TIJUANA B.C.-Crear tu propia empresa y generar empleos es lo más satisfactorio que existe, pero no es un trabajo fácil, afirmó el socio director de Pacific Community Management, Eduardo Rallo, quien abundó en que la actividad financiera tiene retos y toma mucho tiempo y experiencia para llegar al modelo adecuado.
Durante el panel Líderes Latinos, evento de Tijuana Innovadora 2014 conducido por Jorge Ferráez, director de la revista Líderes, el también miembro de las juntas directivas de varias empresas dijo que el proceso de aprendizaje en este tema es incurrir en errores, esperando “que sean más chiquitos que los aciertos”.
Manifestó que si no se toma la visión y el liderazgo con la conciencia de que “algunas cosas van a funcionar y otras no”, nunca se encontrarán “esos diamantes que revolucionan a una industria”.
Pese a que en el tiempo que comenzó su trayectoria en los negocios no existía la infraestructura actual, Rallo aseguró que el éxito no es tan fácil como se ha creído, y prueba de ello es que varias empresas, debido a los problemas de la época, “la ven muy difícil”; ante ello, se debe continuar con convicción y trabajo duro “para llegar al siguiente nivel”.
Incursionar en un mercado de restaurantes e inversiones lo orilló a “hacer apuestas educadas, análisis y tener una convicción; creo que los mejores éxitos de mis inversiones fueron algunas que no fueron tan claras, pero había algo interesante en el concepto”, expuso.
Una vez encontradas las personas adecuadas, se puede tomar la decisión de invertir, enfocados en un modelo de negocios que, aunque no se sabe si va a funcionar en una primera estrategia, se va a tomar el riesgo, anotó el co-fundador del restaurante Wrapps, premiado nacionalmente por poseer el concepto más novedoso y original en 1994.
Juventino Cano salió de su natal Colima, donde trabajaba en labores propias del campo, a buscar su futuro en Estados Unidos; la ciudad de Chicago fue donde encontró su primer trabajo, asistió a la escuela y aprendió inglés. Aunque su sueño no era convertirse en empresario, sino ahorrar dinero y regresarse a su lugar de origen, el país del norte le dio la oportunidad de ser lo que ahora es, y se quedó.
Ayudante de maquinaria, poco a poco se fue superando hasta llegar a mayordomo, después fue superintendente, cuando comenzó a incursionar con compañías pequeñas en un negocio que le ofrecieron, y su éxito fue tal, que tuvo la oportunidad de comprar a su socio el 49 por ciento, con lo que logró una participación del 51 por ciento.
Sin embargo, el empresario fundador de Cano Container Corporation, compañía dedicada a la fabricación de cartón corrugado para envases, considera que a pesar de haber logrado su realización empresarial en la Unión Americana, “mi país es México y me gustaría regresar para abrir más negocios”.
Juventino Cano tuvo su oportunidad cuando fue apoyado financieramente por su socio para salir adelante, con paulatinos progresos e inversiones precavidas, “nunca tuve nada, y ahora que trato de invertir lo hago donde no hay mucho riesgo, invierto sobre todo en maquinaria para competir con otras compañías, aunque el que no arriesga no sabe de las capacidades que tenemos”.
La honestidad, ser simple y sincero, son claves fuertes para cualquier negociante; un hombre de palabra siempre será confiable, “he hecho contratos hasta con un saludo, pero en Estados Unidos se tienen que hacer de manera formal”, y remarcó que la honestidad siempre debe de prevalecer, sobre todo cuando se realizan asociaciones o en el trato con los clientes.
La presidenta, propietaria y chef ejecutiva de Viñedos Ceja, Amelia Ceja, originaria de Jalisco, llegó a Estados Unidos a los doce años de edad; uno de sus principales méritos fue lograr el maridaje del vino tinto con la comida mexicana, algo considerado innovador.
Ella consideró que con la educación que recibió de sus padres fue posible lograr el éxito en cualquier parte del país, aunque reconoció que uno de los elementos principales para cualquier emprendedor, es estar dispuesto a trabajar hasta 24 horas al día para alcanzar las metas propuestas.
Concluyó recordando que, junto con su esposo, fundaron en el valle de Napa los viñedos donde se producen los vinos que ahora llevan su apellido, Ceja, y reconoció la dificultad de organizar una industria de esta naturaleza, sobre todo porque existen pocas mujeres en el campo. Ahora es la primera mujer mexicana que se dedica a una empresa de producción de vinos.
- Cuando se tiene una convicción nunca hay que titubear para lograr la meta
- Parte del aprendizaje es cometer errores
- Si no se tiene la visión de que unas cosas funcionarán y otras no, no se encontrarán esos diamantes que revolucionan una industria