ENSENADA, BAJA CALIFORNIA A 02 DE NOVIEMBRE DEL 2016.- El presidente municipal Gilberto Hirata Chico debería ser más coherente entre su decir y hacer, y pasar de intentar crear una distracción al tema de desvío de recursos correspondientes al Ramo 33 por parte de funcionarios de su administración por más de 120 millones de pesos, a poner el ejemplo en el caso de los regidores César García Urías (PRI) y Máximo Rivas Valencia (PT), a los que llamó abusivos por participar por medio de sus esposas en las solicitudes para la otorgación de permisos para la venta de alcohol, ya que en el caso del primero no necesita pedir sanción alguna en otra instancia -como lo declaró a los medios de comunicación- ya que Brenda Razo Higuera actualmente se desempeña como Jefa del Departamento de Recursos Humanos en el Ayuntamiento.
Así lo informó el licenciado Christian Dunn Fitch en su calidad de coordinador municipal del Partido del Trabajo (PT), al explicar que es totalmente incoherente que Hirata Chico declare a la prensa que pedirá que se sancione a ambos regidores cuando si en verdad quiere hacerlo, debería empezar con “cesar” a la esposa del regidor García Urías quien se desempeña en el actual gobierno municipal de Gilberto Hirata como Jefa del Departamento de Recursos Humanos, Brenda Razo Higuera, quien solicitó tres permisos para la venta de alcohol.
Esta decisión está en manos del mismo presidente municipal, sin embargo no lo hace, con ello demuestra que es incoherente en sus declaraciones y que solo utilizó este tema con la finalidad de distraer la atención al grave señalamiento y denuncias por desvío de recursos del Ramo 33 por 120 millones de pesos, y mejor debería enfrentar a la ciudadanía que le exige una respuesta clara al atraso de la aplicación de dichos recursos, concluyó el líder local del Partido del Trabajo.