- Una de las víctimas era un menor de 15 años de edad.
- El móvil de los hechos fue una venganza contra el padre del menor, quien había dejado de contratar los servicios del autor intelectual del secuestro como topógrafo.
TIJUANA, B.C. A 27 DE OCTUBRE DEL 2014.- La Subprocuraduría Contra Delincuencia Organizada a través de la Unidad Estatal de Atención al Delito de Secuestro, liberó sanos y salvos a dos personas, entre ellos a un menor de 15 años de edad y capturó al autor intelectual, así como uno de sus cómplices.
Los indiciados responde a los nombres de: Maximino Jiménez Hernández de 29 años de edad, originario de Tijuana y Felipe López Ávila de 30 años de edad, originario de Nayarit.
Los hechos se registraron el 17 de octubre del 2014 a las 07:00 horas, cuando las víctimas se dirigían a la escuela del menor, en la delegación San Antonio de los Buenos de esta ciudad, fueron interceptados por un vehículo tipo Suburban, con tres sujetos a bordo quienes portaban armas cortas con las que amagaron a los ofendidos para privarlos de la libertad.
Luego se llevaron a los ofendidos a una casa de seguridad ubicada en la colonia Colinas del Sol, desde donde se comunicaron con los padres del menor para solicitarles la cantidad de 50 mil pesos como pago por el rescate para la liberación de las víctimas.
Con estos hechos denunciados ante el Ministerio Público, donde agentes adscritos a la Unidad Estatal de Atención al Delito de Secuestro iniciaron las indagatorias, logrando ubicar el domicilio donde tenían privadas de su libertad al menor y al adulto en mención.
Siendo el día 25 de octubre del 2014 a las 17:00 horas, los investigadores implementaron un operativo en donde fueron rescatadas las víctimas de secuestro, logrando detener a dos de los tres implicados, siendo uno de ellos, el autor intelectual y negociador, mientras que el segundo era el que custodiaba a las víctimas, además se les aseguró un revolver calibre .38 especial.
Tras ser detenido, Maximino Jiménez Hernández confesó a los detectives que el plan inicial era secuestrar al padre del menor, ya que durante algún tiempo fue su empleado; sin embargo, pensó que le daría mejores resultados si secuestraba al hijo de su ex patrón, pensamiento que llevó al ahora detenido a cometer dicha actividad ilícita con la intención de causarle un daño por haberlo despedido.
Cabe destacar que no hubo pago de rescate, gracias a la intervención efectiva de la PGJE debido a la denuncia de hechos.
