea que encontró tirado en su casa —un manto viejo de chimenea, una aguja para tejer, resortes de motocicleta, botones de nácar, etc. Pero ya tiene 50 años y se hubiera visto muy acabada, así que los chicos de utilería hicieron dos réplicas, que se veían más nuevas”, comenta.
Las reproducciones fueron hechas por el lutier Andrew Guyton, quien ha hecho copias de la colección personal de Brian May. “Andrew es un experto”, comenta Malandrone. “Todo es acerca del detalle y ha conseguido precisar cada una de ellas”.
Uno de los sets más grandes y desafiantes fue la recreación de Live Aid en el icónico estado Wembley de Londres. La primera tarea fue encontrar una locación vacía apropiada que fuera lo suficientemente grande para crear un escenario de tamaño real, que pudiera permitir la creación de una toma imperceptible de la llegada de Mercury a Wembley, hasta pasar por su camerino, el backstage y llegar al escenario ante la reacción de la muchedumbre. Después de explorar numerosas locaciones, Haye y su equipo encontraron el campo de aviación Bovingdon en Hertfordshire, cuya pista era lo suficientemente lisa para construir encima. El equipo también tenía que considerar los caprichos del verano inglés, donde, en julio, cuando el set estaba siendo construido, y después, en septiembre, cuando comenzó el rodaje de la película, puede ser con frecuencia como un invierno californiano.
Haye tenía el reto extra de encontrar fotos y dibujos del estadio en 1985. Planos del estadio original, que fue construido en la década de los ’30, fueron fáciles de localizar, pero después fue remodelado, y el diseñador batalló para encontrar cualquier material original que mostrara cómo era el lugar cuando fue Live Aid.
“Tuvimos que recrear Wembley a partir de fotografías de la época, así como del metraje documental de Live Aid, pero también tuvimos que crear un set que pudiera ayudar a contar mejor la historia”, recuerda Haye. “En realidad, el backstage eran un montón de tráileres que estaban afuera del estadio. Decidimos traer un poco de ese ambiente al interior del vestíbulo que te lleva hasta el escenario, por lo que creamos un área detrás del escenario para los artistas con un tráiler airstream [caravana] y sombrillas y sillas de jardín para crear un ambiente más divertido —en interiores y exteriores—, estridente y bullicioso para el recorrido hacia el escenario”.
“Construimos una inmensa plataforma elevada a poco más de 5 metros del piso, que hacía juego con la altura del foro de Wembley en Live Aid”, continúa el diseñador. “Después montamos una carpa detrás del escenario para que estuviera protegido del clima. Recreamos de manera exacta las enormes torres de andamiaje que estaban en Live Aid, así como todos los pósteres y los carteles a gran escala, algunos de ellos de tres pisos de altura, así como los logotipos que adornan los lados del escenario”.
En un agradable momento de casualidad, el equipo contaba con dos miembros del equipo de construcción que construyeron el escenario real para Live Aid en 1985.
El asistente personal de Freddie Mercury, Peter Freestone, quien estuvo con él durante doce años hasta su muerte, fue asesor de la película y su conocimiento fue invaluable. Su descripción del área detrás del escenario de Live Aid ayudó a Haye y su equipo a generar una atmósfera increíble.
“Tan pronto y llegamos sentimos la emoción”, recuerda Freestone de aquel día épico de julio de 1985. “Había un buen ambiente. Era muy amigable y no había competencia alguna, que puede suceder con frecuencia cuando tienes este tipo de alineaciones. Queen tomó el escenario y la audiencia enloqueció desde el inicio de ‘Bohemian Rhapsody’. Y el ambiente detrás del escenario cambió; se volvió electrizante. Algo había pasado. Dieciocho minutos después, la banda se bajó del escenario y lo habían conseguido. La audiencia estaba enloquecida y la gente tras bambalinas estaba aplaudiendo”.
Todo ese trabajo arduo trajo dividendos. “Fue asombroso”, comenta May. “Fue surrealista al momento de entrar a ese escenario porque era una réplica exacta de cómo era en 1985 —hasta el último detalle, desde los amplificadores detrás de mí y los pedales, hasta el paño y las colillas de cigarro y ceniceros, así como las botellas de Coca-Cola. ¡Hicieron un trabajo maravilloso!”.
Peter Freestone quedó atónito por la autenticidad del set. “Fue un déjà vu”, comenta. “La primera vez que vi el set no lo podía creer. Era exactamente del mismo tamaño. Todo era correcto, desde el escenario hasta el backstage, incluso hasta el descarapelado de la pintura en las paredes y el óxido bajando por las tuberías. Me dieron escalofríos”.
El reparto también estaba asombrado con el logro de Haye. Gwilym Lee, quien interpreta a Brian May, comenta: “El set estaba detallado de una manera tan bella que nos transportó a ese mundo. Esos sets hicieron que la interpretación fuera mucho más fácil porque no tenías que imaginarte nada, ya que habían pensado en todo, y lo hicieron de una manera sublime”.
“Fue la primera vez que vimos a nuestra banda en personaje”, comenta Haye. “Fue un auténtico placer. Me parece que es uno de esos momentos que jamás olvidarás; estar parado al lado de Brian y Roger, mientras veían a la banda”.
Para Graham King, las escenas de Live Aid tuvieron un impacto emocional inmenso. “Perdí la cabeza”, admite. “Estaba llorando. Nunca me había pasado eso en cualquier set de película. Todos los años comenzaron a inundar mi memoria, no sólo porque tenían que ver con este filme sino también por el recuerdo de haber estado joven viendo Live Aid. Sabíamos que era de suma importancia que todo se viera correcto —el movimiento, la apariencia, la multitud; todo tenía que ser preciso. Y desde el primer ensayo todo se sintió así, que fue durante la primera semana de rodaje. Hicimos muchas tomas hasta bien entrada la noche, y estos cuatro chicos, Rami, Gwilym, Ben y Joe, estuvieron inmersos en sus personajes a lo largo de todo el proceso. ¡La energía era tan intensa que nadie quería parar! Todos hicimos equipo y sabíamos que estábamos creando algo muy especial. Live Aid fue un evento tan importante y precioso, que sentíamos que teníamos que honrarlo. Y desde la construcción del set a la música, hasta el ambiente y la interpretación, me parece que lo logramos”.
Una de las locaciones principales fue la granja donde vemos a Queen grabando “Bohemian Rhapsody”. De hecho, la canción fue grabada en dos lugares, Rockfield Farm y Ridge Farm, ambas en Gales, que ofrecían aislamiento y solitud que la banda, al igual que muchas de la época, requería. Rockfield Farm todavía existe como un estudio de grabación, y Haye tuvo suerte de tener acceso a un documental que mostraba a Brian May y Roger Taylor regresando a la granja para analizar todas las pistas. Además, una amplia selección de fotografías de la banda en Ridge Farm le permitieron al equipo recrear de manera fidedigna los atuendos y los sets.
Para la película, Haye decidió amalgamar las dos granjas reales y hacerlas una y encontró una locación que sintió que podía funcionar de manera perfecta; una granja de vigas de roble de 200 años de antigüedad, justo a las afueras de Londres, que era un cortijo en funcionamiento, lleno de caballos, heno y estiércol. Haye hizo que lo limpiaran y lo diseñó bajo un estilo de estudio de grabación de mediados de siglo. Haye había construido una estación de grabación basada en la consola de un estudio de Notting Hill, en Londres, que tiene un aire retro futurista que podría pasar desapercibido en un episodio de Star Trek de la década de los ’70. Fue diseñada de la manera más realista posible, desde el monitoreo individual de canciones, que iluminaba la consola, hasta pedaleras y mezcladoras funcionales.
El mismísimo estudio siguió la paleta de color de los ’70. Haye acota: “Le dimos ese tono cálido de la década, así que hay muchos de esos cafés, naranjas y verdes aguacate. Cuando Brian May se apareció en el set y ahí mismo tocó un poco del solo de ‘Bohemian Rhapsody’, ¡se me puso la piel de gallina!”.
Haye fue meticuloso en su atención al detalle al momento de recrear los interiores. “Freddie y Mary vivieron en dos pisos antes de haberse separado”, explica. “Construimos el apartamento de Freddie y Mary a partir de esos dos pisos. Pero cuando cambiábamos algo, intentábamos incorporar otra cosa para hacerlo sentir auténtico. Así que, por ejemplo, el papel tapiz en ese departamento es una recreación del papel tapiz que tenían en el que compartieron, hasta cada pequeño detalle. Y los muebles de mimbre son una imitación de los que tenían”.
Para la suite de hotel de Freddie en Río de Janeiro, que se rodó en Gillette, Haye creó un set resplandeciente con paredes de seda, cortinas de tela, vidrios polarizados, sofás de piel y biombos estilo japonés para separar los cuartos. “Nos inspiramos en el departamento que Freddie tenía en Nueva York, que Peter Freestone nos dijo que Freddie nunca encontró el tiempo para decorarlo después de haberse mudado. Así que se sentía como un hotel. Fue acerca de mezclar la realidad con nuestra historia”.
La casa de Freddie, el Garden Lodge en Earl’s Court al oeste de Londres, es un hogar mágico y apartado, rodeado de edificios, donde vive Mary Austin en la actualidad. Haye encontró una casa de aspecto similar en Surbiton, al sur de Londres, que decoró con papel tapiz texturizado, candelabros de porcelana, obras de arte japonesas, antigüedades y textiles de todo el mundo para reflejar los instintos eclécticos de diseño de Freddie. Aunque incapaz de replicar por completo el diseño interior, lo que Haye estaba decidido a hacer era recrear la atmósfera. Su trabajo arduo rindió frutos; cuando Peter Freestone, quien pasó varios años con Freddie en esa casa, la vio por primera vez, dijo que se sentía justo como la casa de Freddie.
Haye se divirtió mucho decorando el set del Garden Lodge para la fiesta extravagante, al más puro estilo de Fellini, que celebraba, mientras Freddie gorjeaba con alegría, “la cima de mi creatividad y la profundidad de mi depravación”. La primera escena es rodada en una sola toma, mientras la cámara serpentea desde el acceso principal a través de la puerta de entrada, para pasar por un gentío de tragafuegos, gigantes, magos, bailarines enjaulados y una manada de fiesteros ataviados de manera fabulosa, hasta que llegamos a Freddie y lo seguimos por la casa y sus interiores decadentes.
Haye llenó la casa con capas de decorado. “Primero, tuvimos la capa de lujo y después la capa de libertinaje, y la diversión y exceso que Freddie estaba teniendo en aquel entonces —inmensas mesas con comida y frutas exóticas, y leones dorados. Queríamos sumar referencias de los intereses de Freddie y de la historia de Queen, así que, por ejemplo, tuvimos mujeres extras en bicicletas estacionarias del video de ‘Bicycle Race’.
Una de las escenas más divertidas para Haye fue recrear el video de “I Want to Break Free”. “La realización del video está muy bien documentada”, comenta, “y queríamos apegarnos a él lo más que nos fuera posible. Y termina siendo algo relajado y muy divertido. Vemos un poco de lo que sucede tras bambalinas y el área alrededor. Fuimos lo suficientemente afortunados de encontrar un modelo exacto de la aspiradora que Freddie usa, así como el reloj despertador que se ilumina mientras echa vapor al principio del video, y usamos una cámara de 35mm original que vemos en pantalla. La rodamos en 35mm, justo como la original”.
Otro reto fue encontrar una locación que pudiera hacer las veces del Madison Square Garden, donde Queen dio un concierto ante localidades agotadas en 1978, así como otros estadios en Japón, Brasil y los Estados Unidos. Haye optó por los estudios LH2 al oeste de Londres, que decoró de diferentes maneras. Resolver la logística de dar hospedaje un día al equipo de producción, mientras el estudio reemplazaba un estadio en Japón y lo preparaban para la siguiente escena, fue un reto logístico monumental, especialmente dados los cambios de estilo en la iluminación y el decorado de sets a lo largo de los años. Es relativamente fácil hacer que los actores se cambien de atuendo y que toquen instrumentos distintos para que se acoplen al año, pero imaginen tener que actualizad la iluminación del escenario y el diseño del set de 1973, un día, a 1982 al siguiente.
“Se nos tuvo que ocurrir una manera de quitar y poner las luces y cambiar el color de una manera rápida”, explica Haye. “Desde luego, no podíamos usar luces LED contemporáneas; teníamos que usar luces tradicionales, y vaya que eran muchas. A la tramoya que montamos específicamente sobre el set del Madison Square Garden le decían el horno para pizza, ¡porque te podía cocinar! Allá arriba, la parte frontal del escenario se puso muy caliente, pero los chicos nunca se quejaron”.
GUARDARROPA, PEINADOS Y MAQUILLAJE
El diseñador de vestuario Julian Day y la diseñadora de peinados Jan Sewell trabajaron junto a Haye para crear la apariencia del filme.
Para ambos jefes de departamento, trabajar en la película fue un privilegio. “¿Quién no querría diseñar para una película que está representando a una de las bandas de rock más icónicas que jamás haya existido?”, comenta Day. “Estaba muy emocionado ante la idea de hacerlo, y fue un reto brillante. Hice una investigación interminable. Y lo que me pareció interesante fue no sólo recrear los atuendos para los eventos públicos famosos, sino también investigar las apariencias de las partes no documentadas de la vida de la banda. Leí mucho acerca de esto y exploré por el internet. Para las recreaciones, encontré quién había hecho los atuendos originales y los busqué. Fuimos invitados muy amablemente por Brian May y Roger Taylor para ir y ver sus archivos de ropa, y eso fue de gran ayuda”.
De hecho, Brian May fue muy generoso en habernos prestado algo de su colección de ropa original, incluyendo una bata con la que salía de gira con su nombre en la espalda, un vestido rojo y varias chamarras, incluyendo una hecha de terciopelo con un collar brilloso, que portó para varias fotos de aquel entonces.
“Para las escenas de los conciertos en directo, diseñamos dos mallas [catsuit] de licra muy ceñidas, la malla de arlequín en blanco y negro y la malla de lentejuela plateada que copiamos de las originales, y le pedimos a Zandra Rhodes que diseñara el increíble atuendo blanco de alas de murciélago para el concierto de Budokan. La historia dice que fue originalmente adaptado de un vestido de novia que ella diseñó, y del que se enamoró Mercury en una visita que le hizo a su taller”.
Uno de los atuendos más audaces, la corona y capa roja de Freddie, que usa en la escena de la fiesta en Garden Lodge, fue hecho por dos personas que trabajaron en él originalmente.
“Algunas de las indumentarias son sacadas un poco de contexto en la película, pero queríamos incluir algunos de sus atuendos icónicos porque sabíamos que eso era lo que la gente espera ver”, añade Day.
La película inicia en 1970 en el suburbio Ealing de Londres, donde Freddie Mercury creció y termina en 1985, mientras recorre varios continentes a lo largo del camino. Este viaje es contado a través del guardarropa. “Para las primeras escenas, quería darle una vibra más de los ’60, bastante hippie, una sensación como de Woodstock. En aquel entonces, los colores eran más suaves en el Reino Unido. Después de tres tocadas en Inglaterra, la película se va a los Estados Unidos, donde estuvieron de gira como grupo telonero en cinco conciertos. Para esas escenas, hay un estilo estadounidense, muy western, con gamuza, flequillos, camisas a cuadros y sombreros de vaquero. A partir de ahí, la película se muda a Japón, donde tenemos un tono mucho más colorido con referencias al arte pop”.
Conforme avanzamos en el tiempo, los atuendos se volvieron más extravagantes. Para las escenas de la década de los ’80 en Nueva York, cuando Freddie comenzó a explorar los clubes gais de la ciudad, Day vio mucha de la obra de Robert Mapplethorpe, fotos del distrito donde se empacan productos cárnicos de la década de los ’70 y la película Cruising, protagonizada por Al Pacino. Vistió al reparto en piel, látex, mezclilla y cadenas, para reflejar el tono más clandestino de esas partes de la ciudad. Mientras tanto, hay mucha más carne expuesta en Río de Janeiro.
Esta progresión se ve reflejada en el guardarropa de Freddie. “Cuando era más joven Freddie trabajó en el reconocido Kensington Market de Londres, que era un centro para comerciantes de cosas antiguas, diseñadores de moda emergentes y personas influyentes de estilo, y la década de los ’70 tuvo una influencia evidente de la moda de la década de los ’30. En Kensington Market, Freddie debió de haber tenido acceso a todo, desde estolas clásicas a trajes y accesorios de la década de los ’30, además de que sabía acerca de ropa. Quería añadir esas cosas a sus indumentarias.
“Freddie era más extravagante en los ’70, pero también estaba muy consciente con respecto a lo que estaba diciendo a través de su ropa”, continúa Day, “y quería darle un poco más de color y brillo a él, ya que su atuendo representaba quién era. Pero a pesar de que era bastante estrafalario, también era bastante macho. Es interesante jugar con esa dualidad. Una vez que hizo la transición a los ’80, se volvió un poco más serio, y quería contar la historia de esos cambios en su vida a través de su ropaje. Estaba muy decidido en adentrarme en su amor por los kimonos japoneses después del viaje de la banda a Japón”.
El trabajo de Day no pasó desapercibido por el reparto. Rami Malek comenta: “Julian es un talento fenomenal. He visto muchas de sus películas y sabía que estaba en muy buenas manos. Invertimos como cincuenta horas en pruebas de vestuario, que aproveché para ensayar. Y fue divertido. Usé ese tiempo para ver cómo ms movimientos funcionaban en tacones, que eran plataformas de diez centímetros de altura, o en los pantalones de satín más ceñidos o en un atuendo totalmente de licra. Junto con el peinado y el maquillaje, tu ropa eleva tu nivel de confianza y te ayuda a solidificar al personaje”.
Al igual que Freddie, Brian May y Roger Taylor tuvieron sus propios estilos distintivos de guardarropa. Para el de Brian May, Day mantuvo la paleta mayormente monocromática, toda vez que vistió a Gwilym Lee en blancos y negros, mientras que Ben Hardy, en el papel de Roger Taylor, es más colorido y lechuguino, con muchos chalecos. El guardarropa de John Deacon es una amalgama de tres, pero con un toque británico. En las escenas del Rockfield Farm, está casi canalizando al Dr. Who de la época de Tom Baker, cuando porta una bufanda larga a rayas y abrigos africanos.
Gwilym Lee comenta: “El guardarropa fue una de las partes más divertidas de la película. Fui muy afortunado en que me permitieran usar algunos de los atuendos de Brian May de la época. Fue un contacto directo con la leyenda que estás interpretando. Todo un honor”.
Un honor, a pesar de que algunos de los atuendos requirieron un manejo muy cuidadoso. “¡Usé una chamarra de piloto de piel blanca con hombreras que me daban hasta acá! ¡Tenía que ponerme de lado para poder pasar por los marcos de las puertas porque eran inmensas!”, recuerda Lee.
Para Mary Austin, el único personaje femenino importante en la película, Day tuvo que depender mayormente en conversaciones con amigos y colaboradores que la conocieron en aquel entonces. Mary trabajó en Biba, la icónica tienda departamental de la Kensington High Street, en Londres, fundada por la diseñadora Barbara Hulanicki. Inspirada en los prerrafaelitas y los estilos art deco y art nouveau, los diseños de Hulanicki de la década de los ’70 incluyeron vestidos de un fluido suave, pantalones anchos, blusas con mangas de campana y chamarras hechas de telas lujosas, tales como satín y terciopelo de colores borgoña, púrpura y morado oscuros, con lunares y rayas audaces.
“Mary era una mujer que vestía con mucho estilo, a quien ponían frente a la tienda para representar el look Biba”, comenta Day. “Intentamos recrear todo el look Biba en ella, que permanece en su pesonaje a lo largo de la película. Vestir a Lucy Boynton fue un placer”.
Lucy Boynton regresa el cumplido. “Julian y el diseño de vestuario son simplemente exquisitos, y las piezas que ves duplicadas de los atuendos reales que Queen usó en escena las hicieron de una manera hermosa. Los atuendos que hicieron a mano son impresionantes”.
La indumentaria bien documentada, aquella que la banda usó en Live Aid y en los videos, fue tanto la más fácil como la más difícil de reproducir. Más fácil porque Day sabía exactamente cuál era su aspecto, difícil porque recrear atuendos verdaderos es un trabajo despiadado, ya que los aficionados y comentaristas pueden detectar hasta el fallo más imperceptible como resultado de que todo el material original está disponible en línea.
Day trabajó de manera incansable para hacer que todo detalle fuera exacto. “Cuando comienzas a ver las minucias de cada atuendo, todo se vuelve más complejo”, comenta Day. “El cinturón claveteado que Freddie usó en Live Aid, por ejemplo, tiene dos juegos distintos de clavos. Y la camiseta sin mangas tiene una forma particular. Fue un placer trabajar con Malek porque les puso mucha atención a los detalles. Para esas escenas, hicimos quince camisetas para él, y a tan sólo unos cuantos días de rodar nos indicó que el cuello de la camiseta no estaba lo suficientemente bajo. Así que tuvimos que cortar y volver a coser las quince, pero ese centímetro hizo una enorme diferencia para la autenticidad de la prenda. De igual manera, reprodujimos la caricatura que John Deacon usa en escena para que se viera exactamente de la manera correcta. Mandamos traer los jeans [Wranglers] de Freddie de los Estados Unidos y le pedimos a Adidas que hicieran las botas de boxeo que usa. ¡Fue divertido, pero desafiante!”.
El video de “I Want To Break Free”, que ve a los miembros de la banda vestidos de mujer, fue una de las escenas más esperadas de toda la película. Day y su equipo peinaron todo el país para encontrar todo el guardarropa, desde la bata para dormir que Brian May usa hasta la falta de plástico de Freddie, y manufacturaron muchas de las prendas y accesorios. “Encontramos un canotier idéntico al que usa Roger Taylor alrededor de su cuello e imprimimos el listón que lleva el sombrero del mismo color”.
En lo que respecta a la sensacional fiesta que Freddie organiza en el Garden Lodge, Day tomó un vestido que se ha convertido icónico —la corona y capa de armiño de terciopelo rojo— y lo combinó con una chamarra militar y pantalones de piel, que también fueron una apariencia distintiva de Mercury. “Queríamos que fuera el rey de su fiesta”, comenta Day.
Para los invitados a la fiesta, Day revisó imágenes del legendario Studio 54 de Nueva York, y diseñó una serie de atuendos extravagantes con referencias a los clubes nocturnos de la década de los ’70, al punk, la cultura gay, los travestís y el mundo del fetichismo clandestino.
Una nota extraordinaria es que no hubo una sola indumentaria que se usara más de una vez.
“Creo que nunca había hecho tantas pruebas de vestuario en una película como en esta”, comenta Day. “Hemos contado con cientos y cientos y cientos de atuendos, ¡un tráiler sólo para los cuatro miembros de la banda! Y una cantidad que va de los 8 mil a los 10 mil en total, incluyendo todos los extras. La historia se mueve de un país a otro, de Japón a Nueva York, hasta pequeños pueblos de los Estados Unidos, y todas esas diferentes tocadas debían tener una vibra distinta. Fue muy divertido”.
Graham King estaba impresionado por el guardarropa. “Julian Day hizo un trabajo fenomenal”, comenta el productor. “Tiene una reputación extraordinaria, y fue muy apasionado al momento de hacer esto. Tenía la sensibilidad correcta para vestir esta película, además de que estaba familiarizado con la época. Cuando haces una película y todos en el set la están haciendo por la pasión del relato, puedes llegar a sentir eso”.
Jan Sewell, diseñadora de peinados y maquillaje, trabajó de manera estrecha con Day. Ella estaba encantada de poder ser capaz de contar visualmente la historia del viaje de Freddie Mercury de 1970 hasta Live Aid.
El trabajo de Sewell fue facilitado con la cantidad de material visual que había en el dominio público. “Hay muchos videos donde puedes ver todas las apariencias distintas de Freddie”, explica. “Al trabajar de manera conjunta con el departamento de vestuario, logramos conseguir los diferentes looks de Freddie y de la banda, e hicimos una cronología. No estábamos seguros si íbamos a poder mostrar todos los estilos de peinado distintos. John Deacon, por ejemplo, se veía muy similar la gran mayoría de las veces, y después tenía el cabello mucho más corto hacia la década de los ’80. Brian May, desde luego, ha conservado su corte de cabello hasta la fecha, al margen de que lo ha tenido un poco más corto o más largo. Pero Freddie tuvo muchas apariencias. Así que tuvimos que decidir cuáles creíamos que eran los más convincentes”.
Sewell comenzó con su look sin barba y bigote de mediados de la década de los ’70, acompañado de su cabello largo y fleco muy corto, y se movió a través de otras apariencias más, hasta que terminamos con el cabello corto y bigote de Live Aid.
Hubo dos áreas principales donde Sewell tuvo que usar prostéticos: La distintiva dentadura de Freddie y su nariz aguileña. Sewell probó varios pares de dentaduras en Rami Malek para asegurarse que se vieran bien frente a cámara. “Lo que es fascinante acerca de ver a Rami interpretando a Freddie es cómo ha captado totalmente sus gestos”, comenta Sewell. “Freddie estaba muy consciente de sus dientes. Eligió no mandárselos a arreglar a pesar de que tenía el dinero para hacerlo, y lo que hizo en gran parte fue esconderlos, lo que traía consigo muchos movimientos con la boca. Así que era muy importante dar con el tamaño correcto de las prótesis para que Rami sintiera que podía actuar con ellos y fuera capaz de hacer todos esos gestos”.
Para la nariz, Sewell creó una nariz de gelatina que fue aplicada todos los días. “Lo que hice fue ensanchar la parte superior de su nariz, que ayuda a que se junten un poco sus ojos. Los ojos de Rami son mucho más grandes, y, al usar maquillaje, tenía que hacer que sus ojos fueran menos prominentes”, comenta.
Y después, desde luego, estaba la gran cantidad de pelucas y bigotes falsos. Debido a que Malek acababa de terminar de rodar Mr. Robot, no había tiempo para esperar a que le creciera el cabello, así que usa pelucas en todas las escenas, incluso la del cabello corto en Live Aid. Y conforme el cabello creció y después se hizo más corto, el bigote tuvo que hacerse más o menos tupido para que también hubiera un balance.
Para los cuatro actores de la banda, Sewell también tuvo que envejecerlos para las escenas finales de mediados de los ’80. “Para avejentarlos, usamos prótesis pequeñas en los cuatro para Live Aid —sólo pequeñas arrugas para que se vieran creíbles— y después cubrimos eso con maquillaje para escena, que hubieran usado para el concierto”.
Sewell hizo una gran investigación para hacer que hasta el menor detalle se viera correcto, no sólo hablando con Brian May y Roger Taylor, sino con mucha gente que estuvo de gira con la banda. La diseñadora agrega: “Freddie usó barniz de uñas negro en la década de los ’70 sólo en su mano izquierda. Pregunté por qué no se pintaba también las uñas de su mando derecha. Y era tan sencillo porque no podía hacerlo físicamente. Pasaba lo mismo con Brian, aunque él usaba el color blanco”.
Para las escenas con muchos extras —la fiesta en el Garden Lodge de Freddie y Live Aid— Sewell y su equipo dependieron de fotos y material en video. “Estudiamos los invitados a la fiesta con detenimiento, y había algunos aspectos extraordinarios que logramos reproducir, incluyendo las coronas de laureles y togas romanas. Para Live Aid, queríamos asegurarnos que tuviera absolutamente la apariencia de los ’80, así que hubo un mar de peinados cortos por delante y largos por detrás [mullets] y bigotes en los hombres, y cabello corto en las mujeres. A la mayoría de los extras les pusimos pelucas porque en la actualidad los hombres tienen en su mayoría el cabello corto y las mujeres lo tienen largo, así que nos tomó varias semanas de pruebas y alrededor de 7,000 pelucas para asegurarnos que todo estuviera correcto. Pero debido a que los extras eran muy aficionados, cuando les pedimos a los hombres que se dejaran crecer el bigote, ¡lo hicieron!”.
Al trabajar de la mano con Julian Day, a Sewell se le ocurrió una paleta de color complementaria para el maquillaje del reparto femenino. “Hay un gran avance desde que inicia la película hasta que termina en cuanto al maquillaje de la mujer”, comenta. “En la década de los ’70, tienes todos estos encantadores lápices labiales naranjas, pestañas postizas y tonos azules y verdes para los ojos, y el rubor es un poco anaranjado. En la década de los ’80, le apostamos más a los colores terracota y bronce”.
Uno de los recuerdos perdurables que Sewell se llevó del rodaje fue la colaboración con el reparto. “Pudieron llegar a conocer a sus personajes muy bien y se involucraron mucho en la apariencia”, recuerda. “Trabajé de manera muy estrecha con Rami, y su juicio es fenomenal y muy certero. Podía entender cómo poner un poquito más de color aquí o ensombrecer la nariz un poco por acá podía marcar la diferencia. Ha sido una gran experiencia para todos nosotros”.
Malek regresa el cumplido. “Jan Sewell es la diseñadora de maquillaje y peinados más fenomenal que hay. Además de la dentadura, hizo un trabajo increíble alrededor de mis ojos y definió la estructura de mi rostro para las distintas épocas de su vida. El maquillaje es ese gran paso que ayuda a un actor a llevar su actuación al siguiente nivel. Al igual que con el guardarropa, el maquillaje y los peinados le dan al actor esa confianza extra para acercarse a habitar un personaje. Siempre supe que nunca iba a ser Freddie Mercury, pero el peinado y el maquillaje me ayudaron a capturar su esencia”.
LA MÚSICA
Una de las funciones clave en la película fue la del supervisor musical. Becky Bentham fue la encargada de la intimidante tarea de crear el soundtrack de la película, usando tanto la voz real de Freddie Mercury, como la de una persona que sonara como él y la de Rami Malek.
Después de haber platicado con el director y el productor, Bentham categorizó cada canción basada en si era una interpretación frente a cámaras o un video de fondo. Una vez que estableció cuánto material disponible había en existencia, desde pistas de acompañamiento a voces, Bentham después acabó con una lista de requisitos para cada sesión pregrabada. Después dispuso de todo el material que necesitaba para cada reproducción. Las pistas pregrabadas fueron enviadas al reparto para que practicaran con los instructores de voces e instrumentos.
“Por lo que respecta a ‘Bohemian Rhapsody’ fuimos afortunados en haber tenido acceso a todas las grabaciones originales de voz y a todas las grabaciones originales de la banda”, continúa. “Además de eso, grabamos una pista idéntica para aquellas secciones donde las grabaciones no existen, así como las interpretaciones de Rami Malek, que formaron parte de una librería de materiales, que después convertimos en un soundtrack tan auténtico como nos fue posible”.
Para todas las escenas de canto, Bentham les pidió a los actores que cantaran con las canciones pregrabadas. “Es fundamental porque consigues hacer los movimientos en la garganta y el de los músculos faciales”, comenta.
Si bien parecía ser la labor más desafiante, las escenas de Live Aid fueron las más fáciles de hacer, dice Bentham, “porque todas las pistas ya estaban pregrabadas, así que sólo fue cuestión de reproducirlas otra vez a un volumen alto para poner a la banda en el estado anímico correcto”.
Bentham le rinde tributo a Malek y al resto del reparto. “Es darle crédito a los actores y su dedicación al invertir la cantidad de horas con sus instructores para lograr lo que obtuvimos”, comenta. “Ben Hardy ya tocaba un poco la batería, así que tenía un marco de referencia a partir del cual pudimos empezar. Gwilym Lee tocó algo de guitarra y Joe Mazzello tocó un poco el bajo. Al igual que Rami, todos ellos pasaron largas horas trabajando con el material pregrabado. Para Rami, grabamos y rodamos a la persona que sonaba igual a Freddie, para que Rami contara tanto con una referencia sonora como visual, y, así, asegurar que tuviera el mismo carácter físico, desde el movimiento del cuerpo hasta la cantidad de respiraciones”.
Las pistas fueron grabadas en los legendarios Abbey Road Studios de Londres. “¡Recuerdo a Rami llegar a nuestra primera sesión de grabación en la que se detuvo a ver una fotografía de Queen y Freddie que lo observaban! Por un lado, fue intimidante, pero por otro, un espaldarazo, y vaya que sirvió para intensificar la experiencia”.
FUERA DE LO COMÚN
Graham King tiene grandes esperanzas para que la película y su mensaje lleguen a una generación más joven. “Esta película es de verdad edificante”, comenta. “Espero que de haber alguien en la audiencia que esté confundido o siendo molestado o sintiéndose como un marginado, se tome a pecho lo que Mary le dice a Freddie en la película: “‘¿No te has dado cuenta quién puedes llegar a ser? Cualquier cosa que quieras’. Ese es un mensaje muy importante en el mundo actual”.
Pero King sabe que también es la música la que capturará la imaginación de la audiencia. “Yo voy a ver una película porque quiero sentirla, y no sólo verla. Para mí siempre fue, si podemos hacer que en un cine 500 personas aplaudan y canten a la par de esos himnos maravillosos con los que crecieron y que forman parte de sus vidas, entonces esa es una experiencia cinematográfica. Y creo que hemos logrado hacer justo eso. Quiero que la gente salga del cine y abrace a la persona que tenga a un lado, y cante a coro las canciones de Queen. ‘We Will Rock You’, ‘We Are The Champions’, ‘Bohemian Rhapsody’ —todas estas canciones son fuera de lo común y no pueden evitar sacarte una sonrisa. Quería continuar el legado de Freddie Mercury y Queen, y mostrarle a una generación más joven quién fue Freddie Mercury, cómo la banda sobrevivió a través de los años, mostrar cómo ha cambiado la industria musical, cómo era producir un disco en aquella época, cómo fue que se conocieron estos cuatro chicos y crearon ese sonido tan especial. Freddie siempre llamó a la banda su familia. Y creo que no hay mejor momento en el mundo para transmitir la idea de que todos somos parte de una familia, sin importar quiénes seamos o de dónde vengamos”.
Rami Malek concuerda: “Espero que todos dejen la película tan inspirados por la historia de Freddie como lo estoy yo, con una gran confianza en mí mismo y lleno de inspiración. Que sepan que está bien ser como eres. Espero que puedan cantar tan fuertemente como él lo hace y que asuman todas sus verdades, y sentir que no tienen nada que esconder, sino que tan sólo puedan ser y disfrutar quienes fueron destinados a ser”.
ACERCA DEL REPARTO
RAMI MALEK (Freddie Mercury) es la estrella del aclamado drama psicológico Mr. Robot, por el que recibió un Premio Emmy® y un Premio Critics’ Choice, así como nominaciones al Globo de Oro®, SAG, People’s Choice y al Premio de la Television Critics Association (Asociación de críticos de televisión).
Malek protagonizó más recientemente la nueva versión de Papillon, al lado de Charlie Hunnam. Esta entrega de la película de 1973 protagonizada por Steve McQueen es dirigida por Michael Noer, y Malek interpreta el papel de Louis Dega, que corrió a cargo originalmente por Dustin Hoffman. Malek después prestará su voz para la película venidera de acción en vivo The Voyage of Doctor Dolittle, junto a Robert Downey Jr., y producirá y estelarizará la película también próxima a estrenarse American Radical, para Universal, que Sam Esmail, creador de Mr. Robot, dirigió y produjo.
En el 2017, Malek protagonizó Buster’s Mal Heart, una película surrealista de misterio escrita y dirigida por Sarah Adina Smith, que se exhibió tanto en el Festival Internacional de Cine de Toronto, en el 2016, como en el Festival de Cine de Tribeca, en el 2017.
En el 2012, Malek apareció en The Master (The Master: Todo hombre necesita un guía), de Paul Thomas Anderson, al lado de Philip Seymour Hoffman, Joaquin Phoenix y Amy Adams. También tuvo una notable aparición en la miniserie The Pacific como ‘Snafu’. Su actuación le valió críticas increíbles y lo llevó a obtener un papel en Larry Crowne (El amor llama dos veces), de Tom Hanks, para Universal, y en la última parte de la saga de Twilight, Breaking Dawn (Amanecer: Parte 2), dirigida por Bill Condon. Previo a ellos, Malek fue visto en Night At The Museum 1 & 2 (Una noche en el museo), junto a Ben Stiller, que representó su debut en la pantalla grande, además de haber tenido un arco memorable en la serie de televisión 24, para FOX.
En el 2014, Malek apareció en la película Need for Speed, dirigida por Scott Waugh, para DreamWorks, además de la tercera parte de Night at the Museum (Una noche en el museo 3: El secreto de la tumba). También apareció en Old Boy (Oldboy: Días de venganza), de Spike Lee, al lado de Josh Brolin y Elizabeth Olsen, y estelarizó Short Term 12, con Brie Larson, dirigida por Destin Cretton.
LUCY BOYNTON (Mary Austin) es una prometedora actriz de gran talento, cuyo aplomo afable y actuaciones enigmáticas están dejando una huelle indeleble a lo largo de la industria del entretenimiento.
Además de Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, Boynton puede ser vista este otoño en el thriller de época Apostle, de Gareth Evans, al lado de Dan Stevens y Michael Sheen. La película sigue a un hombre que viaja a una isla remota e intenta rescatar a su hermana después de que ha sido secuestrada por un culto religioso.
En la actualidad, Boynton forma parte de la producción de The Politician, serie de una hora creada por Ryan Murphy. El programa para Netflix es producido por Fox 21 Television Studios.
Más recientemente, Boynton fue vista en Murder on the Orient Express (Asesinato en el Expreso de Oriente), de Kenneth Branagh, protagonizada por Johnny Depp, Michelle Pfeiffer y la Dama Judi Dench. Adaptada del libro de Agatha Christie, la película sigue a un lujoso viaje en tren a través de Europa que rápidamente se convierte en un thriller de misterio de trece extraños varados en un tren. Además, actuó en la serie “Gypsy”, creada por Lisa Rubin, para Netflix, al lado de Naomi Watts. La serie sigue a Jean Holloway (Watts), una terapeuta que comienza a entablar relaciones peligrosas e íntimas con gente de la vida de sus pacientes. Boynton interpretó a ‘Alison’, una de sus pacientes de 19 años, que recién acaba de abandonar la escuela para continuar su adicción a las drogas, pero que está batallando por escondérsela a su madre.
Previo a ello, Boynton fue vista en Rebel in the Rye, película biográfica del escritor J.D. Salinger, dirigida por Danny Strong, junto a Nicholas Hoult, Kevin Spacey y Sarah Paulson. La película es una adaptación de la biografía de Kenneth Slawenski, J.D. Salinger: A Life, y sigue al legendario y hermético autor a lo largo de su vida hasta centrarse finalmente en la incepción de su novela icónica The Catcher In The Rye (El guardián entre el centeno).
El año pasado apareció en Let Me Go, de Polly Steele, con Juliet Stevenson y Johdi May. Desarrollada a partir de la historia verdadera de Helga Schneider, la película analiza el efecto que tuvo en la vida de Schneider (Stevenson) cuando fue abandonada por su madre en 1941 a los cuatro años. Más tarde, Schneider recibe una carta que le dice que su madre está a punto de morir, así que debe viajar a Viena para darle un último adiós. Acompañada por su nieta (Boynton), este viaje devela los secretos más oscuros de su familia.
Previamente, Boynton fue vista en la película de terror The Blackcoat’s Daughter (La enviada del mal), de Osgood Perkins, junto a Emma Roberts y Kiernan Shipka. Cuando sus dos padres no se aparecen a recogerlas de manera misteriosa, dos chicas (Boynton y Shipka) quedan varadas en su internado durante el receso de invierno, sólo para darse cuenta que no están solas, sino en la compañía de una presencia muy siniestra.
El papel revelación de Boynton le llegó cuando obtuvo el papel protagónico femenino en Sing Street (Sing Street; este es tu momento), de John Carney, donde actuó al lado de Ferdia Walsh-Peelo. La historia sigue a un chico creciendo en Dublín durante la década de los ’80, que para escapar de las tensiones familiares conforma una banda de rock para impresionar a la chica que le gusta (Boynton). La película obtuvo críticas entusiastas y fue nominada para un Globo de Oro en la categoría de Mejor Película – Comedia o Musical.
Su primer papel cinematográfico fue como la joven ‘Beatrix Potter’ en Miss Potter, de Chris Noonan, por la que recibió una nominación a Mejor Actriz Secundaria Joven en una Película en los Premios Young Artists.
Créditos cinematográficos adicionales incluyen la producción de la BBC de Ballet Shoes, al lado de la Dama Eileen Atkins, Victoria Wood y Emma Watson; I Am The Pretty Thing That Lives In The House, de Osgood Perkins, junto a Ruth Wilson y Bob Balaban; Don’t Knock Twice (No toques dos veces), de Caradog James; Lock In, de Neville Pierce; el drama de la Guerra Civil de EE. UU. Copperhead, de Ron Maxwell; MO, de Philip Martin; y Hymn To Pan, de Ryan Vernav.
En la pantalla chica, Boynton es conocida por su papel como ‘Angelica Bell’, hija de la artista Vanessa Bell y sobrina de Virginia Woolf, en el drama de tres partes Life In Squares, acerca del grupo Bloomsbury, para la BBC 2. También es conocida por su papel de ‘Margaret Dashwood’ en la producción de tres partes de la BBC de Sense & Sensibility, que fue adaptada por el ganador del Premio BAFTA Andrew Davies, y fue protagonizada por Dominic Cooper y Dan Stevens. Boynton tuvo apariciones como actriz invitada en numerosos programas de televisión, incluyendo Law & Order UK, Endeavour, Lewis, y la serie nominada al BAFTA Borgia, para Channel 4.
En el 2012, Boynton también protagonizó el video musical Fall At Your Feet, primera canción de Saint Raymond.
Boynton nació en Nueva York y fue criada en Londres, donde vive en la actualidad.
GWILYM LEE (Brian May) ha forjado una filmografía impresionante en cine, televisión y teatro. Con varios proyectos venideros emocionantes, los próximos meses prometen establecerlo firmemente como una presencia actoral internacional a seguir.
En abril, voló a Australia para comenzar a trabajar en Top End Wedding, la nueva película coescrita y protagonizada por Miranda Tapsell, coescrita por Joshua Tyler y dirigida por Wayne Blair. Gwilym interpreta a ‘Ned’ en la comedia romántica, que cuenta la historia de un exitoso abogado de Sídney y su prometida, que van a buscar a la madre de ella al Territorio del Norte para reunirla con sus padres y lograr conseguir su boda de ensueño. eOne distribuirá la película en Australia y Nueva Zelanda, mientras que Films Boutique, compañía ubicada en Berlín, se encargará de las ventas internacionales.
En junio de 2017, Gwilym fue visto en el drama Jamestown, de Bill Gallagher, para SKY 1, también protagonizada por Jason Flemyng, Sophie Rundle y Max Beesley. Dirigida por Paul Wilmshurst, David Moore, John Alexander y Samuel Donovan, con Carnival Films como productores, la historia sigue a los primeros colonizadores ingleses mientras establecen una comunidad en el Nuevo Mundo. Gwilym interpreta a ‘Samuel Castell’, quien trabaja de manera estrecha con el gobernador y está casado con ‘Jocelyn’. La primera serie duró más de ocho semanas consecutivas, con una segunda serie que se transmitió en febrero de 2018. De igual manera, en el 2017, Gwilym rodó el thriller The Last Witness, dirigido por Piotr Szkopiak. En la película interpreta al ‘Capitán John Underwood’, al lado de Alex Pettyfer, Michael Gambon y Talulah Riley, que cuenta la historia de un periodista que descubre el asesinato de 22,000 polacos bajo las órdenes de Stalin. Una fecha de estreno oficial todavía está por anunciarse.
El aclamado drama A Song for Jenny, para BBC, se transmitió en julio de 2015, y Gwilym interpretó a ‘James’, socio de una mujer que busca de manera desesperada a su hija después de los bombardeos del siete de julio en Londres. La película también fue estelarizada por Emily Watson y fue dirigida por Brian Percival. Del 2013 hasta su final en el 2016, también interpretó el papel periódico de ‘DS Charlie Nelson’, al lado de Neil Dudgeon, quien personificó a ‘DCI John Barnaby’, en la querida serie criminal dramática Midsomer Murders, para ITV1.
En el 2012, el papel revelación de Gwilym en pantalla se presentó cuando interpretó a ‘Giles’, mejor amigo de los personajes de Zawe Ashton y Jack Whitehall, en la serie cómica de culto ganadora del BAFTA® Fresh Meat, creada por Jessie Armstrong y Sam Bain, para E4. Otros trabajos notables incluyen su papel en el 2012 como ‘Williams’, al lado de Jeremy Irons, Tom Hiddleston y Julie Walters en la serie ganadora del BAFTA® The Hollow Crown, basada en las obras de Shakespeare, y dirigida por Dominic Cooke, Richard Eyre, Rupert Goold y Thea Sharrock. También protagonizó el popular drama Land Girls, para la BBC, y la película The Tourist (El turista), para Columbia Pictures, estrenada en diciembre de 2010. Dirigida por Florian Henkel Von Donnersmark, y protagonizada por Angelina Jolie y Johnny Depp, la película fue nominada para tres Globos de OroÒ.
También recibió elogios de la crítica por su trabajo en escena. En el 2011, Gwilym ganó el prestigioso Premio Ian Charleson por su papel como ‘Edgar’, al lado del Caballero Derek Jacobi (CIB), en la adaptación teatral de Michael Grandage de “King Lear”, en el 2010. En el 2009, interpretó a ‘Laertes’ en “Hamlet”, protagonizada por Jude Law. La obra de Shakespeare también fue dirigida por Grandage y tuvo su corrida en la temporada del Donmar en el West End, antes de haberse mudado al teatro Broadhurst en Broadway. Su actuación le valió elogios entusiastas en los Estados Unidos, toda vez que el New York Daily News declaró que interpreta “un Laertes pasional”, mientras que Variety indicó que “zanja una figura conmovedora”. En el 2008, Gwilym fue por primera vez nominado al Premio Ian Charleson por su papel en la producción de Jonathan Kent y el National Theatre de la tragedia clásica de Sófocles “Oedipus” (Edipo), donde interpretó al ‘Mensajero’ junto a Ralph Fiennes, Alan Howard y Jasper Britton. Su debut en escena recibió reconocimiento instantáneo, cuando el Observer señaló que, “Gwilym Lee, quien se acaba de graduar este año del Guildhall, está notablemente seguro en el papel clave del Mensajero”.
Gwilym estudió en The Guildhall School of Music and Drama, donde se graduó en el 2008, recibiendo la Medalla de Oro Guildhall. Este premio es otorgado al final del curso de licenciatura en actuación de tres años, y entre los previos galardonados se encuentran Jodie Whittaker, Michelle Dockery y Stephen Campbell Moore. Previo a esto, estudió literatura inglesa en la Universidad de Cardiff.
Después de su trabajó en Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, BEN HARDY (Roger Taylor) comenzó la producción del filme 6 Underground, de Michael Bay, al lado de Ryan Reynolds y Dave Franco.
Más recientemente, Ben fue visto en Mary Shelley, junto a Maisie Williams y Elle Fanning. A principios de este año interpretó el papel protagónico en la miniserie limitada The Woman in White, para la BBC.
En el 2017, Ben apareció en la película Only the Brave, de Joe Kosinksi, al lado de Josh Brolin y Miles Teller. El filme recibió una calificación del 91% en Rotten Tomatoes.
También puede ser visto en X-Men: Apocalypse (X-Men: Apocalipsis), donde interpreta a ‘Angel’, junto a Michael Fassbender, James McAvoy, Jennifer Lawrence y Nicholas Hoult.
Graduado de la Central School of Speech and Drama, Ben actuó en el Donmar Warehouse en la obra “The Physicists”. Inmediatamente después actuó en “Judas Kiss” en el West End, al lado de Rupert Everett. A la postre, Ben apareció en la lista de Estrellas del Mañana del Screen International.
JOE MAZZELLO (John Deacon) es mejor conocido por sus papeles protagónicos como ‘Douglas Gresham’ en Shadowlands, ‘Tim Murphy’ en Jurassic Park, y ‘‘Sledgehammer’ Eugene Sledge’ en la miniserie ganadora del Emmy® The Pacific, para HBO.
En el 2010, Mazzello interpretó al cofundador de Facebook ‘Dustin Moskovitz’ en The Social Network (Red social), dirigida por David Fincher. En el 2013, Mazzello protagonizó Dear Sidewalk en el papel de ‘Gardner’, donde interpretó a un cartero de 24 años que lucha por definir su identidad, toda vez que su crisis de un cuarto de vida está en pleno apogeo. Ese mismo año, Mazzello interpretó a ‘Mouse’ en G.I. Joe: Retaliation.
El trabajo de Mazzello en televisión incluye un papel recurrente en la serie de televisión Justified, para FX, la miniserie Coma, para A&E, además de apariciones como actor invitado en los programas Person of Interest y Elementary, para CBS.
Mazzello fue escritor, director, productor ejecutivo y estrella del largometraje Undrafted. La película está basada en la verdadera historia del hermano de Mazzello, quien dejó pasar el reclutamiento del béisbol de las grandes ligas.
Desde un vendedor medieval manipulador y astuto en Game of Thrones, a un político ambicioso en The Wire, AIDAN GILLEN (John Reid) es conocido por interpretar personajes fuertes y moralmente complejos, esenciales para historias de relevancia cultural. Nacido en Dublín, Gillen es un actor nominado al Tony y SAG con una carrera que abarca dos décadas.
En el 2011, Gillen se unió al reparto principal de la revolucionaria serie de HBO Game of Thrones, en la que ha interpretado a ‘Petyr ‘Littlefinger’ Baelish’ durante siete temporadas. Su papel le valió una nominación al Premio Irish Film and Television y dos nominaciones al premio del Screen Actors Guild en la categoría de Actuación Sobresaliente de un Ensamble en una Serie Dramática. El programa ha recibido Premios Emmy consecutivos en horario estelar, en el 2015 y 2016, a Serie Dramática Sobresaliente.
Gillen fue visto más recientemente al lado de Debra Winger en The Lovers, para A24, y King Arthur: Legend of the Sword (El Rey Arturo: La leyenda de la espada), de Guy Ritchie, y en la tercera parte de la serie de Maze Runner: Death Cure (Maze Runner: La cura mortal). Gillen puede ser visto en la cuarta temporada de la serie Peaky Blinders, para la BBC2, que se transmite actualmente por Netflix.
Después de Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, los siguientes trabajos de Gillen incluyen otros dos proyectos biográficos para la BBC2: las miniseries Dave Allen at Peace y James & Lucia, que gira en torno esta última a la vida del autor James Joyce. Además, encabezará la serie Blue Book, que Robert Zemeckis producirá para History Channel.
En el 2004, Gillen se unió al reparto principal de la aclamada serie de televisión de HBO The Wire, donde interpretó a ‘Tommy Carcetti’ durante tres temporadas. Por este papel, recibió un Premio Irish Film and Television a Mejor Actor en un Papel Protagónico de Televisión. Gillen interpretó a ‘Stuart Alan Jones’ en la innovadora serie de televisión Queer as Folk y en su secuela, para Channel 4, por la que recibió una nominación al Premio British Academy Television a Mejor Actor.
Gillen interpretó al jefe criminal ‘John Boy’ en el aclamado drama criminal irlandés Love/Hate, por el que recibió su tercera nominación al Premio Irish Film and Television, y obtuvo su segunda victoria, en el 2011. Ese mismo año ganó el premio a Mejor Actor en el Festival de Cine de Milán por su actuación en Treacle Jr., por la que también recibió una nominación a Mejor Actor en los Premio British Independent Film. En el 2014, Gillen también recibió un Premio Irish Film and Television a Mejor Actor por su interpretación de ‘Charles J. Haughey’ en la miniserie Charlie, para RTE Studios.
Créditos cinematográficos pasados incluyen: Sing Street, Maze Runner: The Scorch Trials, Shadow Dance, Cavalry, Blitz, Shanghai Knights y Some Mother’s Son, de Terry George. Su película Pickups, que escribió, produjo y protagonizó, se estrenó en el Festival de Cine de Dublín, en el 2017.
Un consumado actor de teatro, Gillen fue nominado en el 2007 a un Premio Irish Times Theatre por su interpretación de ‘Teach’, en la producción del teatro Dublin Gate de “American Buffalo”, del dramaturgo David Mamet. Ese mismo año, interpretó a ‘Richard Roma’ en la producción del West End de “Glengarry Glen Ross”, también de Mamet. En el 2004, obtuvo un papel en la producción de Broadway de “The Caretaker”, y por su actuación recibió una nominación al Tony en la categoría de Mejor Actor Protagónico en una Obra.
TOM HOLLANDER (Jim Beach) es un actor de teatro, televisión y cine. Entre sus créditos televisivos se encuentran Rev, programa ganador del premio BAFTA®, del cual fue co-creador; una actuación ganadora del BAFTA® en The Night Manager; Taboo y A Poet In New York, ganadora del RTS. Sus filmes incluyen Pride and Prejudice (Orgullo y prejuicio); Pirates of the Caribbean (Los piratas del Caribe); Gosford Park (Muerte a la media noche); Breathe; Tulip Fever y la venidera Jungle Book: Origins. Después de su trabajo en Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, rodó A Private War, una película biográfica acerca de la corresponsal de guerra Marie Colvin. Sus créditos en teatro incluyen “A Flea in Her Ear”, “The Government Inspector”, “As You Like It” y “Mojo”. Fue nominado para un Premio Olivier a Mejor Actor por su papel como ‘Henry Carr’ en “Travesties”, que después se trasladó a Broadway en la primavera de 2018 y fue nominada para un Premio Tony®. Tom hace apariciones periódicas en American Dad y Family Guy.
ALLEN LEECH (Paul Prenter) es un premiado actor irlandés —quizás mejor conocido internacionalmente por su prometedor papel de ‘Tom Branson’ en Downton Abbey, para ITV— que está forjando rápidamente una carrera prolífica en Hollywood.
Antes de Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, Leech apareció en la pantalla grande en el thriller de acción The Hunter’s Prayer. En el 2014, Leech interpretó a una oficial de inteligencia británico y al doble agente soviético ‘John Cairncross’ en The Imitation Game (El código enigma). La película, protagonizada por Benedict Cumberbatch y Keira Knightley, fue nominada para ocho Premios de la AcademiaÒ y cinco Globos de OroÒ, además de haber recibido numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio People’s Choice en el Festival de Cine de Toronto y el Premio Ensemble Cast en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs. El demás trabajo de Leech en el cine incluye, en el 2013, la película independiente Grand Piano, con Elijah Wood y John Cusack, y, en el 2003, la comedia Cowboys & Angels, que en el papel de un estudiante de modas gay ofreció una reveladora actuación.
Leech repetirá su papel como ‘Tom Branson’, el chofer-convertido-en-administrador-de-estado, en el proyecto cinematográfico de Downton Abbey, aún sin título, cuya producción comienza este año. Leech también interpreta al inspector en jefe ‘Dougie’ en el drama venidero de tráfico sexual Doing Money, para la BBC. También en el campo de la televisión, Leech protagonizó recientemente la miniserie dramática Bellevue, junto a Anna Paquin, para CBC, y se apuntó un episodio de una de las series favoritas de culto de ciencia ficción, Black Mirror. Honrado con múltiples nominaciones a los Premios Irish Film and Television, su demás trabajo en televisión incluye The Tudors para la BBC y la serie dramática histórica Rome para HBO.
En escena, Leech protagonizó recientemente la premiada obra “Constellations”, original de Nick Payne, en el Geffen Playhouse de Los Ángeles, después de haber aparecido en la muy exitosa “Ecstasy”, de Mike Leigh tanto en The Hampstead Theatre como en el Duchess Theatre del West End.
Oriundo del sur de Dublín, Allen Leech sintió por primera vez la inquietud por la actuación a los once años cuando interpretó al ‘Cowardly Lion’ (El león cobarde) en una producción escolar de “The Wizard of Oz” (El mago de Oz). A la postre, obtuvo sus títulos de licenciatura y maestría en estudios dramáticos y teatrales en la Facultad de Trinity.
AARON MCCUSKER (Jim Hutton) es un actor irlandés muy versátil, con una variedad fantástica de créditos en cine, televisión y teatro. Aaron es mejor conocido por su papel brillante y memorable como ‘Jamie Maguire’ durante siete temporadas en Shameless, serie del Reino Unido. También actuó al lado de Stanley Tucci, Christopher Eccleston y Michael Gambon en Fortitude, para Sky Atlantic. Tuvo un papel periódico en el programa Astronauts Wives Club, para ABC, al lado de JoAnna Garcia y Odette Annable. Otros créditos en televisión incluyen Silent Witness (BBC), Dexter (Showtime U.S.), Ultimate Force (Bentley Productions) y Murder (BBC). Aaron terminó más recientemente la nueva comedia televisiva británica de Sharon Horgan titulada Women On The Verge, donde interpreta el papel protagónico de ‘Martin’, para RTE.
En el ámbito cinematográfico, Aaron compartió créditos recientemente con la estrella internacional de acción Scott Adkins en la película de ciencia ficción Incoming, del director Eric Zaragoza. De igual manera, apareció en Final Score, al lado de Dave Bautista y Pierce Brosnan, que será estrenada más tarde este año. Recientemente, Aaron terminó la secuela del clásico de los ’90 Backdraft (Marea de fuego), para Universal, al lado de Donald Sutherland y Billy Baldwin, quienes repiten sus papeles de la película original. Los otros créditos cinematográficos de Aaron incluyen Socrates (New Black Films) y The Ticking Man (Roaring Fire Films).
Aaron también alberga una intensa pasión por el teatro. Por haber interpretado el papel de ‘Algernon’ en “The Importance of Being Earnest” (La importancia de llamarse Ernesto), que se presentó en el Lyric Theatre, en Belfast, fue nominado a Mejor Actor en los Premios Irish Times Theatre. También actuó en “King Lear” en el Crucible Theatre. En la actualidad, Aaron se encuentra ensayando para “Good Vibrations”, donde interpreta el papel de ‘Teri Hooley’, también para el Lyric Theatre, dirigida por Des Kennedy.
Aaron, que cuenta con la ciudadanía inglesa, irlandesa y estadounidense, pasa el tiempo en los tres lugares, pero ahora considera a Inglaterra su hogar.
MIKE MYERS (Ray Foster), uno de los intérpretes más multifacéticos de su generación, le ha dado vida a una variedad de personajes memorables en cine y televisión, como actor, autor, director, productor, escritor y creador. Está detrás de personajes icónicos tales como ‘Wayne Campbell’, ‘Austin Powers’, ‘Dr. Evil’ y ‘Shrek’.
Myers interpreta al conductor de televisión ‘Tommy Maitlan’ en The Gong Show, una actualización del programa de concursos de la década de los ’70, donde talento no convencional hace una interpretación para un panel de jueces que son celebridades. La segunda temporada, para ABC, salió al aire el 21 de junio. Will Arnett funge como productor ejecutivo.
En octubre de 2016, Myers publicó su primer libro, Canada, a través de Penguin Random House. El best seller de sus memorias es un análisis divertido, reflexivo y afectuoso de su tierra natal y estuvo clasificado en la lista de Best Sellers nacionales de los periódicos The Globe y Mail.
En el 2014, Myers hizo su debut como director con el documental Supermensch: The Legend of Shep Gordon, que narra la vida del representante de talentos Shep Gordon, y que consiguió múltiples premios. La película se estrenó en el 2013 en el Festival Internacional de Cine de Toronto y fue distribuida por A&E IndieFilms. En el 2015, el documental también le valió una nominación al Emmy® a Programación Artística y Cultural Sobresaliente.
Nacido y criado en Toronto, Canadá, Myers comenzó su carrera profesional en la compañía Second City, tanto en la de Toronto como en la de Chicago. El descubrimiento de Myers por parte de Lorne Michaels, productor de Saturday Night Live, lo llevó a debutar en 1989 como intérprete y escritor principal del programa. De manera exitosa, Myers llevó su popular personaje de SNL ‘Wayne Campbell’ a la pantalla grande en Wayne’s World (El mundo según Wayne) y Wayne’s World 2, que también escribió.
Myers también creó, escribió, produjo y protagonizó el exitazo que rompió todos los récords, Austin Powers: International Man of Mystery. La interpretación de Myers como ‘Austin Powers’ generó dos secuelas, Austin Powers: The Spy Who Shagged Me y Austin Powers: Goldmember. Myers prestó su voz para el papel que le da nombre al título en Shrek, el querido ogro verde para la franquicia animada de DreamWorks, que también incluyó Shrek, Shrek 2, Shrek the Third y Shrek Forever After. So I Married an Axe Murderer, la primera película de Myers después de su periodo en SNL, es un clásico de culto. Myers fue visto más recientemente en el thriller Terminal, de Vaughn Stein, al lado de Margot Robbie.
Myers recibió una Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, California, por su impresionante filmografía y por su memorable trabajo en Inglorious Basterds (Bastardos sin gloria), de Quentin Tarantino, recibió un premio SAG como parte del ensamble. También fue honrado con el Premio Jack Benny por el cuerpo estudiantil de la Universidad de California, el Premio AFI Star en el U.S. Comedy Arts Festival, numerosos Premios MTV Movie, incluyendo el Premio MTV Generation, y tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Canadá. Su personaje, ‘Shrek’, también tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
ACERCA DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN
Desde su ópera prima, Public Access, ganadora del Gran Premio del Jurado en Sundance, BRYAN SINGER (Director), ha entretenido de manera constante a las audiencias al dirigir películas que pueden ser calificadas por su estilo visual audaz y por la riqueza en la construcción de sus personajes. Singer recibió por primera vez un reconocimiento generalizado en 1995 por el thriller de misterio The Usual Suspects (Los sospechosos comunes), protagonizado por Chazz Palminteri, Benicio Del Toro, Stephen Baldwin, Gabriel Byrne, Kevin Pollack y Kevin Spacey. La película ganó dos Premio de la Academia®, una para Spacey a Mejor Actor Secundario y el otro para el escritor Christopher McQuarrie a Mejor Guión Original.
El siguiente largometraje de Singer fue el aclamado Apt Pupil (El aprendiz), que fue adaptado de una novela corta de Stephen King y protagonizado por Ian McKellen, actor nominado al Premio de la Academia®.
A ésta, Singer le siguió con dos películas tremendamente exitosas: el exitazo taquillero de verano X-Men, en el 2000, y la todavía más exitosa secuela, X2: X-Men United, en el 2003. Dirigió las adaptaciones con un conocimiento agudo de una legión de admiradores de la franquicia que lleva siguiendo a la tira cómica por 40 años. Los aficionados a los cómics y las nuevas audiencias acogieron la visión de Singer de manera abrumadora, que fusionaba los géneros de la ciencia ficción y el de acción/aventuras de manera imperceptible, con un reparto multiestelar encabezado por Hugh Jackman, Patrick Stewart, Ian McKellen y Halle Berry.
Después del éxito masivo de las dos primeras películas de X-Men, Singer fue contratado por Warner Bros. para dirigir Superman Returns (Superman regresa). Primera película de verano en haber sido rodada con la cámara digital Panavision Genesis, la visión de Singer emocionó a aficionados y críticos por igual, mientras llevó a las audiencias de todo el mundo a verla en formatos tradicionales y IMAX 3-D. También fue la primera película de acción en vivo en usar un proceso de conversión en 3D posterior ante un gran éxito. Singer también dirigiría a la postre dos películas adicionales de X-Men: la favorita de los aficionados X-Men: Days of Future Past (X-Men: Días del futuro pasado) y X-Men: Apocalypse (X-Men: Apocalipsis). No hay director que haya dirigido más películas basadas en adaptaciones de historietas que Bryan Singer.
Después de Superman Returns, Singer dirigió el thriller de la Segunda Guerra Mundial Valkyrie (Operación Valquiria), protagonizada por Tom Cruise, Kenneth Branagh, Tom Wilkinson, Eddie Izzard y Bill Nighy. Fue muy bien recibida tanto por la crítica como por la taquilla, toda vez que recabó $200 millones de dólares a escala mundial, lo que le dio a la renovada United Artists su primer éxito comercial auténtico. Entre sus estrenos recientes, se encuentra la épica en 3D de acción en vivo Jack the Giant Slayer (Jack, El cazagigantes) que dirigió para New Line Cinema, Legendary Pictures y Warner Bros.
Singer, quien proviene de una familia de músicos, desarrolló una fascinación con Queen y su icónico líder, Freddie Mercury, desde una temprana edad, y había estado buscando la posibilidad de dirigir esta película durante casi una década y media. Esta es una obra de amor genuino. Singer explica, “Para mí, su música y estilo de interpretación trascendió el rocanrol. Era sinfónica, operática e impresionante desde un punto de vista visual. Siempre he visto a Freddie Mercury como un superhéroe de la vida real, toda vez que supo balancear su compleja vida personal con su personalidad de superestrella”.
Singer ha dirigido y producido numerosos proyectos a través de los auspicios de Bad Hat Harry Productions, una compañía productora de cine, televisión y videojuegos que fundó en 1994. Unas cuantas de sus iniciativas incluyen la película documental Look, Up in the Sky: The Amazing Story of Superman, la miniserie The Triangle, para Sci-Fi Channel, la favorita de los festivales de cine de terror Trick ‘r Treat, y la recién estrenada serie web de ciencia ficción H+, para Warner Bros.
Para la televisión, Singer dirigió el programa piloto y fungió como productor ejecutivo de House, serie de televisión de Fox ganadora del Emmy® y Globo de Oro®, protagonizada por Hugh Laurie, que se mantuvo de manera constante entre los diez mejores programas de la televisión. Singer también dirigió y fue productor ejecutivo del éxito The Gifted, para Fox, además de haber sido productor ejecutivo de la serie Legion, para FX. De igual manera, fungió como productor ejecutivo del programa de televisión Dirty Sexy Money, programa de ABC nominado al Emmy® y Globo de Oro®, protagonizado por Donald Sutherland.
Los proyectos cinematográficos de Singer han recabado más de $3 billones de dólares y ha fungido como productor ejecutivo o dirigido más de 300 horas de televisión.
ANTHONY McCARTEN (Guión, Historia) es un guionista nominado en tres ocasiones al Premio de la Academia® y ha ganado dos veces el BAFTA, además de ser productor de las películas The Theory of Everything (La teoría del todo) (por la que Eddie Redmayne ganó un Oscar a Mejor ActorÒ) y Darkest Hour (Las horas más oscuras) (por la que Gary Oldman obtuvo el mismo premio), y uno de los autores principales de best sellers del Sunday Times. Sus novelas y libros de no ficción se han traducido a catorce idiomas. Por su obra “Ladies Night” obtuvo un temprano éxito internacional. Traducida a doce idiomas, continúa presentándose en todo el mundo. En el 2001, ganó el premio principal que se entrega en Francia al teatro de comedia, el Premio Molière. Nacido en Nueva Zelanda, divide su tiempo entre Londres y Los Ángeles. En el 2015, fue inducido como Miembro Literario de la Sociedad de Autores de Nueva Zelanda.
PETER MORGAN (Historia), (CIB), es uno de los guionistas más condecorados e influyentes de Inglaterra. Es el creador de la muy aclamada serie The Crown, ganadora del Globo de Oro®, que narra la historia íntima de lo que sucede en el Palacio de Buckingham y 10 Downing Street. Las primeras dos series fueron protagonizadas por Claire Foy, ganadora del Globo de Oro® y del SAG, en el papel de la Reina Elizabeth II, cuyo ascenso al trono británico sacudió a la monarquía inglesa después de la muerte de su padre. La serie, que ha ganado premios en ambos lados del Atlántico, ha sido elogiada al haber elevado el nivel de discurso cinematográfico en la televisión. Por su escritura, Morgan ha sido reconocido en múltiples ocasiones por las academias de televisión de los Estados Unidos e Inglaterra, que lo ha llevado a recibir en variadas ocasiones nominaciones al BAFTA® y Emmy® por sus series.
The Crown fue inspirada en su obra ganadora del Premio Tony® The Audience, que aborda la relación entre la Reina Elizabeth II y sus primeros ministros, así como en la película ganadora del Oscar® The Queen (La Reina), ambas protagonizadas por Helen Mirren. The Queen le valió a Morgan una nominación al Oscar® y el BAFTA® a Mejor Guión.
La ilustre carrera de Morgan también incluye la obra Frost/Nixon. Puesta en escena premiada y nominada al Premio Tony®, recibió elogios de la crítica en ambos lados del Atlántico antes de haber sido adaptada a una película homónima, que recibió múltiples nominaciones al Premio de la Academia. La película recibió cinco nominaciones al Oscar®, incluyendo una a Mejor Guión. Los demás créditos cinematográficos de Morgan incluyen la premiada The Last King of Scotland (EL último rey de Escocia), The Damned United y Rush (Rush: Pasión y gloria), dirigida por Ron Howard. Sus extensos créditos en televisión incluyen The Lost Honour of Christopher Jeffries, la aclamada The Deal —primera parte de su trilogía de Tony Blair (Premio BAFTA® a Mejor Drama)—, The Special Relationship y Longford.
En el 2017, Morgan fue premiado con el BFI Fellowship, el honor más prestigioso del Instituto Británico de Cinematografía, y la RTS reconoció a The Crown con un premio especial en el 2018 por su Contribución a la Televisión Británica.
El productor ganador del Oscar® GRAHAM KING (Productor) ha trabajado detrás de cámaras con los principales talentos creativos de la industria, tanto en grandes producciones como en película independientes. A lo largo de estos últimos treinta años, King ha producido o fungido como productor ejecutivo en más de 45 filmes, que han recabado más de $1.2 billones de dólares en la taquilla doméstica y más de $2.8 billones de dólares en la mundial. Sus películas, también reconocidas por críticos y grupos cinematográficos, han sido nominadas para 61 Premios de la Academia®, 38 Globos de Oro® y 52 Premios de la Academia Británica de Cine (BAFTA®). Su compañía GK Films tiene un contrato no exclusivo de primera opción con Paramount Pictures, bajo el cual King desarrolla y produce películas a través de su empresa en los tres años de duración que tiene el convenio.
Más recientemente, King fungió como productor de la película épica Tomb Raider (Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft), que narra la historia de origen de la primera aventura de Lara Croft, con Alicia Vikander en el papel protagónico. Previo a ello, King fue productor ejecutivo del thriller de acción World War Z (Guerra mundial Z), protagonizada por Brad Pitt. La película recabó más de $540 millones de dólares a escala mundial y fue nombrada uno de los 10 Mejores Películas del Año por Entertainment Weekly. King también fungió como productor ejecutivo del drama histórico Argo. La película ganó el Premio de la Academia®, Globo de Oro®, Premio Critics’ Choice y BAFTA a Mejor Película. Dirigida y protagonizada por Ben Affleck, Argo fue nombrada una de las 10 Mejores Películas del Año en los Premios AFI y por la National Board of Review, además de haber aparecido en más de 150 listas de críticos de las diez mejores películas de 2012.
En el 2011, King produjo varias películas diversas. Como productor, recibió nominaciones a Mejor Película en los Premios de la Academia® y los Globos de Oro® por la aclamada aventura fantástica Hugo (La invención de Hugo Cabret), de Martin Scorsese. La película recibió un total de once nominaciones al Premio de la Academia®, y, además de haber sido la producción que más nominaciones recibió ese año, también apareció en más de 200 listas de críticos de las diez mejores películas del 2011. King también produjo la comedia animada Rango, de Gore Verbinski, con la voz de Johnny Depp en el papel que le da nombre al título, y que obtuvo un Premio de la Academia® a Mejor Película Animada. Ese mismo año, produjo la ópera prima de Angelina Jolie, In The Land Of Blood And Honey, que recibió una nominación al Globo de Oro® a Mejor Película Extranjera. Lo anterior representó la primera vez que un productor ha sido nominado a Mejor Película en los Globos de Oro® en tres categorías distintas—drama, película animada y película extranjera—, todas en el mismo año. King también fue productor del thriller gótico sobrenatural Dark Shadows (Sombras tenebrosas), protagonizado por Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Eva Green y Helena Bonham Carter.
King previamente ganó un Oscar® a Mejor Película como productor del drama criminal The Departed (Los infiltrados) (2006), de Martin Scorsese, protagonizada por Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson y Mark Wahlberg. La película obtuvo un total de cuatro Premios de la Academia®, incluyendo Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y Mejor Edición.
King recibió su primera nominación a Mejor Película al Premio de la Academia® y ganó un Premio BAFTA® a Mejor Película por su trabajo como productor en la muy elogiada película biográfica de Howard Hughes The Aviator (El aviador), de Martin Scorsese, protagonizada por Leonardo DiCaprio. Además, fue honrado por el Producers Guild of America (PGA) (Sindicato de productores de los Estados Unidos) con el Premio Golden Laurel a Productor del Año.
Los créditos adicionales de King como productor incluyen el thriller romántico de guerra nominado al Oscar® Allied (Aliados), protagonizado por Brad Pitt, Marion Cotillard y dirigido por Robert Zemeckis; la adaptación para la pantalla grande del exitoso musical de Broadway Jersey Boys, dirigido por Clint Eastwood, ganador de múltiples Premios Oscar®; el thriller romántico The Tourist (El turista), donde compartieron créditos Johnny Depp y Angelina Jolie; el drama criminal The Town (Atracción peligrosa), de Ben Affleck, protagonizado por Affleck y Jeremy Renner; el thriller Edge of Darkness (Al filo de la oscuridad), de Martin Campbell, estelarizado por Mel Gibson; el drama histórico The Young Victoria, protagonizado por Emily Blunt; y el drama Blood Diamond (Diamante de sangre), protagonizado por Leonardo DiCaprio. Además, fungió como coproductor ejecutivo del drama épico nominado al Oscar® Gangs of New York (Pandillas de Nueva York), de Scorsese, estelarizado por DiCaprio, Daniel Day-Lewis y Cameron Diaz.
King fue previamente presidente y director general de Initial Entertainment Group, que fundó en 1995. Durante su periodo laboral en esta empresa fungió como productor ejecutivo de películas tales como el drama de ensamble ganador del Oscar® Traffic (Tráfico), de Steven Soderbergh; el drama biográfico Ali, de Michael Mann, protagonizado por Will Smith en el papel que da nombre al título; y The Dangerous Lives Of Altar Boys, producida y protagonizada por Jodie Foster. King también fungió como productor ejecutivo de la miniserie televisiva Traffic, por la que recibió una nominación al Premio Emmy® a Miniserie Sobresaliente.
Oriundo del Reino Unido, King se mudó a los Estados Unidos en 1982 y en el 2009 le fue otorgada la Orden del Imperio Británico (OBE, por sus siglas en inglés).
JIM BEACH (Productor) estudió en la Facultad de Cheltenham y se graduó de leyes en Cambridge, donde formó parte del comité University Footlights Club.
Como socio musical superior en el despacho de abogados Harbottle & Lewis, estableció en Londres uno de los principales bufetes de música en la década de los ’70. En 1978, cedió su sociedad para concentrarse en la representación de artistas y en la producción de música, cine y televisión.
Se ha convertido en uno de los representantes más respetados del mundo (toda vez que continúa representando a artistas tales como Queen, Monty Python y Electric Pyramid) y ha producido numerosos largometrajes y programas musicales para la televisión.
Su experiencia en televisión es mundial, una vez que ha producido programas con NHK en Japón, Universal TV en los Estados Unidos, Globo TV en Brasil, TVE en España, RAI en Italia, DoRo Productions en Austria, Mafilm en Hungría, Swiss TV en Suiza, Carlton Television y con la BBC, entre otras. Ha fungido como productor ejecutivo o productor de numerosos especiales, incluyendo: La Nit, un espectáculo musical en colaboración con el comité olímpico de Barcelona, en Barcelona; el Festival de Jazz de Montreux, en el que grabó durante diecinueve días seguidos en 1991 y 1992, y por el que fue nominado para un Grammy por su tributo a Miles Davis; ‘Queen – Live in Budapest’, el primer concierto en directo en un país del bloque del este en una coproducción con Mafilm; ‘The Freddie Mercury Tribute Concert’, que se transmitió en directo a 76 países de todo el mundo desde el estadio de Wembley en abril de 1992; Days of our Lives, un documental de 90 minutos acerca de Queen para la BBC, en el 2011; y The Great Pretender, un documental de 90 minutos acerca de Freddie Mercury también para la BBC, y por el que recibió un Emmy®.
Trabajó con 46664 Concerts, una compañía sudafricana propiedad absoluta de la Nelson Mandela Foundation, que fue fundada en el 2003 para lanzar la campaña mundial 46664 de Nelson Mandela para generar conciencia del SIDA. Coprodujo con Jean-François Cecillon el primer concierto de 46664 en el estadio Green Point en Ciudad del Cabo, en noviembre de 2003, y a la postre produjo el segundo concierto de 46664 en Sudáfrica en el Francourt de George. Ambos conciertos fueron transmitidos para la televisión mundial. Después del concierto de Francourt, Jim produjo 46664 Tromsø en Noruega, con Nelson Mandela, en junio de 2005; el concierto de 46664 del World AIDS Day en el estadio Ellis Park en Johannesburgo, el primero de diciembre de 2007; el concierto para celebrar el cumpleaños 90 de Nelson Mandela en Hyde Park, el 27 de junio de 2008; y el concierto para festejar el cumpleaños 91 de Nelson Mandela en Radio City Music Hall en Nueva York, el 18 de julio de 2009. Durante la producción de estos conciertos, Jim trabajó con artistas de todo el mundo, incluyendo Beyoncé, Stevie Wonder, Aretha Franklin, Will.i.am y U2.
Jim ha sido productor ejecutivo de varios largometrajes. Entre éstos se encuentran Cross Country para MGM UA, The Hotel New Hampshire para Orion Pictures, The Krays para Parkfield Entertainment, The Reflecting Skin para British Screen y la BBC, Dirty Weekend, de Michael Winner, Death Machine para JVC y Entertainment UK, The Passion of Darkly Noon para Entertainment UK y el Newmarket Group, La Passione, de Chris Rea, para Time Warner, Love Honour and Obey para la BBC, y Final Cut, protagonizada por Jude Law, Sadie Frost y Ray Winstone. The Krays ganó el codiciado Premio Evening Standard a Mejor Película Británica de 1990 y The Reflecting Skin obtuvo premios en numerosos festivales de cine europeos, incluyendo haber ganado el Leopardo de Plata en el Festival de Cine de Lugano. Ambas películas fueron distribuidas por Miramax en los Estados Unidos y fueron incluidas dentro de la lista de las diez mejores películas del año por el Los Angeles Times.
Su trabajo en teatro incluye “Monty Python” en Drury Lane y en el City Center de Nueva York, y “Side by Side with Sondheim”, además de haber producido los espectáculos de “Monty Python Reunion” en la arena 02 de Londres en julio de 2014. Desarrolló el musical teatral “We Will Rock You” con Tribeca Productions, compañía de Robert DeNiro, en Nueva York, y con Phil McIntyre Entertainments en Londres. En el 2015 el Music Managers Forum le otorgó el Premio Peter Grant por sus servicios de gestión sobresalientes en la industria musical.
Es consejero del EMI Music Sound Foundation y del Mercury Phoenix Trust – Fighting AIDS Worldwide.
Desde los primeros días de su carrera con el clásico de culto The Usual Suspects, NEWTON THOMAS SIGEL, ASC (Director de Fotografía) ha desempeñado un papel importante en la narrativa visual moderna. Su influyente trabajo en Three Kings (Tres reyes), cambió la dirección de la cinematografía con su implementación experta de distintos tipos de película y procesos de laboratorio. En el 2010, fotografió el debut de Nicolas Winding Refn en Hollywood, Drive (Drive, El Escape), que obtuvo el Premio a Mejor Director en Cannes y es elogiada en todo el mundo por su sorprendente diseño visual.
Después de haber trabajado con el director Bryan Singer en The Usual Suspects, los dos colaboraron a la postre en otros nueve filmes, incluyendo las películas de X-Men, Superman Returns y Valkyrie.
Los otros créditos de Sigel incluyen: Confessions of a Dangerous Mind (Confesiones de una mente peligrosa) y Leatherheads (Jugando sucio) con su antiguo colaborador George Clooney; The Brothers Grimm (Los hermanos Grimm), de Terry Gilliam; el debut como director de Alan Ball, Towelhead (Tentaciones prohibidas); la historia de tintes negros Blood & Wine (Gente peligrosa), de Bob Rafelson, protagonizada por Jack Nicholson; y Fallen (Poseídos), de Gregory Hoblit, estelarizada por Denzel Washington.
También colaboró con el Maestro Yuen Wo-Ping, Gran Maestro del cine de artes marciales, en Crouching Tiger, Hidden Dragon: Sword of Destiny; Robert Redford en The Conspirator (El conspirador); Halle Berry en Frankie and Alice; y Reginald Hudlin en Marshall, protagonizada por Chadwick Boseman en el papel del primer hombre de raza negra en la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos.
Además de sus créditos como director de fotografía, Sigel dirigió Point of Origin, para HBO, así como The Big Empty, que codirigió con su esposa J. Lisa Chang, protagonizada por Selma Blair.
La carrera artística de Sigel comenzó como pintor y director de cine experimental mientras estudiaba en el Whitney Museum of American Art de la ciudad de Nueva York. A la postre hizo la transición a documentales, mientras cubría las guerras de Centroamérica de la década de los ’80. Estas películas incluyeron la ganadora del Premio de la Academia® Witness to War: Dr. Charlie Clements y el éxito en cines When the Mountains Tremble. Sigel, quien gracias a su trabajo llamó la atención del legendario cinefotógrafo Haskell Wexler, obtuvo su primera oportunidad en el cine de ficción con Latino, una película que narraba los frentes de la guerra en Nicaragua desde la perspectiva de ambos lados del conflicto. Estuvo basada en el documental de Sigel que anunció la noticia del financiamiento de los contras a manos de los Estados Unidos. No pasó mucho tiempo después de eso que Sigel se convirtió en un reconocido director de fotografía por derecho propio, y el resto es historia.
Miembro de la American Society of Cinematographers, el Director’s Guild of America (Sindicato de directores de los EE UU) y de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, Sigel vive en Los Ángeles y es representado para comerciales por DDA y para proyectos de cine por UTA.
AARON HAYE (Diseñador de Producción) es un diseñador ubicado en California con experiencia a lo largo de varios sectores dentro de la industria cinematográfica.
Aaron, quien está firmemente enraizado en el arte de la realización práctica, comenzó su carrera en efectos visuales en el legendario taller de Industrial Light & Magic, donde pasó ocho años absorbiendo el conocimiento colectivo de algunos de los hombres más talentosos y creativos de la Tierra. Aquí, la cultura estaba imbuida en un espíritu colaborativo y competitivo, en el que a todos se les alentaba a encontrar soluciones novedosas e innovadoras para resolver problemas complejos en muy poco tiempo y con recursos limitados. Un involucramiento íntimo, desde el concepto e iteración hasta la fabricación y fotografía, ayudó a conformar la infraestructura de su experiencia a lo largo de esos años.
Entre sus primeros créditos en efectos visuales se encuentran Star Wars Episodes I & II, The Matrix Reloaded & Revolutions (Matrix Recargado y Matrix: Revoluciones), A.I. Artificial Intelligence (I.A. Inteligencia artificial) y Starship Troopers (Invasión).
En el 2002, Aaron se mudó a Los Ángeles y se dio a la tarea de desarrollar un nicho para el diseño en 3D para cine. Le presentó la idea de diseño integrado en 3D a cualquiera que estuviera dispuesto a escucharlo y al poco tiempo haría la transición de efectos visuales al departamento de arte. Sus antecedentes únicos y experiencia diversa lo llevaron a involucrarse en algunas de las películas de mayor renombre de las últimas dos décadas y a la oportunidad de trabajar con directores visionarios como David Fincher, Zach Snyder, J.J. Abrams, Bryan Singer y Denis Villeneuve.
Créditos en la dirección de arte incluyen The Curious Case of Benjamin Button (El curioso caso de Benjamin Button), Star Trek, The Social Network (Red social), Battleship, Man of Steel (El hombre de acero), Dawn of the Planet of the Apes (El planeta de los simios: Confrontación) y Terminator Genisys (Terminator: Génesis).
Como diseñador de producción, Aaron estuvo involucrado en el desarrollo de la apariencia inicial de Blade Runner 2049, creó el episodio piloto de The Gifted y diseñó una versión sin producir de 20,000 Leagues Under the Sea para Fox, antes de deleitarse en la creación de los detalles para Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury.
Los variados créditos cinematográficos de JULIAN DAY (Diseñador de Vestuario) incluyen Our Kind of Traitor (Un traidor entre nosotros), de Susanna White, Pride and Prejudice and Zombies (Orgullo, prejuicio y zombis), de Burr Steers, Berberian Sound Studio, de Peter Strickland, Salmon Fishing in the Yemen, de Lasse Hallström, Brighton Rock, de Rowan Joffe, Nowhere Boy (Mi nombre es John Lennon), de Sam Taylor-Wood, y Control, de Anton Corbijn.
Julian ha colaborado de manera extensa con el director Ron Howard, a quien le ha diseñado el guardarropa para Inferno, In the Heart of the Sea (En el corazón del mar) y Rush (Rush: Pasión y gloria), por la que recibió una nominación al Premio Satellite a Mejor Diseño de Vestuario en el 2013, así como para la serie nominada al Emmy® Genius, para Fox Network. Julian también ha trabajado varias veces con el director Tom Harper, en The Scouting Book for Boys, Demons, para ITV, y el drama Dis/Connected, para la BBC.
Otros de sus créditos en televisión incluyen el thriller de la BBC Page Eight, dirigido por David Hare, Britz, de Peter Kosminsky, y This Little Life, de Sarah Gavron.
Más recientemente, Julian diseñó el vestuario para Robin Hood, dirigida por Otto Bathurst y protagonizada por Taron Egerton, y Terminal, de Vaughn Stein, estelarizada por Margot Robbie y Simon Pegg. En la actualidad se encuentra trabajando en Rocketman, de Dexter Fletcher.
JOHN OTTMAN, A.C.E. (Editor y Música) es uno de los creativos más singulares en la industria cinematográfica, toda vez que cuenta con la doble distinción de ser tanto un reconocido compositor de cine como un editor ganador del BAFTA®. Ottman con frecuencia ha desempeñado ambas labores monumentales en la misma película. Entre ellas se encuentran The Usual Suspects, X-Men 2, Superman Returns, Valkyrie, Jack the Giant Slayer, Days of Future Past y X-Men Apocalypse. También fue productor en varias de estas películas, además de haber dirigido, editado y compuesto la música de Urban Legends 2 (Leyendas urbanas 2).
Desde una temprana edad en San José, California, Ottman comenzó a componer y a grabar obras radiofónicas en casetes. Con su voz (y algunos efectos especiales) interpretaría muchos de estos personajes y recurriría a sus amigos de la colonia para que actuaran como miembros extras del reparto.
Para el cuarto año, Ottman ya estaba tocando el clarinete. Pero su atención real se turnó hacia las producciones de audio para hacer películas. Convirtió la cochera de sus padres en un estudio de cine, donde múltiples sets era intercambiables para alojar las producciones —invariablemente algún tipo de película de ciencia ficción. Para la secundaria, sus películas evolucionaron hasta convertirse en producciones completas de una hora con grandes sets y música fastuosa editada de sus soundtracks favoritos.
Al ser un veterano de numerosos cortometrajes, Ottman sobresalió en la escuela de cine, donde recibió elogios por su dirección de actores y por la forma tan magistral en la que editó sus interpretaciones. Fue en este curso de dirección que un realizador graduado le pido a Ottman que reeditara su película de tesis. John modificó la historia a partir del material original y también diseñó el vasto sonido de la película. El proyecto terminó ganando el Premio Estudiantil de la Academia®.
Después de la USC, Ottman se enseñó a sí mismo a usar los controladores Midi y pulió sus habilidades como compositor mientras hacía películas. Codirigió y editó un cortometraje llamado Lion’s Den, protagonizado por Ethan Hawke.
En 1993, Public Access fue el primer largometraje de John. La efectividad de sus secuencias y montajes en la edición se volvieron el punto más destacado de la película. A última hora, la película perdió a su compositor. Ottman compuso la banda sonora (después de que el editor le insistiera mucho en hacerlo). Public Access recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance, mientras que la banda sonora y la edición fueron elogiadas por la crítica.
Los productores recelosos de The Usual Suspects le dieron luz verde para que editara la compleja película y compusiera la banda sonora, requisitos a los que no se había sometido a nadie antes. La película fue editada en la sala de Ottman en una consola Steinbeck y una máquina de montaje (splicer). The Usual Suspects y el trabajo de Ottman recibieron elogios generalizados, lo que llevó a Ottman a recibir un premio BAFTA® de la Academia Británica por su edición, un Premio Saturn por su banda sonora y una nominación del American Cinema Editors.
Desde entonces, Ottman ha compuesto la banda sonora de numerosos filmes para directores tales como Shane Black, Roland Joffe, John Badham y Jaume Collet-Serra, con la intención de mantener con vida la composición temática para cine. Ottman también recibió una nominación al Emmy® por su banda sonora para el programa piloto de la nueva versión de Fantasy Island (La isla de la fantasía).
Al preguntarle qué se considera, Ottman ha respondido, “No sé, es difícil catalogarme, pero todo lo que hago es a través del prisma de un narrador”.
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