Tiempo y paciencia se agotaron; la inseguridad rebasó al Estado
CIUDAD DE MEXICO. –Mientras el gobernador Francisco Vega de Lamadrid no ejerza su liderazgo como responsable de la seguridad de sus representados, los homicidios, asaltos, robos y en general los índices de inseguridad en Baja California seguirán en aumento, advirtió la diputada federal Nancy Sánchez Arredondo.
“La sociedad bajacaliforniana y los sectores productivos en particular están hartos de la falta de respuestas, de evasivas oficiales y “juntitis” que a nada favorable conducen y sí, en cambio, fortalecen la impunidad con la que actúan los grupos delincuenciales”, señaló.
La diputada Sánchez Arredondo recordó que mucho análisis provoca parálisis y lo que por desgracia se está viendo en Baja California, especialmente en Tijuana, Mexicali y Rosarito, es una autoridad que se la lleva presumiendo reuniones de coordinación, pero en la realidad no ofrece resultados positivos.
En cambio, los hechos demuestran que las policías locales, municipales y estatales, han sido rebasadas de tal forma que es necesario que el Gobernador del Estado reconsidere replantear una nueva estrategia que incluya cambios en su gabinete d seguridad, indicó.
La legisladora federal expresó que el gobernador Vega de Lamadrid debe dejar de buscar culpables en otros niveles de gobierno y cumplir con lo que la Constitución Política del Estado le mandata en materia de seguridad.
“Ya debe abandonar sus lamentaciones y su discurso de pesadumbre que sólo busca la lastima de una sociedad que ya no le cree, porque al final de cuentas no se trata de un acto de fe y de buena voluntad, sino de resultados que se reflejen en una mayor seguridad y tranquilidad para los bajacalifornianos”, puntualizó.
La también secretaria de la Frontera Norte del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional indicó que desde la Cámara de Diputados como representante de Baja California ha impulsado todas las peticiones de apoyo presupuestal para reforzar la seguridad en el Estado.
“No hemos escatimado esfuerzos y debo decir con toda certeza que el Gobierno Federal tampoco ha dejado de apoyar al Gobierno del Estado, a través del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, con recursos para la compra de patrullas, armas, equipo de vigilancia, capacitación, etcétera”, apuntó.
“El recurso ha fluido y tal vez el problema sea que no se está distribuyendo adecuadamente porque, por una lado vemos una Policía Estatal Preventiva altamente equipada y por el otro, agentes municipales que batallan para tener uniformes nuevos y hasta comparten armas y chalecos”, dijo.
Sugirió que en un auténtico ejercicio de autocrítica el jefe del Ejecutivo Estatal reconozca que los planes, programas y acciones en contra de la delincuencia, si es que existen, no han rendido frutos y en consecuencia tendrán que buscarse nuevas opciones y de ser necesario, otros titulares en las áreas de seguridad que respondan a la exigencia social.
“Lo que está ocurriendo en Baja California, con casi 1500 muertos en los primeros ocho meses del año, rebasa todos los límites de tolerancia de una sociedad que ya no está dispuesta a seguir soportando la incapacidad e ineficiencia de un gobierno apático e indiferente”, apuntó.
Y subrayó: “En Baja California el tiempo, como la paciencia”, ya se agotó”.