· Prioritario que nuevo gobierno elabore plan municipal contra cambio climático
· Faltan compras verdes, separación de residuos y un Centro Urbano de Reciclaje
Tijuana, B. C., a 27 de noviembre de 2016.- Es prioritario que el gobierno que está por iniciar elabore un plan municipal contra el cambio climático, a fin de articular políticas, programas y presupuestos para dar un nuevo y fortalecido impulso a temas de protección al medio ambiente, porque Tijuana debe ser una metrópoli binacional sustentable.
Así lo enfatizó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), a media semana de que inicie una nueva administración en Tijuana, afirmando que un plan municipal contra el cambio climático, alineado a metas estatales y nacionales, facilitaría la búsqueda y obtención sistemática de recursos internacionales.
“Distinguir qué debe continuar y qué debe cambiar será una muestra de la sabiduría que tenga la siguiente administración, pero un plan municipal contra el cambio climático permitiría mantener una política pública congruente, coherente, transversal y consistente en toda el Ayuntamiento para que Tijuana esté a la altura de los retos globales”, remarcó.
Explicó que San Diego y Tijuana conforman una sola mancha urbana y hasta podría decirse que de Los Ángeles a Ensenada existe un país con dos nacionalidades, porque es innegable que Baja California y California integran una plataforma complementaria de producción y servicios, haciendo que este contexto binacional sea único.
“Si bien resulta insuficiente, la Certificación de Comercio Ecológicamente Confiable es un avance; aunque los números y resultados que presenta la Dirección de Protección al Ambiente (DPA) son aún modestos por el tamaño de ciudad, representan un esfuerzo realmente destacado con el bajísimo presupuesto que se le otorga”, consideró.
Opinó que un primer reto del nuevo gobierno será mantener esa Certificación, porque toda certificación voluntaria necesita tiempo para madurar y tener valor de mercado; añadió que ampliarla impactaría positivamente en el limitado presupuesto de inspección y vigilancia, pues quien se registra exenta la inspección y tiene más tiempo para regularizarse y cumplir.
En segundo lugar, comentó que es apremiante un mayor esfuerzo de divulgación para que los consumidores inteligentes distingan y prefieran los productos y servicios que ofrecen empresas amigables con el medio ambiente, para lo cual se juzga necesaria una alianza con organismos empresariales y escuelas, para promover un consumo sustentable y limpio.
“El gobierno también debe ser el primer consumidor de compras verdes, para detonar este mercado y construir la escala de rentabilidad; un ejemplo sería que los vehículos oficiales usen gas natural, se reparen en talleres mecánicos proveedores de servicios amigables con el ambiente”, destacó Zavala Álvarez.
En el tema de los residuos sólidos urbanos (RSU), el director del CIGA destacó la importancia de que los residuos peligrosos se mantengan separados, pues al mezclarse con la basura común se multiplican, por lo que sugirió que en el manejo de residuos exista la separación para aumentar la cuota de reciclaje, construir mercado y bolsa de residuos.
“Que exista un Centro Urbano de Reciclaje Ambiental para atacar las enfermedades crónicas de la ciudad y que además se promueva el cumplimiento de la ley de residuos, para que tanto el generador, como el recolector, es decir, la iniciativa privada y el gobierno municipal, separen los residuos al menos en dos grupos: reciclables y orgánicos”, propuso.
Zavala Álvarez precisó que otro pendiente sería crear un decálogo al interior del Ayuntamiento, acompañado de un sistema de monitoreo y evaluación para su seguimiento; agregó que también habría que reestructurar al gobierno para que, por ejemplo, la DPA concentre en una sola dirección el manejo de áreas verdes y el departamento de limpia.
Finalmente, sugirió se lance una campaña que promueva la instalación de paneles solares en techos de escuelas, edificios y estacionamientos, contabilizando el ahorro de energía y el impacto en emisiones, además de parques más ecológicos, con mayor manejo y reúso de agua, así como un modelo de Unidad de Vida Articulada (UVA) que posibilite el encuentro de la comunidad.