TIJUANA B.C.-Cerramos la semana con la terrible noticia de que Baja California tiene niveles de crecimiento equiparables a los de los Estados del sureste del país, estamos hablando de que somos el último lugar en desarrollo económico entre los Estados de la frontera, de que incluso nuestro vecino al sur nos rebasa en ese rubro, estamos hablando de que estamos ligeramente arriba de Oaxaca en ese renglón, con la diferencia de que ese Estado colinda con Guerrero al Norte, mientras nosotros nos avecinamos en esa misma orientación con la sexta economía del planeta.
El deterioro en la calidad de vida de los habitantes de nuestra región es cada día mayor, no se trata solamente de atraer inversión hacia el ramo maquilador como muchos aseguran, esa no es una política de industrialización real, existe una demanda importante de productos en el mercado interno cuya satisfacción podría servir, de inicio, para el desarrollo de una industria propia, los baja californianos necesitamos acceder a productos de calidad y con precios justos, ahí hay un gran nicho de oportunidad y desarrollo.
Pero lo más importante es que necesitamos condiciones de competencia con nuestro mercado natural que esta al Norte para desarrollar al máximo nuestra plataforma de servicios, comercio y turismo, que en suma, representan la columna vertebral del desarrollo económico en gran parte del Estado.
Una verdad incontrovertible de nuestra economía es que el dinero viene del Norte y así como viene, después de un proceso de redistribución regresa de alguna manera al mismo Norte, por lo menos una parte importante, ese dinero entra vía nuestra estructura de servicios, comercio y turismo y regresa de la misma manera a California, queda, como el agua de la resaca en la playa un remanente que se refleja en infraestructura, educación y progreso general en nuestras ciudades, en suma, somos un mercado atractivo para el sur en todos los sentidos en la medida que puedan competir con el Norte por nuestro consumo, pero, en buena lid por supuesto.
Lo lógico es que un gobierno realmente federal y sensible a las características económicas y sociales regionales, generara las políticas públicas, sobre todo fiscales, que incentivaran el progreso en la localidad para fortalecer el mercado de esta frontera y la capacidad de consumo de sus habitantes, y de paso, creara la infraestructura necesaria para el transporte dinámico y barato de mercancías y personas hacia esta zona del país, con la finalidad de abatir costos innecesarios que finalmente inhiben la competencia del productor nacional y encarecen finalmente su producto en estos linderos.
Pero la realidad es que sucede exactamente todo lo contrario, por un lado, tenemos al productor nacional, que pretende competir en una zona como la nuestra con precios altos y pésima calidad, pero que además pretende hacerlo bajo la égida del gobierno central, ¿o debería decir federal?, en base a la estrategia de sujetarnos al consumo forzoso de sus productos mediante la implementación de medidas realmente draconianas para quienes habitamos esta zona.
RESCATEMOS BC
Jorge Sierra Rios
Presidente.