Expediente Confidencial
Por: Gerardo Fragoso M.
Segunda respuesta, otra vez por alusión, a David Saúl Guakil ¿Qué hace Lorenia?
Insistiendo en su estrategia de hacer ver como mentiroso al que esto redacta, el delegado de la secretaría de Economía, David Saúl Guakil, respondió nuevamente a la investigación que hicimos, respecto al trabajo de Lorenia Pérez Soto.
Su “aclaración” la hizo llegar no a este columnista, sino a mi siempre apreciada colega, Dora Elena Cortés, a quien le reitero mi respeto, así como mi gratitud, por darle voz a las dos partes que hemos protagonizado esta inusitada divergencia.
Cito, textual, la columna que apareció en AFN Tijuana:
“Y prueba de lo que se está viviendo dentro del PRI, es la información que de alguna manera le fue hecha llegar al compañero periodista Gerardo Fragoso, al que no criticamos porque como buen comunicador no puede dejar pasar datos y documentos tan sustanciosos, pero no se puede decir lo mismo de quienes los facilitaron”.
Respuesta: Vale la pena aclarar que a mí nadie me pasó nada. La información que cité es pública, la tomé del Portal de Obligaciones de Transparencia, el POT. No había que rascarle mucho para dar con este tema y el del aumento en la renta para la sede delegacional, situación en la que David Saúl Guakil ha guardado total y absoluto silencio.
“Usted recordará que, en fechas recientes, Fragoso hizo circular una columna en la que revelaba la existencia de una joven llamada Lorenia Pérez Soto, de la que dijo que “vigilaba a los que hablan mal de Guakil”. Luego aseguró que la tenían contratada para “monitorear” todos los medios de Baja California y que había recibido tres contratos en los que casi sumaba 1 millón de pesos”.
Respuesta: Lorenia Pérez Soto, como lo veremos más adelante, SI vigila a los que hablan mal de David Saúl Guakil. Por otro lado, yo no lo aseguré. Reitero, TODA la información que aparece en las dos columnas anteriores es del POT, la subió el personal de la misma secretaría de Economía. Yo lo único que hice fue encontrarla y publicarla.
“Y no obstante que Fragoso señaló que nunca dijo que el funcionario estuviera pagando de su bolsa, ni que tampoco trabajara la joven “en la capital del Estado”, David Saúl Guakil se sintió aludido, y molesto, ya que con la “cabeza” de su publicación, se le involucró en el tema, haciendo pensar que había otorgado esos jugosos contratos a la mujer desconocida, para que le “cuidara las espaldas””.
Respuesta: Si una persona monitorea uno o mil medios de comunicación, el fin es el mismo, cuidarle las espaldas a una dependencia o a un político. Lorenia, como leeremos posteriormente, SI trabaja en la secretaría de Economía y SI hace monitoreo. Por lo tanto, si le cuida las espaldas a David Saúl Guakil, entre otras cosas. ¿O cuál es la finalidad, entonces, de un monitoreo?
“Comentamos lo que publicó Fragoso y lo que respondió Guakil; después transmitimos también la nueva respuesta del periodista “por alusión”, y por lo tanto ahora damos paso a la “contra-réplica” del todavía delegado de la Secretaría de Economía en el Estado. Guakil en su primera respuesta nos aseguró que ni tiene el dinero para hacer ese tipo de contrataciones y ni conocía a la famosa Lorenia”.
“Hoy lo vuelve a garantizar, y además -al pedirle una prueba- nos entregó el correo electrónico -con el sello de la Secretaría en la que trabaja- que le fue enviado por funcionarios de Economía, a nivel central, en respuesta a las preguntas del delegado, que insistía en que en Baja California se estaba manejando esa información, señalando con nombre y apellidos a esta funcionaria bien pagada de la SE”.
“Carlos Mauricio Dillmann de la Paz le envió a David Saúl Guakil -el pasado 20 de este mes- un documento firmado por el director de Comunicación Social de la Secretaría de Economía, Óscar Alfonso Ignorosa Mijangos que establece que la multicitada, efectivamente trabaja con ellos, en las oficinas centrales de la Ciudad de México y con una antigüedad de ocho años”.
“Se le indica que su trabajo consiste en monitorear los diferentes medios de comunicación de la zona norte del país, como son los estados de: Sonora, Durango, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, incluido el Estado de Baja California, ya que deben ser cubiertas estas entidades “por contar en esos territorios con sectores productivos estratégicos para la economía nacional, tales como manufactura, sector automotriz, agropecuario, minero, ganadero, acero, y también por su relevancia en el ámbito del tema de intercambio comercial con Estados Unidos”.
Respuesta: En este párrafo está la clave. Lorenia si monitorea los medios de Baja California y ¿acaso cuándo ve una nota que habla de David Saúl Guakil la omite o voltea para otro lado? ¿No, verdad? La monitorea también. Por lo tanto, SI vigila a los que hablan mal del delegado. ¿Así, o más claro?
“Advierten que Lorenia tiene otras actividades asignadas y que es originaria del Distrito Federal, en tanto que Guakil añadió que él no tiene ninguna facultad para nombrar
a funcionarios a nivel central, ni tampoco por qué conocer a los miles de empleados de esa dependencia, además de que no se le consulta para esto”.
Respuesta: Si David Saúl Guakil no sabe que existe una persona abocada a monitorear los medios de su estado, con los cuales tiene relación directa, ¿qué otras cosas no sabe de lo que se hace dentro de la secretaría de Economía, en relación con Baja California, desde el Distrito Federal? ¿Cómo le haría estando al frente de un Ayuntamiento? ¿Cuándo un funcionario cometa un acto ilegal o de corrupción en el Ayuntamiento, también va a decir que no tiene por qué conocer a los miles de empleados del mismo?
Enseguida, Dora Elena inserta el texto de la carta enviada por Óscar Alfonso Ignorosa Mijangos, que es el siguiente:
“… En lo referente a Lorenia Pérez Soto, me permito informar que actualmente trabaja en la Dirección General de Comunicación Social de la Secretaría de Economía, en las oficinas centrales de la Ciudad de México, con una antigüedad de ocho años. Su trabajo consiste en monitorear a los diferentes medios de comunicación de la zona norte del país, como son los estados de Sonora, Durango, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, incluido el estado de Baja California entidades que deben ser cubiertas por contar en esos territorios con sectores productivos estratégicos para la economía nacional tales como manufactura, sector automotriz, agropecuario, minero, ganadero, acero, también por su relevancia en el ámbito del tema del intercambio comercial con Estados Unidos, además desempeña la función de gestión de redes sociales y elaboración de contenidos web. Por lo anterior, la C. Pérez Soto, siendo originaria del Distrito Federal, nada tiene que ver con esa entidad federativa y mucho menos con algún funcionario de esa localidad”.
Respuesta: Aquí, el señor Ignorosa da una cantifleada terrible. Por un lado nos dice que el trabajo de Lorenia “consiste en monitorear a los diferentes medios de comunicación de la zona norte del país (…) incluido el estado de Baja California”, pero luego, en su afán de exonerar a David Saúl Guakil, nos señala que “nada tiene que ver con esa entidad federativa”. ¡Para Ripley!
Me parece que solo alguien afanado en tapar el sol con un dedo, no vería que el trabajo de Lorenia Pérez Soto consiste, entre otras tareas, en monitorear las notas que hablen de David Saúl Guakil, en su calidad de delegado de la secretaría de Economía.
Dicho lo anterior, hago las siguientes reflexiones:
1.- Los contratos que se encuentran en el POT no hablan de que Lorenia monitoree también los medios de otras entidades, sino, únicamente, los de Baja California. Si los datos que se encuentran en el POT son incorrectos, ¿a qué se debe que, ni el señor Ignorosa, ni David Saúl Guakil, han presentado la denuncia correspondiente en la secretaría de la Función Pública?
Supongo que, como funcionarios públicos que son, conocerán la ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que en la fracción Segunda de su artículo 206, señala: “La Ley Federal y de las Entidades Federativas, contemplarán como causas de sanción por incumplimiento de las obligaciones establecidas en la materia de la presente Ley (…) Actuar con negligencia, dolo o mala fe durante la sustanciación de las solicitudes en materia de acceso a la información o bien, al no difundir la información relativa a las obligaciones de transparencia previstas en la presente Ley”.
Si la información del POT es errónea, al menos estamos ante un caso de negligencia. Me gustaría que David Saúl Guakil nos diga cuándo va a presentar la denuncia correspondiente, para que esa información sea corregida y quien la puso ahí, durante ¡dos años y medio!, sea sancionado.
2.- En lo personal, me parece lamentable que un funcionario como David Saúl Guakil, para responder a lo que dijo un periodista de él, recurre a la columna de otro.
¿Esa es la estrategia de Comunicación Social que se tiene en la delegación bajacaliforniana de la secretaría de Economía?
¿O sea que si mañana, por ejemplo, otros periodistas como Alfredo Álvarez, Jaime Flores o Víctor Islas, le hacen una crítica a David Saúl Guakil, les va a responder por medio de la columna de InfoBaja, o a través de la Frontera, o por conducto de la misma Dora Elena?
¿Así sería la política de comunicación social del 22 Ayuntamiento de Tijuana, si David Saúl Guakil se convierte en presidente municipal? ¡Qué innovador eso de responder de columna a columna!
Mi correo electrónico aparece, siempre, al calce de esta columna, pero, antes de escribirme y darme, personalmente, de viva voz, su versión, David Saúl Guakil ha preferido la estrategia del “Te lo digo Juan, para que lo entiendas Pedro“. ¿Tan soberbio es usted, señor Saúl? Si yo no le parezco digno de su tiempo, ¿a poco si va a tenerlo para una señora de a pie, que viva en una colonia marginada de Tijuana?
Lamentable.
3.- Aquí se ha perdido el punto y es que, por la decisión de mudar las oficinas de la delegación que encabeza David Saúl Guakil a otro edificio, se pagan 269 mil pesos. Pesos que son de TODOS los ciudadanos. Y así, nomás porque si, pues el señor delegado ha decidido que se gasten más. Claro, porque como bien dice, no son de él.
En las enjundiosas respuestas de Óscar Alfonso Ignorosa Mijangos y David Saúl Guakil, tampoco se dice nada respecto a cómo es que Lorenia Pérez Soto, por honorarios, ha recibido casi un millón de pesos por un trabajo que, como demostramos en la anterior columna, cuesta mucho menos.
Esas cuestiones sería muy interesante que se discutieran de cara a la opinión pública, porque es dinero de los ciudadanos, y yo me pregunto si algún ciudadano está de acuerdo en que se gaste un millón de pesos en tres años para pagarle a una persona por monitorear medios, o más de un millón, para la renta de una oficina gubernamental.
Me despido con tres preguntas para David Saúl Guakil, deseando que me las conteste por la columna que él guste:
1.- ¿Cuándo va a poner su denuncia ante la secretaría de la Función Pública, por la información que usted y el señor Ignorosa, dicen, está mal en el POT?
2.- ¿Estaría usted dispuesto a solicitar, públicamente, que se suprima la contratación de Lorenia Pérez Soto, para ahorrarle a los ciudadanos ese dinero? Digo, ya que se tomó el tiempo de solicitar en el Distrito Federal una carta del señor Ignorosa para tratar de desmentirme, supongo que no le importará tomarse otro poco de tiempo por el bien de los ciudadanos.
3.- ¿Estaría usted dispuesto a mudar, de inmediato, las oficinas de la delegación de la secretaría de Economía a un edificio con un alquiler más barato que el que paga actualmente?
Y van dos para el señor Ignorosa:
1.- ¿Por qué si Lorenia Pérez Soto lleva ocho años trabajando en la secretaría de Economía, sus contratos iniciaron hasta 2013 y son por honorarios?
2.- ¿Cómo le hace Lorenia para monitorear medios de comunicación tan importantes en la región como La Voz de la Frontera y Zeta, que no tienen edición en línea? Y si no los revisa, ¿se le ha pagado casi un millón de pesos en tres años por un trabajo incompleto?
Espero sus respuestas.
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Expediente Confidencial
Por: Gerardo Fragoso M.
Respuesta -por alusión- a David Saúl Guakil, los contratos de Lorenia
Constantemente me pregunto si, para sus muy particulares intereses, no sería mejor que los políticos aceptaran la comisión de sus acciones cuestionables, en vez de pretender negarlas con argumentos y estrategias que lo único que hacen es dejarlos peor de mal parados.
Ayer me lo pregunté una vez más, cuando David Saúl Guakil respondió a la columna Lorenia, la que vigila a los que hablan mal de Guakil, misma que circuló ayer, a través de otra columna: AFN Político, que escribe Dora Elena Cortés.
Transcribo y respondo:
“Hablando de priístas, este día circuló una columna, del corresponsal en Mexicali, de un grupo de radio de aquí de Tijuana, en la que se asegura que una joven de nombre Lorenia Pérez Soto ha recibido casi 1 millón de pesos en los últimos tres años, trabajando para David Saúl Guakil, en su oficina de la capital del Estado, tan sólo por “monitorear” los medios…”
Respuesta: De entrada, me gustaría hacerle una precisión a Dora Elena, quien tiene todo mi respeto: La columna Expediente Confidencial es un producto personal que únicamente refleja la opinión e investigación de este reportero. Agradezco infinitamente a los medios que la publican, pero no es, de modo alguno, un espacio editorial que pertenezca o refleje la política informativa de alguno. Tampoco tiene relación con mi labor de corresponsal en Grupo UniRadio.
Ya entrando en el contenido, el texto NUNCA dice que Lorenia Pérez Soto trabaje en la “oficina de la capital del Estado” de la secretaría de Economía.
“Y como ese mensaje nos llegó a nuestro correo electrónico, el reportero del barrio, le preguntó a Guakil al respecto, aprovechando que estaban con el espíritu en alto, en Tecate. David Saúl Guakil, no solamente rechazó esa información, sino que además aseguró que no conoce a la mencionada joven, y que no tiene ese dinero, para pagarlo por un trabajo de esa naturaleza, porque no lo pagaría de su bolsa y mucho menos de la delegación, donde los tienen muy vigilados y, además de que no cuentan ni siquiera con ese dinero como presupuesto. Retó a que se lo comprueben, aunque consideró que se debe a la coyuntura política que se está viviendo. Y realmente es menester que se demuestre, porque se habla de datos muy concretos y si eso fuera cierto no puede quedar así”.
Respuesta: En la columna JAMÁS se dice que David Saúl Guakil pagó ese trabajo de su bolsa. Bueno fuera, porque así el dinero de los ciudadanos se destinaría a otras cosas, evidentemente más provechosas para la sociedad.
Lamento decirle a David Saúl Guakil que ya no es necesario que rete a nadie para que compruebe nada, pues en la columna están los datos de esos contratos, pero, por si los desea más a detalle, como ayuda de memoria, aquí están. Uno por uno:
Contrato 0161/2013
Monto: $ 168,583.80
Fecha de terminación: 30/06/13
Contrato 0332/2013
Monto: $ 168,583.80
Fecha de terminación: 15/12/13
Contrato: 0455/2013
Monto: $ 76,628.67
Fecha de terminación: 31/12/13
Contrato: 0059/2014
Monto: $ 168,583.08
Fecha de terminación: 15/06/14
Contrato: 0428/2014
Monto: $ 168,583.08
Fecha de terminación: 30/11/2014
Contrato: 0634/2014
Monto: $ 61,302.94
Fecha de terminación: 31/12/2014
Contrato: 0138/2015
Monto: $ 158,347.36
Fecha de terminación: 15/06/2015
El concepto de todos los contratos es: MONITOREAR PERMANENTEMENTE LOS DIFERENTES MEDIOS DE COMUNICACIÓN DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA: TELEVISIÓN, RADIO, PRENSA Y PORTALES DE INTERNET
Un detalle importante es que, tanto en 2013 como en 2014, a Lorenia se le firmó un tercer contrato estando vigente el segundo.
El 16 de octubre de 2013 se le firmó ese último contrato del año, cuando aún le restaban dos meses de vigencia al segundo. Esto es, durante 60 días de 2013, presuntamente se le pagó doble a Lorenia por un mismo servicio.
El 1 de octubre de 2014, se le otorgó a Lorenia también un tercer contrato, cuando aún le faltaban dos meses de vigencia al segundo. Esto es, durante 60 días de 2014, presuntamente se le pagó doble a Lorenia por un mismo servicio.
Lo anterior pareciera ser un bono o aguinaldo disfrazado, salvo que la secretaría de Economía y su delegado nos puedan explicar a qué se debe que pagaron doble, en ese lapso de cuatro meses, por un trabajo que ya amparaba un contrato anterior.
También hay que reflexionar los dos siguientes puntos:
1.- Si David Saúl Guakil dice no conocer a Lorenia Pérez Soto, entonces ¿alguien trabaja en un tema relacionado con su delegación -el concepto de los contratos es clarísimo-, durante 30 meses, recibe casi un millón de pesos por ello y… ¡el delegado no lo sabe!?
2.- Si lo sabe y lo niega públicamente, ¿qué puede esperar la sociedad de un funcionario que miente para salir bien librado de una situación cuestionable? Y si no lo sabe, ¿qué puede esperar de un funcionario que no sabe ni cuáles son las políticas que se están trabajando en relación con la dependencia y el área geográfica de su responsabilidad?
3.- Para darnos una idea del precio de mercado que tiene el trabajo efectuado por Lorenia, el 21 Ayuntamiento de Playas de Rosarito suscribió un contrato con Marco Tulio Salomón Andrés Castro Quezada para monitorear 70 medios de comunicación, entregando tal revisión por correo electrónico y ordenada por tema de interés. Por tal servicio, el gobierno de Silvano Abarca Macklis firmó un contrato ÚNICO -no aparece otro en los registros municipales- y pagó 90 mil pesos más IVA, esto es, 104 mil 400 pesos totales.
Tal cantidad es 51.67% más barata que la pagada a Lorenia por UN SOLO contrato y 281.67% menos que lo entregado a Pérez Soto por sus tres contratos del 2014.
Y estamos hablando de un Ayuntamiento, que tiene mucha más presencia en medios que la que puede tener una delegación federal, por más importante o grande que sea.
Si David Saúl Guakil no sabe sobre este evidente sobrepago y el que se hacía al final de cada año, ¿de qué otras cosas relacionadas con su dependencia y área geográfica de acción no está enterado?
Sigo con la respuesta a la columna publicada en AFN Tijuana:
“Militantes del tricolor le dijeron saber a David Saúl “de dónde viene y quién está operando este tipo de acusaciones”, aunque cuando el reportero del barrio se acercó para “parar oreja”, se quedaron callados y coincidentemente todos empezaron a silbar cualquier estribillo que les vino a la cabeza, mientras volteaban hacia el cielo. No sé por qué, me dijo el reportero del barrio, pero creo que no querían que me enterara. ¿Más claro? … ¡Ni el agua!”.
Respuesta: A mí nadie me opera, ni tengo dueño. Sencillamente, David Saúl Guakil quiere ser presidente municipal de Tijuana y, como aspirante a un cargo de mayor envergadura, es mi deber escrutar su labor como funcionario público en el puesto que desempeña actualmente y los que haya tenido con anterioridad.
Parece que a David Saúl Guakil le molesta ese escrutinio, pero haría bien en reflexionar que ya no vivimos en el Maximato, y que ahora, con las herramientas de transparencia que existen, no solo es derecho, sino obligación, que los comunicadores pongamos la lupa en personajes que manifiestan, felices, por si o por interpósita persona, sus aspiraciones, aunque se enojen de que tal acción tenga como consecuencia un análisis de su ejercicio público.
También le pido a David Saúl Guakil que no se equivoque de ventanillas. La columna Expediente Confidencial no tiene dueño, padrino, ni otro responsable que no sea yo. Mi correo electrónico aparece siempre al calce de la misma. Si algún comentario tiene respecto a esta, con gusto lo recibo ahí. Lo que usted anda haciendo equivale a que alguien le reclame al director de una obra de teatro por la escena que uno de sus actores hizo en una película. Puerta equivocada.
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Expediente Confidencial
Por: Gerardo Fragoso M.
Lorenia, la que vigila a los que hablan mal de Guakil
A simple vista, Lorenia Pérez Soto parecería una veinteañera como hay millones en México. Nada en las fotos que ha subido a sus redes sociales permiten atisbar a una mujer que ha ganado 970 mil 612.73 pesos en los últimos tres años, por la tarea de vigilar, entre otras cosas, qué se dice de David Saúl Guakil, delegado de la secretaría de Economía, en los medios de la entidad.
El misterio que envuelve a Lorenia es aún mayor que el de otras chicas wannabe beneficiadas con recursos públicos, cuyos casos han sido documentados por este reportero.
En su perfil de Linkedin -una red social abocada a buscar y encontrar puestos de trabajo u oportunidades de negocio-, Lorenia afirma haber estudiado en la Universidad Autónoma de México (UNAM), pero en la base de cédulas profesionales de la Secretaría de Educación Pública no existe ninguna a su nombre.
La foto que Lorenia pone en tal espacio, tomada con una webcam, en su vivienda, ataviada con una sudadera, no parece, en modo alguno, la carta de presentación deslizada por una exitosa empresaria de la comunicación política, capaz de obtener contratos por honorarios cercanos al millón de pesos.
Pero Lorenia los obtiene, como lo muestra el Portal de Obligaciones de Transparencia. Ahí se consigna que Pérez ha firmado siete contratos en el periodo comprendido entre el 16 de enero de 2013 y el 1 de enero de 2015. Todos tienen el mismo concepto: “Monitorear permanentemente los diferentes medios de comunicación del estado de Baja California, televisión, radio, prensa y portales de Internet”.
Tal actividad era desempeñada, en el último sexenio panista, por José Javier Moreno Rosas. Pero llegó la nueva administración federal y, con esta, el arribo de Saúl Guakil y también de Lorenia.
De entrada, Lorenia aumentó el costo por tal servicio un 48.95% al año. Así, en 2013, obtuvo tres contratos -foliados con las claves 0455/2013, 0332/2013 y 0161/2013-, por los cuales ganó, en conjunto, 413 mil 796.27 pesos. Casi lo que se gasta, por el arrendamiento de su sede mexicalense, la Secretaría de Relaciones Exteriores. Una bicoca, pues.
En 2014, Lorenia consiguió 398 mil 469.10 pesos con otros tres contratos, marcados con los folios 0059/2014, 0428/2014 y 0634/2014.
Y en 2015, sus ingresos no parecen decrecer, pues el 1 de enero firmó un nuevo acuerdo, por 158 mil 347.46 pesos -que tiene el folio 0138/2015-, para sumar 970 mil 612.73 pesos en 30 meses.
Si, 970 mil 612.73 pesos que han pagado los ciudadanos de su bolsa, igual que la onerosa renta del inmueble al cual Saúl Guakil decidió mudar la delegación de la SE. Dos caprichitos que cuestan, sumados, más de 2.2 millones de pesos.
Curiosamente, a pesar de que Lorenia cobra cual si fuese una comunicóloga política consagrada, sus únicos contratos con la administración federal son los que ha signado con la SE.
Bien haría la administración federal en comenzar el Presupuesto Base Cero quitándole al referido delegado el par de gustitos que representan su joven centinela mediática y su lujosa oficina. ¿O los sacrificios para 2016 serán, como siempre, solo de un lado?
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