• Pfizer es la empresa líder de la industria que más invierte en investigación y desarrollo, al destinar cerca de 15% de sus ingresos en este rubro cada año.[1]
  • Pfizer México participa en 38 protocolos de investigación, de los 87 existentes a nivel mundial, con 1,023 pacientes mexicanos en 78 centros de investigación en el país.

 

Ciudad de México, 18 de mayo de 2018.- En el marco del Día Mundial de la Investigación Clínica, a celebrarse el próximo 20 de mayo, Pfizer refuerza su compromiso en seguir invirtiendo capital, talento y tecnología en la investigación y desarrollo (I&D) de terapias innovadoras que hagan una diferencia en la vida de los pacientes con alguna enfermedad.

La Dra. Gabriela Dávila Loaiza, Directora Regional para el norte de Latinoamérica en Investigación Clínica en Pfizer, señaló que “la investigación clínica es uno de los principales motores de la compañía para encontrar soluciones a los retos de salud actuales en materia de prevención y tratamiento oportuno para enfermedades crónico-degenerativas como cáncer, enfermedades cardiovasculares o raras, entre otras”.

Indicó que “ésta se compone de estudios que intentan responder algunas preguntas específicas acerca de nuevos medicamentos o modalidades de tratamiento para condiciones específicas de salud en humanos. En éstos, no solo se evalúan los beneficios sino también la seguridad y los efectos adversos que puedan controlarse y/o evitarse[2]. Y este riguroso proceso está compuesto de cuatro fases:

Fase I. Estudios iniciales de un nuevo medicamento, conducidos en sujetos sanos.

Fase II. Ensayos clínicos donde se administra el tratamiento de acuerdo con la dosis y el método que, se determinaron, son los más seguros y efectivos en la fase I de estudio. Se realizan en un grupo pequeño de sujetos con la enfermedad.

Fase III. Los estudios clínicos en esta etapa se corren en pacientes a nivel mundial, y se compara la seguridad y eficacia del nuevo tratamiento con el estándar actual. Los resultados de esta fase servirán para obtener el registro de los medicamentos por la autoridad sanitaria correspondiente a nivel global.

Fase IV. Ensayos posteriores al lanzamiento del fármaco, los cuales proveen datos adicionales de seguridad.”[3]

En ese sentido, destacó la Dra. Dávila: “En Pfizer contamos con una gran maquinaria detrás que agrupa elementos como talento, inversión y tecnología de punta que nos permite seguir investigando y desarrollando medicamentos innovadores con altos estándares de calidad, capaces de satisfacer las necesidades de salud de los mexicanos desde diferentes frentes”.

Asimismo, “la investigación clínica debe ir transitando cada vez más hacia la medicina de precisión o dirigida, con el fin de contar con soluciones terapéuticas a condiciones específicas de algunas enfermedades, pues cada paciente tiene necesidades diferentesPor ejemplo, los requerimientos médicos de una mujer con cáncer de mama en etapa 1 son diferentes a una paciente en etapa 4 o metastásica”, añadió.

Ante esta necesidad, Pfizer actualmente invierte a nivel mundial alrededor de 15% de sus ingresos en investigación y desarrollo (I&D). Tan solo de 1997 al 2017, ha destinado más de 143 mil millones de dólares, posicionándose como la empresa #1 en inversión en este rubro.

En el caso de México, la compañía invirtió 276 millones de pesos en 2017 en I&D y participa en 38 protocolos de investigación, de los 87 existentes a nivel mundial con 1,023 pacientes mexicanos en 78 centros de investigación en el país, abordando las siguientes áreas terapéuticas: Oncología, Neurología, Cardiovascular, Inflamación e Infectología.

Adicionalmente, Pfizer trabaja por impulsar la implementación en México de modelos innovadores de investigación que permitan eficientar cada estudio que se realiza a partir de observar el funcionamiento de un medicamento ante diferentes tipos de enfermedades, particularmente las crónico-degenerativas y oncológicas, que generan altos costos de atención para el paciente y las instituciones de salud que los atienden.

Expuso que en Oncología, por ejemplo, a la fecha existen varios modelos como los “Estudios Sombrilla” (o Umbrella, por su traducción al inglés), diseñados para probar el impacto de varias sustancias activas en diferentes mutaciones de un solo tipo de cáncer; o bien, “Los Estudios Canasta” (o Basket, por su traducción al inglés), que prueban los efectos de una sola droga o combinaciones en una mutación específica. Todos ellos, tiene el objetivo de acelerar las etapas de investigación o realizarlas simultáneamente a fin de disminuir el tiempo de aprobación y, por ende, los recursos, para que los medicamentos innovadores estén disponibles cuanto antes a quienes más los necesitan.

Finalmente, “estamos convencidos de que la articulación de esfuerzos coordinados entre Pfizer y otros actores clave, como empresas, autoridades de gobierno, comunidad médica y sociedad civil, es crucial para ayudar a mejorar millones de vidas al proveer medicamentos y tratamientos seguros, eficaces y accesibles a quienes más los necesitan”, concluyó la Dra. Gabriela Dávila, Directora Regional para el norte de Latinoamérica en Investigación Clínica en Pfizer.

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