San Luis, R.C., Son., 08 de julio 2016.
- Fracturas de muñeca y cadera, las más frecuentes.
- Deficiente iluminación, principal factor de riesgo.
- Lesiones pueden ocasionar afectaciones emocionales.
Más de 70 por ciento de los adultas mayores sufren caídas accidentales que les provocan lesiones graves, principalmente fracturas que pueden ser de alto riesgo, advirtió el doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis, Río Colorado, Sonora.
Explicó que es muy común que personas con más de 60 años, se caigan lo que acarrea un problema debido a que gran número de los accidentados no acuden a una valoración médica por considerar que es una situación propia de la edad.
El riesgo de estos accidentes es que se compromete de manera importante la funcionalidad del paciente como consecuencia de fracturas de muñeca y cadera, que son las más frecuentes; lesiones que pueden ser severas, al grado de ameritar una intervención quirúrgica.
Sin embargo, se pueden disminuir hasta 30 por ciento si los adultos mayores realizan ejercicio de marcha, equilibrio y fortalecimiento, que incluyen la prevención de lesiones específicas.
Destacó que la mayoría de estos incidentes ocurren en los hogares por deficiente iluminación, pisos resbalosos, escaleras sin protección o sin pasamanos, así como por el uso de calzado inadecuado; fuera del domicilio, los adultos mayores se enfrentan a superficies irregulares o mobiliario inestable.
Como factores internos se debe tomar en cuenta enfermedades como hipertensión o diabetes, que pueden causar dolor de cabeza o mareo y como consecuencia tener una caída al no mantenerse bajo control.
Para prevenir las caídas accidentales y sus consecuencias, tanto físicas como emocionales, es necesario identificar los factores de riesgo internos y externos que pueden originarlas.
Castro Guevara exhortó a la población en general a proporcionar a los adultos mayores los aditamentos especiales para caminar, entre los que se encuentran andaderas, bastones o muletas, mismos que son un gran apoyo para proporcionar seguridad al caminar, ya que incrementan la estabilidad de movimiento y descargan parte del peso que soportan las extremidades inferiores.
Tijuana, B.C., 08 de julio 2016.
IMSS RECOMIENDA EVITAR LA AUTOMEDICACIÓN
- Invita el Instituto a no consumir medicamentos no prescritos.
- Algunas bacterias no ceden ante los antibióticos, debido al consumo prolongado.
- Existen sustancias que dañan de manera irreversible al hígado y riñones.
La automedicación es un hábito que pone en grave riesgo la salud de quien la práctica, ya que puede enmascarar enfermedades graves o dosis letales para el organismo.
El doctor Pablo Gutiérrez Becerra, director del Hospital General Regional (HGR número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, advirtió que los antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, vitaminas y sustancias de venta libre, son administrados sin considerar la posibilidad de reacciones adversas o de esconder alguna enfermedad grave que requiera de atención inmediata.
La sobredosis y la ingesta frecuente de analgésicos y anti-inflamatorios, pueden ocasionar desde un simple dolor abdominal hasta un sangrado en tubo digestivo, gastritis y úlcera; en casos de dosis muy elevadas o por tiempo prolongado, es posible que se presenten lesiones en el hígado y hasta la muerte.
Otro riesgo importante que pocas veces se considera, es la posibilidad de una alergia o de ocultar enfermedades graves como cáncer, úlceras o daño de páncreas e hígado, padecimientos fatales que conllevan a la muerte en poco tiempo.
Asimismo, cuando una bacteria produce resistencia a algún antibiótico, éste ya no tiene actividad para combatir la infección. Los antibióticos son medicamentos que combaten o previenen infecciones causadas por bacterias. Sin embargo; cuando se exponen varias veces a los mismos antibióticos, después de un tiempo generan mecanismos de resistencia y el fármaco pierde efectividad.
Gutiérrez Becerra hizo un llamado a población buscar apoyo con el médico familiar, evitar automedicarse y no esperar a que la enfermedad evolucione o a que se complique ante la nula respuesta a un tratamiento indebidamente diagnosticado.
Recordó que los médicos trabajan con personas, no con enfermedades y con ello quiere decir que un fármaco puede ser de gran utilidad para un paciente y absolutamente nocivo para otro.
Reiteró que aún y cuando el objetivo sea bueno, la automedicación no ofrece un rápido alivio, por lo que la recomendación es acudir con el médico quien tiene la capacidad de determinar el tratamiento adecuado o de ser necesario, enviar al derechohabiente con un especialista.