DIÁLOGO: CON ESTADOS UNIDOS, INDISPENSABLE PARA CONSTRUIR ACUERDOS EN BENEFICIO DE AMBOS; CON TODOS LOS SECTORES, ES URGENTE PARA TENER UNA AGENDA COMÚN POR MÉXICO
* El diálogo entre México y Estados Unidos es fundamental para abordar desafíos comunes y construir soluciones conjuntas.
En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos que la reciente conversación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump es un paso en la dirección correcta, al permitir la
coordinación en temas de seguridad, migración, y vinculación económica, refirió Roberto Vega Solis, presidente del Centro Empresarial de Tijuana.
Celebramos que ambos países hayan encontrado puntos iniciales de acuerdo dentro de un marco de respeto a la soberanía.
El refuerzo de la frontera con 10 mil elementos de la Guardia Nacional para combatir el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, es una medida que debe ir acompañada de estrategias
integrales y coordinadas.
Es imperativo que el combate a la delincuencia organizada y al tráfico
ilícito de sustancias se realice con inteligencia, prevención y el fortalecimiento de las
instituciones de seguridad. De la misma manera, resulta positivo que Estados Unidos se
comprometa a frenar el flujo de armas de alto poder hacia nuestro país, ya que este fenómeno
ha sido uno de los principales factores que alimentan la violencia en México.
Aseveró Vega Solís que ambos países tenemos vínculos muy profundos en materia social y debemos trabajar
coordinados para mantener una adecuada integración en la región que beneficie a todos.
El establecimiento de mesas de trabajo para fortalecer el comercio entre ambas naciones es una
señal alentadora. México y Estados Unidos son socios estratégicos y el desarrollo de la región
depende de una colaboración efectiva que garantice estabilidad y crecimiento. La cooperación
en materia económica debe traducirse en mecanismos que impulsen la inversión, la
relocalización de empresas y la generación de empleos, consolidando a Norteamérica como la
región más competitiva del mundo.
Reiteramos que el uso de aranceles como herramienta de presión no es una estrategia
adecuada para abordar problemas transfronterizos. Por el contrario, su aplicación representa
un obstáculo para la competitividad de la región y afecta a empresas, trabajadores y consumidores en ambos países. La solución a los desafíos compartidos debe partir del
entendimiento, la negociación y el fortalecimiento de los acuerdos comerciales vigentes.
De la misma manera, proponemos al gobierno de México el establecimiento de una mesa
permanente de diálogo auténtico y real que permita consolidar una agenda común entre
autoridades, trabajadores y empresarios en beneficio de todos. Este apenas es el primer
episodio de un nuevo esquema de relación que deberá ser gestionado de manera prudente y
visionaria ante la llegada del nuevo gobierno en Estados Unidos.
Es indispensable tener un
diálogo permanente que se traduzca en objetivos compartidos, líneas de acción y unidad en favor de México.
Consideramos que el diálogo celebrado entre ambos países es el mismo que hoy necesitamos
en México entre gobierno, empresarios y trabajadores. Un diálogo permanente y constructivo
para definir e implementar una agenda común en favor de la seguridad pública, la democracia,
el Estado de Derecho y la certidumbre jurídica que logre crear las mejores condiciones para el
desarrollo de nuestro país.
El sector privado está listo para seguir impulsando la inversión y la generación de empleo,
promoviendo un entorno que favorezca el desarrollo de las empresas y el bienestar de la
sociedad. México debe aprovechar su posición estratégica y el T-MEC para consolidarse como un destino atractivo para los negocios, apostando por la certeza jurídica, la seguridad y una política económica que incentive el crecimiento.
Desde COPARMEX consideramos que el futuro de la región depende de la capacidad de México y Estados Unidos para trabajar en conjunto con una visión de largo plazo.
La cooperación bilateral debe orientarse a construir soluciones estructurales, dejando de lado
medidas que comprometan la estabilidad económica.
Apostamos por un México realmente
unido, más fuerte, más competitivo y mejor integrado en el escenario global, concluyó.