ENSENADA, B.C.- Miércoles 02 de agosto de 2017.- En virtud de que el cultivo de especies marinas representa una oportunidad para el desarrollo económico y social de zonas alejadas, la Administración estatal que encabeza el Gobernador Francisco Vega de Lamadrid, a través de la Secretaría de Pesca y Acuacultura (SEPESCABC), da seguimiento puntual a los más de 9.5 millones de pesos que se han destinado al Programa de Acuacultura Rural, en concurrencia con el Gobierno Federal.
El titular de la SEPESCABC, Matías Arjona Rydalch, recorrió proyectos acuícolas de San Quintín y El Rosario, con el interés de verificar los alcances que ha venido registrando este programa, al que el Gobierno del Estado se ha sumado como en pocas entidades del país.
Desde la tarde del martes, en San Quintín, el funcionario estatal visitó Bahía Falsa, donde operan más de 20 empresas dedicadas a la ostricultura, actividad que ofrece un importante aporte económico a esa región del Estado.
Este miércoles, Arjona Rydalch cumplió con un recorrido por la infraestructura instalada en la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Ensenada, en El Rosario, un proyecto en el que se exploran las posibilidades ostrícolas de la zona, misma que hasta ahora se había destacado sólo en la actividad pesquera, lo que habla de la visión de productores y autoridades para ampliar los beneficios que pueden encontrarse en el mar.
Se trata del primer cultivo de ostión en mar abierto con el sistema “long line”, sembrado a una profundidad de entre 10 a 15 metros, debiendo navegar cerca de 18 kilómetros para llegar a la zona, misma que colinda con la Isla San Gerónimo, donde se pudo constatar el esfuerzo, pero sobre todo el cumplimiento de los propósitos expresados en el novedoso proyecto que se apoya en el sitio.
Posteriormente el Secretario del ramo regresó a San Quintín, para visitar las empresas Acuícola San Quintín, Bañaga del Mar y Cristóbal Murillo Villanueva, donde destacó que la acuacultura se ha convertido en una actividad estratégica e integral, ya que representa una generación sistemática, permanente y sustentable de alimentos de calidad, al tiempo que significa una oportunidad para fomentar la economía de regiones alejadas como es el caso de San Quintín, donde desde hace más de cuatro décadas se ha venido consolidando la ostricultura con calidad de exportación.
